Por no estar aforados, perros y gatos, sus defecaciones serán consideradas como hecho delictivo.

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El Gobierno, en su afán recaudatorio y con la aprobación de las 17 autonomías, ordena a la chita callando que, los ayuntamientos,  denuncien a troche y moche a todos los propietarios de perros y gatos que defequen en  calles de pueblos y ciudades. Es curioso defecar y mear tiene el mismo importe de sanción, tampoco distingue entre perros y gatos. Posiblemente haya sido la única idea “decente” de Rajoy. Aunque, posiblemente, todo se quede en agua de borrajas ya que los animales están excluidos por Ley de la prohibición de ensuciar las calles. Otro decretazo y asunto arreglado.

El consejo de sabios de Moncloa pasa una nota a Mariano en la que dice: El propietario de animales, no puede modificar las franjas horarias de los usos y costumbres de estos, ¿Cómo saben los nuevos multadores de perros y gatos el horario de defecación de cada animal? El asunto aunque de consenso total, no va a resultar fácil el ámbito de su aplicación. Por otro lado, obligar al propietario de la  mascota a que cambie de hábitos se considera maltrato animal.

Peculiar posición por original de raza.

Según la comisión de expertos en mascotas, dichos animales empiezan a jiñar a partir de los dos o tres minutos de salir de casa. Todos no corremos igual y depende de la distancia entre donde estén domiciliados los perros y el parque más próximo, por lo que proponen cursos de formación perrunos con cargo a los dueños.

¡Manda huevos¡ con Mariano, en lugar de sancionar a sus propios y corruptos perros verdes, ordena la ejecución/sanción a  animales de compañía que, sin lugar a dudas, tienen más conocimiento de causa que los políticos  o perros ladradores de dos patas.

Prefiero que gobierne  el perro de mayor cagada a que lo hagan perros ladradores de dos patas al servicio de empresarios,  banqueros y gente de mal vivir.   

Y yo que pensaba que perros y gatos, también, estaban aforados. ¡La llevo clara¡