Ahora resulta que el
presidente francés, Hollande está cagado
de miedo y carga por falta de reponsabilid contra los editores de la revista
¿Por qué no lo hizo hace tres semanas que el caricaturizado era el Papa de
Roma, Benedicto XVI. La Liga Árabe habla de “provocación y bajeza”. Y en un
alarde de desprecio por los más elementales derechos, el Secretario General de
la ONU Ban Ki-Moon ha dicho que la publicación de las viñetas supone un “abuso
de la libertad de expresión”. El Budista con enfoque confucionista, Ban Ki-Moon,
parece no enterarse que a media hora de su domicilio matan a bebes y no pone el
grito en el cielo.
No hay duda por
evidente de que las caricaturas del
Charlie Hebdo no van a sentar bien en una parte del mundo musulmán. Y en ese
sentido no parece que su publicación, en vista de los sucesos de Bengasi, sea
lo más deseable para calmar los ánimos del integrismo religioso. No me cabe la
menor duda de que, allá donde se pueda, sería deseable evitar el enfrentamiento
y fomentar el diálogo entre distintos puntos de vista. Pero ni siquiera esto
puede blandirse como valor absoluto. En ocasiones puede ser preferible afrontar
el conflicto en vez de evitarlo cuando se trata de combatir a quienes no
respetan derechos tan fundamentales como la libertad de expresión..
Nunca sabremos si lo que ha hecho el director del Charlie
Hebdo es lo más oportuno pero tiene toda mi solidaridad. Lleva años viviendo
con escolta y los integristas ya han atentado en otra ocasión contra la sede de
la revista. Se podrán lamentar las consecuencias que con toda seguridad se van
a derivar de la publicación de las viñetas, pero de ello solo son responsables
quienes desprecian la libertad de expresión. A nadie en su sano juicio se le
habría ocurrido pedir a los miembros del PSE o del PP vasco que no dieran su
opinión sobre lo que sucedía en Euskadi hace unos años para no ser asesinados
por el fanatismo de ETA. Más allá de estar o no de acuerdo con las opiniones,
el derecho a expresarlas está por encima de cualquier consideración política,
religiosa o social.
Es más que
sorprendente que los dirigentes de Occidente se llenen la boca con aquello de
la “guerra contra el terrorismo” para justificar auténticas atrocidades y no
sean capaces de respaldar el derecho de sus ciudadanos a opinar o a hacer
sátira del fanatismo religioso. E incluso mucha de la progresía que en nuestro
país se indignaba hace unos meses por el juicio a Javier Krahe por su video “Cómo
cocinar un crucifijo”, hoy se rasga las vestiduras en nombre del
multiculturalismo por la publicación de unas caricaturas en Francia. Hablan de
provocación del semanario francés. Y cada vez que lo escucho me vienen a la
mente aquellos jueces cavernarios que absolvían al violador porque había sido
“provocado” por el escote o por el tamaño de la falda de la víctima.
Nadie ha explicado mejor la cuestión que el propio Stéphane Charbonnier,
director del Charlie Hebdo: “Si nos planteamos la cuestión de si tenemos
derecho a dibujar o no a Mahoma, de si es peligroso o no hacerlo, la cuestión
que vendrá después será si podemos representar a los musulmanes en el
periódico, y después nos preguntaremos si podemos sacar seres humanos… Y al
final, no sacaremos nada más, y el puñado de extremistas que se agitan en el
mundo y en Francia habrán ganado”. Que queréis que os diga, me parece de una
sensatez aplastante. Yo también me río de Mahoma y de los gilipollas que lo
leen.
Son radicales y no quieren convivencia con el resto del mundo, ni respetan las creencias ni las costumbres de los demás.
ResponderEliminarPor otro lado a la gente que no le cuesta nada meterse y ofender la religión católica y todo lo que conlleva lo hacen porque saben que se van a ir de rositas", pero no se atreven a meterse con la religión musulmana porque saben que les puede costar la muerte si los pillan.
La verdad juan hay tanta tonteria en el mundo ,y esta clase de gente ya podría abrirse un poco mas y dejarse de tanto tonteria
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