La nueva cultura de España se basa en los pedos del cantautor catalán, Albert Pla

Hace unos meses, el Ayuntamiento de Gijón  suspendió el concierto que tenía previsto dar  el cantautor catalán,  Albert  Pla en el teatro Jovellanos  100%  municipal ante las declaraciones que hizo al diario  La Nueva España y, posterior mente ratificadas en otros medios. Dijo: “¿Si estoy a favor de la independencia de Cataluña?" Claro que estoy a favor, ¿quién quiere ser español? . A mí siempre me ha dado asco ser español, como espero que a todo el mundo. Me gustaría que los catalanes fuéramos independientes y que en Gijón se estudiara el catalán por cojones”.  A la pregunta en otro medio  de por qué se tiraba pedos ante el micrófono en  medio de los conciertos que daba fuera de Barcelona., Contesta: Tiene una lógica razonada, para protegerme de los malos espíritus que hay fuera de Cataluña. La verdad, no entiendo qué relación  hay entre pedo, concierto y malos espíritus. Últimamente lleva ingresado con problemas cardiacos como consecuencia de la altísimas dosis de droga a las que se somete. 

 El ayuntamiento, evidentemente,  fue tachado de fascista y también de confundir churras con merinas, porque a ver qué tiene que ver el arte con las opiniones del artista, porque a ver dónde se quedó la libertad de expresión.  Versión de una de sus fanáticas.  En cambio,  yo  opino con diferente criterio. “No, precisamente, creo que un pedo forme parte de la cultura nacional, único fin por el que se construyen los teatros con fondos públicos y que estando los ánimos como estaban ,  perfectamente, podían haber  puesto en peligro  la vida de los asistente /aforo (1.000 personas)

No  había oído en mi vida a  ese  indeseable  y tampoco le prestaré atención  en el resto de mis días. Se trata de una información de una usuaria  y que una vez corroborada publico en mi blog.

Tiene gracia el tema, hace unos días los mismos que llamaban fascistas  a la corporación del Ayuntamiento de Gijón,  solo que esta vez de facto. de hecho,  al margen de la Ley, por cojones,.  Había un  concierto ,. en este caso se trataba del  ballet   Sheketak  -tampoco les he oído en mi vida y lo que hicieron fue colocarse a las puertas de un teatro municipal y tratar de impedir la entrada del público. El ‘piquete’, huelga decirlo, era un poco más que ‘informativo’. Y el delito del ballet no es en este caso haber lanzado ningún exabrupto, el delito es su nacionalidad. Son israelíes. Oh, sí, lapidémosles, prohibámosles la entrada a nuestro país, que nosotros somos los inmaculados de  democracia mundial  y nos parece una vergüenza lo que está ocurriendo en Gaza. Y un horror y un crimen. Pues sí, pues claro que nos lo parece, pero los bailarines de Sheketak tienen tanto que ver en los bombardeos como  yo en la subida de IVA,  la bajada de los sueldos  o el rescate a los bancos. ¡Manda huevos¡

Muy a pesar de mi nombre, Juan Pardo, reconozco ser un profano  de la música acompañada  de pedos, pero si me  da la gana de opinar  que solo mermados somáticos,  masoquistas, añadidos de Crak y gente de mal vivir  pueden acudir a este tipo de conciertos. Seguro que Gaspar Melchor de Jovellanos, no hubiese acudido al concierto.