Gobierno débil, justicia a su imagen y semejanza.

La corrupción, en España, evoluciona favorablente. Antes nos escandalizábamos porque el Dioni se había llevado el dinero del furgón blindado de un banco y ahora, ni nos sorprende de que un banquero se lleve todos los furgones y cajas fuertes de las cajas y bancos políticos. Qué miedo teníamos al Lute y ahora, subvencionamos a la fundación Fascista, Francisco Franco. Su director se llevó todo el dinero de la Asociación Española para la lucha Contra el Cáncer, no ingresa en prisión y Rajoy le premia con subvenciones a repartir con el suegro de Galladón y Carmencita Franco. Por cierto,  en dicha fundación se ganan el pan con el sudor de su frente los terrorista vivos de la matanza de abogados de Atocha. ¡Manda huevos con Mariano¡ Al menos, Zp, les bloqueó dichas subvenciones.  

Los casos de corrupción, en España,  tienen tres fases bien definidas. En la primera nos escandalizamos, en la segunda nos aburrimos por lo interminable de la fase de instrucción y en la tercera nos preguntamos  ¿Qué fue de aquello?. Lamentamos que, al menos,  no se devuelva el dinero y cuando esperamos ver el ingreso en la cárcel del corrupto, nos sorprende con la petición de indulto. Cuanto más importante es el condenado, más posibilidades hay de que pida y le concedan dicha medida de gracia.. Ahora mismo, los condenados la semana pasada están preparando su estrategia para no ingresar en la cárcel. Entre ellos, los conocidos personajes Jaume Matas y José María del Nido, que el otro día hizo una "llorona" despedida del Sevilla CF.

Gallardón, ni se inmuta, pero bien sabe que el pueblo está bastante crispado. Sobre todo, en el caso de Matas, porque ha sido condenado a nueve meses de prisión que, como los empiece a cumplir, los termina antes de que el Consejo de Ministros decida. Por eso Matas pide que se paralice la orden de encarcelamiento, como se hizo con el exalcalde de Torrevieja y otros muchos. Este señor fue declarado culpable de prevaricación y falsedad documental, pero, como pagó las costas, la multa y la indemnización, el tribunal sentenciador entendió que procedía mantenerlo en libertad y ahora solo espera el indulto que le perdone para siempre. Lo mismo hará Matas. Del Nido lo tiene un poco más complicado, porque la sentencia es del Supremo, y la pena, de siete años de cárcel. De cualquier forma con 7 años tiene derecho a beneficios penitenciarios y a tercer grado Ar. 82, 83 u 86  aun  sin entrar en prisión. Tiene trabajo estable, hay poca unión familiar –lleva cinco mujeres  en los tres últimos años- pero eso se “apaña” y ningún peligro de fuga.  De modo que en cuanto la alarma social “desaparezca, Del nido estará en la calle.

El resto de los ciudadanos que delinquen, pero sin medios, quedan a expensas de su inocencia. Pueden solicitar el indulto, pero ya desde dentro de la cárcel. No pueden alegar razones humanitarias ni de arraigo ante el fiscal ni el tribunal sentenciador. Y en cuanto al desenlace, es una lotería: a un joven  ya reinsertado se lo dieron parcial, y un kamikaze que mató a una persona en la autovía y puso en peligro la vida de otras disfruta tan lindamente su libertad.

Esto no es seguridad jurídica dentro de la ciudadana. Pero créanme: se me hace muy duro que indulten a esta gente porque, como lo hagan, se habrá demostrado que hay una justicia para ricos. Y es lo que le faltaba a este país, otro “trancazo”.