España, peor que ayer y mejor que mañana.

Españoles, ayer, en Catalunya

Ante una historia reciente poco afortunada en cualquiera y cada uno de los índices que han de marcar las pautas del presente, tristemente, observamos que la situación es susceptible de empeorar. El ciudadano, la persona, el pueblo está abatido.

Si ya es tarea bastante difícil presagiar el incierto futuro, no lo es tanto augurar que irá de mal en peor. El pueblo está cansado de mentiras, de mediocres políticas en el gallinero del congreso, de sinvergüenzas/testaferros de empresarios y banqueros en la platea.  Todos tenemos claro que PP y PSOE serán reducidos a la irrelevancia, no por bigardos, vagos, viciosos, mentirosos, farsantes, fuleros o atracadores del pueblo que lo son, sino por el cansancio y hastío reinante.

Si, si la situación es susceptible de empeorar. Derrotar, marginar al bipartido es coser y cantar. Pero, ¿Quién “sustituye” a esa banda de delincuentes?. ¿La banda en formación de una gran izquierda liderada por un coleta con aire de tonadillera? Solo un acto oficial y ya ha mentido por desconocimiento y por populista, “los eurodiputados, un pueden renunciar a parte de su sueldo ni donarlo al partido, art. 14 del est” Por cobrar está cobrando hasta Jiménez Villarejo y ha renunciado al escaño.  

Reducir la edad de jubilación a los 60 años.

Derecho a una pensión no contributiva universal con una cuantía igual al SMI entre 1.000 y 1.200 euros.

Por ejemplo, este año las pensiones contributivas alcanzarán los 117.000 millones y las cotizaciones sociales (de todos los regímenes) ingresarán 98.000 millones con tendencia a la baja.

Por todas estas contradicciones habría que preguntar a estos populistas del comunismo fracasado o bolivarianos de la corrupción, narco y crimen organizado de dónde y cómo harán frente a esas pensiones –de momento, solo voy a citar la promesa de las pensiones-  

De modo que solo nos quedan dos alternativas, seguir con lo que tenemos o apostar por la “gran izquierda” Si con la una ganas me dan de llorar con la otra ganas me dan de marcharme siempre al Este de la Península Ibérica (EPI)

A España, no le queda otro remedio que rescatar el dinero robado por la corrupción, dejar que la banca subsista con sus propios recursos –pagando sus impuestos correspondientes-,  cerrar por completo el grifo de autonomías, diputaciones y Ayuntamientos –todos a ingreso/gasto recurrente- y, por descontado, esto solo se consigue separando el poder judicial del político.