El milagro económico español. El PP deja el Gobierno con los mismos trabajadores que lo dejo Zapatero. ¿Éxito o fracaso?
El Partido Popular, en materia de empleo, se ha propuesto un objetivo muy infrecuente: pretende terminar su legislatura
con el mismo número de personas trabajando que cuando empezó. Si no fuera por
la gravedad del asunto, provocaría risa. Después de cuatro años gobernando, la
máxima aspiración del PP es dejar el nivel de empleo que había con Zapatero, posiblemente, el peor político de la historia de España.
¿En qué consiste lo
que Rajoy llama "el milagro económico español"? ¿Cómo es posible presumir de
gestión económica, de política de empleo o de reforma laboral, cuando el resultado
final es que no se habrá creado ningún empleo neto después de cuatro años de
gobierno?
No sería malo recordar lo que decía
el PP cuando era la oposición del Gobierno de Zapatero: era el responsable de
la recesión de la economía española, pero, sobre todo, el culpable de la
destrucción de puestos de trabajo, el presidente del paro que dejó a España en
una situación insostenible. Por eso resulta desconcertante el actual objetivo
del PP: ¡volver a los niveles de empleo que les dejó Zapatero!
Lo peor del caso es que ni siquiera serán capaces de alcanzar
este objetivo mediocre. Los datos están ahí, a pesar de la demagogia del
Gobierno: en agosto del 2015 hay 319.618 afiliados menos a la Seguridad Social
que en agosto del 2011. Esta cifra de destrucción de empleo es todavía peor si
se utiliza la información más reciente de la EPA, la estadística más fiable
sobre el mercado de trabajo: según los datos del segundo trimestre del 2015,
hay 756.200 personas menos trabajando que en el mismo trimestre del 2011. En
ese mismo período, el número de parados aumentó en 304.800 y, si no lo hizo
más, se debió a que la población activa se redujo en 451.000 personas, muchas
de ellas camino de la emigración.
Es evidente, por lo
tanto, que cuando Rajoy convoque las próximas elecciones habrá menos gente con
empleo en España que cuando ganó las del 2011. Eso solo se puede calificar como
un enorme fracaso. El empleo era en el 2011 -y lo es en el 2015- el principal
desafío de la sociedad española, por eso el balance de la legislatura del PP es
un absoluto fiasco. Hemos perdido cuatro años porque acabamos peor de lo que
estábamos al iniciar la legislatura.
El fracaso se agrava si
ponemos el foco en la calidad del empleo. Con su reforma laboral, Rajoy ha cambiado
empleo estable con jornada completa por empleo temporal con jornada parcial, ha
devaluado los salarios, ha facilitado y abaratado el despido, ha recortado los
derechos laborales. Eran sacrificios necesarios, nos decía, para volver a crear
empleo, para acabar con la nefasta herencia de Zapatero. Todo ese sufrimiento
para nada. Un brutal deterioro de las condiciones laborales, que apuntan a un
cambio en el modelo social, que no ha servido para crear empleo.
Las terribles cifras de
paro fueron una de las razones fundamentales de la derrota del PSOE en el 2011.
Ahora, el PP se presenta con datos todavía peores. ¿Qué es lo que va a decir la
ciudadanía? Yo creo que ganará, pero por inexistencia y bigardería de la oposición, no por méritos propios.
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