Isaac Nahón Serfaty, profesor en la Universidad de Ottawa, Canadá.
Para blog de Juan Pardo.
En los años 50 y 60 del
siglo XX los judíos del norte de Marruecos, sefardíes hispanohablantes, usaban
la palabra clave “Bilbao” para referirse al Estado de Israel. En las cartas que
enviaban a sus familiares informaban que algún conocido se había ido a
“Bilbao”, para decirles que había emigrado al Estado judío. En la Guerra de los
Seis Días en 1967 comentaban el conflicto refiriéndose a la “situación en
Bilbao”.
El uso del código “Bilbao”
respondía a la preocupación de mencionar abiertamente la palabra “Israel” en un
contexto hostil a la “Entidad sionista” (uno de los términos preferidos de la
propaganda anti-israelí), como lo era el Marruecos que se identificaba con la
causa árabe del momento. La prudencia judía, resultado de siglos de
antisemitismo que los sefardíes conocieron en múltiples ocasiones en carne
propia desde que fueron expulsados de España en 1492, obligaba a ser discretos
con respecto al país de los hebreos.
El antisemitismo adopta hoy
nuevos rostros. Después del Holocausto se hace cuesta arriba manifestar
abiertamente el odio a los judíos, particularmente en Europa, escenario de la
barbarie nazi y de otros horrores contra el pueblo hebreo. La palabra código en
estos días para canalizar el antisemitismo es “sionismo” o “sionista”, el
“Bilbao” de los progres antijudíos para descalificar a personas e instituciones
identificadas con el Estado de Israel.
Ha pasado recientemente con
la decisión de los organizadores de un festival de música de vetar al cantante
estadounidense judío Matisyahu por “sionista” y por “’la indisponibilidad’ del
artista a la hora de pronunciarse sobre el derecho del pueblo palestino” (El
País, 15 de agosto, 2015). No sorprende, sin embargo, que este incidente haya
ocurrido en España, país en el que el antisemitismo prevalece, como lo han
mostrado varios estudios de opinión. Fue en el marco del festival de música
reggae Rototom Sunsplash, cuyos organizadores anularon el concierto del
cantante hebreo debido a la presión ejercida por BDS País Valencià (Boicot,
Desinversiones y Sanciones), asociación que hizo una campaña contra Matisyahu
acusándolo de “sionista” y de "justificar un Estado -Israel- que practica
el apartheid y la limpieza étnica".
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