Ha muerto, Emilio Botín, ya comienza su poco aburrida historia.

Esta pasada madrugada, a los 79 años de edad,  ha muerto en Madrid, como consecuencia de un infarto, Emilio Botín,   Presidente del Banco Santander, Emilio Botín.  A lo largo del día de hoy a su ciudad natal, Santander.

Como es obvio,  el Banco Santander lamenta su fallecimiento y ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

De acuerdo con lo previsto en el artículo 24 del reglamento de su consejo, hoy mismo se reunirán la comisión de nombramientos y restribuciones, además del propio consejo de administración para designar un nuevo presidente.

La comisión de nombramientos y retribuciones del Banco Santander y el consejo de administración de la entidad se reunirán esta tarde para designar al nuevo presidente del banco.

Aunque aún no han trascendido los candidatos que podrían suceder al fallecido presidente Emilio Botín, su hija Ana Patricia Botín, actual consejera delegada de Santander UK, contaría con muchas posibilidades de asumir la presidencia del grupo.

Ana Patricia Botín nació en 1960 en Santander y es licenciada en Ciencias Económicas. Fue nombrada por primera vez consejera del Banco el 4 de febrero de 1989 y reelegida en las juntas generales de 1991, 1994, 1997, 2000, 2003, 2006 y 2014.

Actual consejera delegada de Santander, se incorporó al Banco tras un período en JP Morgan (1981-1988). En 1992 fue nombrada directora general de Banco Santander, S.A., y con posterioridad asumió la presidencia ejecutiva de Banesto entre 2002 y 2010.

Entre otros cargos relevantes, es consejera no ejecutiva de The Coca-Cola Company.

De él, entre otras cosas, escribí:  (Números y crítica.....más adelante)

Que era un obseso de su salud y del ahorro. Cada día, el banquero más poderoso de España, salía de su casa de Somosaguas en un Mercedes blindado Su flota de seguridad estaba compuesta por coches de lujo Audis y Lexus, pero él sólo viaja en Mercedes de azules plateados y colores oscuros, pero nunca negro ni oscuro, colores luctuoso que detectaba.

En su maletín, maletín nunca llevaba dinero ni documentos,  solo un desfibrilador de emergencia  en caso de una eventual parada cardíaca. Era un experto en su manejo.  Cada vez que se traslada en su avión privado revisa personalmente la ruta de vuelo y con frecuencia hacía  preguntas al piloto. 

¿Si, ahora mismo,  me da un ataque al corazón, a qué distancia estamos del hospital más cercano? 

Durante la crisis, logró no dejarse llevar por la fiebre inmobiliaria que arrastró a casi todas las cajas españolas y que dejó en situación comprometida a los bancos más expuestos al ladrillo. Fue algo más comedido que el promedio y se arriesgó sin pasarse: junto con el BBVA y La Caixa, su banco es uno de los que demostró mejor salud financiera en las manipuladas y……. pruebas de estrés de la UE. 

Consciente de que lo vigilaban hasta durmiendo nunca hablaba de cosas importantes por teléfono. Por cierto, no utilizaba móvil de última generación. Sólo los asuntos más trascendentes son tratados con sus “vasallos” más cercanos a través de una red telefónica propia. Todo lo controlaba Paulita.  Antes de las reuniones importantes, sus escoltas hacían barridos de la sala para evitar grabaciones o sobresaltos. Era consciente de que la fortuna que manejaba y podía ser vigilada no sólo por sus competidores sino también por los servicios de inteligencia de cualquier país del mundo Mundial. Emilio Botín-Sanz de Sautuola y García de los Ríos, desde hoy, su obra será cuestionada y alabada, pero si algo hay de cierto es que no tiene nada de aburrida, posiblemente, algo descuidada.