Votar a Pedro Sánchez o Pablo Iglesias, si se presentan; posiblemente, sea un crimen de lesa humanidad.
El metrosexual y la izquierda marginada de sexo. |
Aún estamos esperando
una explicación del líder socialista, Pedro Sánchez, sobre su voto favorable a
la compra del Banco de Miami por parte de Bankia y su decisiva aprobación sin
avales de 260 millones de euros a Díaz Ferrán.
Pero estos son los
números del PP a día de hoy. Después de Grecia, España es el país de la UE con
el mayor problema de desempleo: una cifra enorme de desempleados agravada por
el insoportable peso del paro de larga duración y el bajo nivel de protección.
Por lo tanto necesitamos más recursos que nadie para incentivar la creación de
empleo, ayudar de forma especial a los que por sus características se van a
quedar al margen de la recuperación y proteger a las personas que no son
capaces de encontrar empleo. Por eso es indignante el recorte en 5.071 millones
de euros en el presupuesto para el 2016 del SEPE
En el colmo del
cinismo, el Gobierno del PP presume de este recorte diciendo que se debe a la
reducción del paro, gracias a su milagro económico. Pero eso no es cierto, tal
y como demuestran las cifras oficiales. En junio del 2011 había en España
4.121.801 parados registrados. En junio del 2015 hay 4.120.300, casi
exactamente las mismas. Sin embargo, hay 578.320 personas menos cobrando
prestaciones por desempleo y el gasto en protección se ha reducido en 10.723
millones de euros. Es evidente, por lo tanto, que no estamos ante un ahorro
sino ante un durísimo recorte. Las razones por las que el gasto en desempleo se
desploma desde que gobierna Rajoy son otras: la expulsión del sistema de protección
de mucha gente y la pérdida de calidad de la prestación.
Poco tienen que agradecerle a Dios. |
Empezando por este
último factor, el gasto medio por beneficiario en junio del 2011 era de 901
euros/mes, mientras que en el mismo mes del 2015 es de 763 euros: una reducción
de 138 euros que equivale a una pérdida nominal del 15 %. Esta caída de la
cuantía media se debe a dos razones. La primera es que las prestaciones
contributivas, las de más calidad, tienen un peso cada vez menor: en el 2012
las cobraban uno de cada dos parados con prestación y ahora solo uno de cada
tres. Al ganar peso las prestaciones asistenciales, que son de 426 euros/mes en
el caso general, el gasto medio se reduce. La segunda es que también se ha
reducido la prestación contributiva, que pasa de 855 euros en el 2011 a 801
euros en el 2015, como consecuencia de los recortes aplicables con el RDL
20/2012.
El otro factor que
reduce el gasto es la intensa reducción del número de personas protegidas, esto
es, la expulsión de cada vez más gente del sistema, tal y como refleja la tasa
de cobertura, que se ha reducido el 20 % desde el 2011. En cifras absolutas,
ahora hay 1.959.907 parados sin prestaciones mientras que hace cuatro años eran
1.381.587. Ese es el verdadero milagro del Gobierno: deteriorar la calidad de
la protección al desempleo, algo intolerable en un país en el que, según la
EPA, solo uno de cada cuatro desempleados cobra prestaciones.
Los parados están
pagando la crisis dos veces, primero perdiendo su empleo y después soportando
un durísimo recorte de las políticas de empleo, que dificulta la vuelta al
mercado de trabajo de los que tienen una menor empleabilidad y condena a la
exclusión social a todos los que pierden el derecho a las prestaciones. Que el
Gobierno presuma de esto es un insulto a los que peor lo están pasando, tal
como lo verbalizó una diputada del PP en el Congreso de los Diputados.
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