Traduci in italiano. Traduire au français. Übersetzen auf Deutsch. Translate to English
Hace más de 30 años que la Mezquita/Catedral de Córdoba fue declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, mucho tuvo que ver su complejidad arquitectónica, pero no poco el que se tratase de un paradigma universal entre diversas culturas. Los papiros de estratos históricos, común a todo el área del Mediterráneo, halla su más cabal expresión en la mezquita-catedral de Córdoba. Al templo romano dedicado a Jano se superpuso una iglesia visigoda y a partir de la invasión araboberéber de la Península, los emires y califas omeyas edificaron sobre aquella la mezquita columnaria que hoy admiramos. Tres siglos después de la reconquista de la ciudad por Fernando III, el episcopado procedió a la construcción de una basílica cruciforme en el interior del edificio musulmán y la mezquita consagrada al culto católico se convirtió en un símbolo del ecumenismo religioso celebrado por millones de visitantes venidos del mundo entero, un símbolo que el bien asentado fundamentalismo del actual obispo, Demetrio Fernández, se esfuerza en borrar.
La Iglesia católica ha adoptado unas medidas de regeneración por Francisco desde su ascensión al solio pontificio que inquietan, sin duda, a los medios más conservadores de nuestra jerarquía eclesiástica, de los que Demetrio Fernández es un conspicuo representante. Quienes llenan sus arcas con dinero del Estado, esto es, con el bolsillo del contribuyente de resultas del actual Concordato, se aferran a privilegios de otra época: a la añorada alianza del trono y el altar de tiempos de Fernando VII y, más cerca de nosotros, del generalísimo Franco. Su calendario no es el de hoy. Permanece anclado en los siglos en los que la Iglesia imponía los dogmas a su arbitrio, y la libertad de conciencia era un crimen al que el brazo secular se encargaba de aplicar el condigno castigo.
Hace más de 30 años que la Mezquita/Catedral de Córdoba fue declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, mucho tuvo que ver su complejidad arquitectónica, pero no poco el que se tratase de un paradigma universal entre diversas culturas. Los papiros de estratos históricos, común a todo el área del Mediterráneo, halla su más cabal expresión en la mezquita-catedral de Córdoba. Al templo romano dedicado a Jano se superpuso una iglesia visigoda y a partir de la invasión araboberéber de la Península, los emires y califas omeyas edificaron sobre aquella la mezquita columnaria que hoy admiramos. Tres siglos después de la reconquista de la ciudad por Fernando III, el episcopado procedió a la construcción de una basílica cruciforme en el interior del edificio musulmán y la mezquita consagrada al culto católico se convirtió en un símbolo del ecumenismo religioso celebrado por millones de visitantes venidos del mundo entero, un símbolo que el bien asentado fundamentalismo del actual obispo, Demetrio Fernández, se esfuerza en borrar.
El colectivo de
ciudadanos Plataforma Mezquita-Catedral Patrimonio de Todos ha presentado una
denuncia por el atropello histórico consistente en encubrir la huella islámica
y andalusí de la mezquita mediante manipulaciones y trampantojos, se apoya en
hechos indiscutibles y argumentos sólidos. Como un prestidigitador, el obispo
Demetrio Fernández se ha sacado de la mitra una afirmación mirífica: la
mezquita no es una mezquita, ni siquiera una catedral-mezquita, sino un mero
templo católico. El bellísimo bosque de arcos y columnas omeya que fascina a
millones de visitantes sería, según él, producto de una fugaz “intervención
musulmana”. Y como las burdas manipulaciones de la historia obedecen siempre a
propósitos e intereses más bajos, la decisión de negar la realidad histórica
del monumento fue precedida en 2006 de una ley que se remonta a la era
franquista y en virtud de la cual lo que era propiedad de todos los cordobeses
pasó a serlo del Cabildo, en cuyo nombre fue registrado. Los tiques de entrada
de quienes acuden a él, atraídos por su fama, pasan así a alimentar el
presupuesto de una corporación exenta de imposición tributaria y muy poco
atenta. por cierto, a las dificultades que atraviesan sus diocesanos víctimas
de la crisis económica, los recortes sociales y el paro.
La Iglesia católica ha adoptado unas medidas de regeneración por Francisco desde su ascensión al solio pontificio que inquietan, sin duda, a los medios más conservadores de nuestra jerarquía eclesiástica, de los que Demetrio Fernández es un conspicuo representante. Quienes llenan sus arcas con dinero del Estado, esto es, con el bolsillo del contribuyente de resultas del actual Concordato, se aferran a privilegios de otra época: a la añorada alianza del trono y el altar de tiempos de Fernando VII y, más cerca de nosotros, del generalísimo Franco. Su calendario no es el de hoy. Permanece anclado en los siglos en los que la Iglesia imponía los dogmas a su arbitrio, y la libertad de conciencia era un crimen al que el brazo secular se encargaba de aplicar el condigno castigo.
Cambiar la
historia es tarea difícil. Si la reescriben quienes se erigen en portavoces del
discurso oficial se enfrenta con todo, en este caso, con una tarea titánica:
borrar de la mente de todos los ciudadanos del mundo el renombre ecuménico de
la mezquita. La “confusión” invocada por el obispo para justificar su
disparatada medida será en realidad la que experimentarán los visitantes del
monumento a la lectura de los folletos turísticos que se les distribuyen y a la
escucha de los guías previamente aleccionados por el Cabildo: la de una
extrañísima catedral muy semejante a la mezquita omeya de Damasco, pero que no
guarda el menor parecido con las restantes catedrales del mundo. La Mezquita/Catedral es propiedad de
la ciudadanía y el tercer monumento
más visitado.
