¿Por qué no se legaliza, directamente, a ETA? Evitaríamos gastos y que nos tomen el pelo.

Sede del Constitucional

Ya no sabemos que es más ilegal, si el Tribunal Constitucional o Sortu. Como bien decía ayer, Esperanza Aguirre, ¿Qué leche pinta el TC, ni son magistrados, ni son profesionales y si son chupópteros puestos a dedo por los partidos políticos para joder a la humanidad y a la chita callando?.  Justo el 25 aniversario de la peor matanza de ETA (Atentado de Hipercor) el Tribunal Constitucional dicta una sentencia cargada de tintes políticos “legaliza a Sortu”,  son los últimos zarpazos de los socialistas, pero ¡qué mala leche tienen¡ Aunque en el fondo qué más da que se llame SORTU, que BILDU, Amaiur o, directamente, ETA. Pero como he dicho, anteriormente, solo tiene matiz político y si los españoles ya estamos bien jodidos por la ineficacia que los políticos, al menos, que dejen que sean los jueces, aquellos que han superado la licenciatura en derecho y judicatura quienes ocupen y tomen las decisiones en los puestos de mayor rango de la justicia en España. Un electricista nunca sabrá interpretar la Ley mejor que un Juez.  Evidentemente, sino fuese así estarían más de la mitad de la chusma política en la cárcel.

 A lo que vamos.  La ajustada votación del Supremo -estos si son profesionales, solo que nombrados por los políticos, normalmente desechos de la judicatura- favorable a la ilegalización ha tenido su réplica en otra apretada votación para resolver su legalización, un hecho que deja patente que el recelo y la desconfianza sobre estas sucesivas marcas de la izquierda abertzale permanecen instalados en la sociedad y también, cómo no, en los tribunales. Pero lo que ha venido a decir el Constitucional es que el recelo sobre lo que pueda pasar no puede prevalecer sobre la evidencia de lo que pasa, y que dejar fuera de la ley a un partido nuevo con unos estatutos limpios que se desmarcan de la violencia es una especie de ilegalización preventiva que vulnera la libertad de creación de partidos contemplada en la Constitución. Ya hay que tener cara dura.

María Emilia Casas, sin ser magistrada fue hasta  Enero/2011
Presidenta del TC estando imputada en un caso de conspiración
con la banda terrorista, ETA. Otra socialista en el poder y siguen.

    El Tribunal Constitucional establece un catálogo de situaciones que podrían provocar una ilegalización sobrevenida, una herramienta fundamental para combatir ese posible engaño del que recelaba el Supremo. En los meses en los que se ha fraguado esta sentencia, la izquierda abertzale ha regresado a las instituciones a través de Bildu y Amaiur, que también han hecho una apuesta formal por desmarcarse de la violencia. Ahora toca controlarlos, como a cualquier otra formación política, con la ley en la mano y con esta nueva sentencia del Constitucional que consagra las reglas del juego democrático. Si ellos las respetan estaremos dando un nuevo paso hacia el fin de la violencia, impensable cuando ETA en su locura criminal dejó un coche bomba en el garaje de Hipercor hace 25 años. 

Hoy ha manifestado la portavoz del CGPJ (No profesionales, ¡Manda huevos¡), Gabriela Bravo que si reconoce que ha llevado un duro revés la Justicia en España, pero que están estudiando la forma de evitar que pase en adelante. Dice,: “Se están estudiando unas fórmulas para el pago de dietas a los miembros y miembras de los tres grandes entes de la Justicia en España que irán en función de la categoría y la motivación”.  Esta es una socialista cuya única finalidad era inhabilitar a todos los jueces que no fuesen progresistas, o sea, los del PP.   Esta energúmena, por descontado, una de las fundadores del “”””sindicato””””  de jueces y fiscales, perfecta  escuela socialista; nunca pasó de Fiscal de apoyo y sin pasar por la escuela de Judicatura. O sea, fiscal, por obra y gracia del PSOE. Solo en 2011 cobró más en dietas que ganan 10 mineros en un año. Solo en un viaje a Valencia, su tierra, se embolsó 11.504 euros.  Viste, se pela y calza a lo María Teresa Fernández de la Vega.

ESPAÑOLES TENEMOS QUE ALZAD LA VOZ, NOS COMEN.