Comentarios
La Iglesia de Santa Sofía en Turquía es una gran Mezquita gestionada por su Imán.
A mí personalmente que quien administre la Mezquita de Córdoba sea la Iglesia me da igual, lo mismo me robará un político que un cura. Si la Iglesia la ha mantenido desde el siglo. XIII hasta ahora la otorga,a mí entender,algún privilegio. Y que yo sepa lo que recauda no llega para su mantenimiento, lo que supone una carga para la Iglesia. Yo no veo el problema por ningún sitio, en cada país se ha protegido la fe mayoritaria sin excepción. Y los que más se quejan, más inflexibles son con otras confesiones en sus países y más aportan a sus confesiones en el extranjero.
Yo solo veo un tema absolutamente político por parte de algunos partidos políticos y grupos Islamistas. Nadie pide que se devuelva las Catedrales Góticas o las Iglesias Románicas, cuadros, tapices.....el patrimonio que conserva la iglesia después de 800 años es de todos y para todos. También el Museo del Prado me cobra entrada y el patrimonio que contiene es de todos los españoles.
Tampoco la Iglesia pide la devolución de todos los lugares de culto cristiano en Jordania y Jerusalén.
Nunca me han cerrado la puerta para observar ninguna obra arquitectónica de Europa, casi todas ellas de carácter cristiano. Ya sean Católicas, protestantes, luteranas, calvinistas......Europa era Cristiana le pese a quien le pese, igual que el norte de África musulmana desde el 690 dC. Es lo que hay. España es cristiana católica desde que uno de nuestros reyes Visigodos Recaredo en el año 589 así lo decidió y pasó de cristiano arriano a critiano católico .En época de D. Rodrigo , los seguidores de Witiza rey anterior a Rodrigo llaman a los musulmanes a ayudarles contra el nuevo rey en el S VIII dC, 711.Ahí empieza la Conquista de España y la presencia musulmana en nuestro país, entraron para ayudar a los Visigodos contrarios al rey a apoderarse de Toledo y sus riquezas, los nobles abandonaron a D.Rodrigo en la batalla de Guadalete y aprovechando esta debilidad los musulmanes empezaron su Conquista. Que acaba cuando el Rey Pelayo empieza la Reconquista que termina con los Reyes Católicos y la expulsión de los musulmanes de España en el S. XV. En el S . XIII la Mezquita de Córdoba se convierte en Templo cristiano.
En 1496 los Reyes mandan fundar las ciudades presidio de Ceuta y Melilla en el norte de África, territorio bereber para parar cualquier conato subversivo contra la península ibérica
1) Santa Sofía es un museo. Laico. No es ninguna mezquita gestionada por ningún imám. Previamente fue una iglesia ortodoxa (no católica), luego mezquita y finalmente el gobierno turco la desacralizó y su uso es exclusivamente turístico y civil.
2) La Mezquita de Córdoba no ha sido mantenida por la iglesia católica desde el siglo XIII. Ha sido el estado el que ha soportado su mantenimiento hasta nuestros días. Las obras, restauraciones, adaptaciones e incluso el espectáculo nocturno han sido financiados con fondos públicos. En los últimos años, han sido casi 3 millones y medio de euros.
3) Lo que recauda no le llega? Pues lo que recauda solo en entradas son más de 10 millones de euros al año. Sin contar las entradas al espectáculo nocturno (financiado con dinero público) y sin contar la exención de impuestos que el estado le perdona (no paga IVA, ni IBI, ni IRPF, ni patrimonio, ni sociedades,... nada de nada).
4) En otros países, como en Francia, nadie le pide a la iglesia que devuelva las catedrales góticas, porque las catedrales SON PROPIEDAD DEL ESTADO, no de la iglesia.
5) Las entradas que se cobran en los muesos están sometidas a un regimen de transparencia fiscal, como también se lo exigimos a partidos, sindicatos o incluso a la corona. En España todos tenemos que pagar nuestros impuestos... salvo la iglesia que no los paga. Y además no presenta sus libros de cuentas como le obliga la legislación (y la administración se lo consiente, que es grave).
6) En Jordania o en Jerusalem hay lugares de culto de todas las religiones porque son paises con una diversidad cultural y religiosa que España no posee.
7) Incluir en el mismo saco a luteranos, protestantes, calvinistas con los católicos apostólicos romanos denota un profundo desconocimiento de los cismas que el cristianismo ha propiciado a lo largo de los siglos.
8) La tópica versión histórica de la Invasión, Reconquista y Expulsión está totalmente abandonada y superada por los departamentos de historia de cualquiera universidad mundial con un cierto prestigio. No hay investigación rigurosa que soporte esos mitos, más propios de la ya mencionada Enciclopedia Álvarez de la posguerra.
Usar un edificio para un culto religioso no es una carta de propiedad. El rey Fernando III, conquistador castellano de la ciudad de Córdoba en 1236, cede el uso de la mezquita a la iglesia. Pero no fue hasta 300 años despues cuando se incian las obras de la catedral renacentista. Dichas obras levantaron una gran polémica y el cabildo de la ciudad se opuso y enfrentó al proposito del obispo, hasta el punto de prohibir realizarlas. Finalmente fue el estado, el rey Carlos I, su verdadero propietario, el que tuvo que dar permiso en el siglo XVI para que en su interior se destruyeran unas naves y se construyera dentro una catedral. En 2006, el obispo de Córdoba, haciendo uso de una legislación inconstitucional, ha registrado a su nombre el conjunto por 30 euros y alegando que la mezauita fue consagrada dibujando una cruz de ceniza en el suelo. Sin tener que presentar ni un solo papel, ni título de propiedad. Sólo con su palabra.