Un vuelo en Falcon La Coruña/Santiago de Compostela, de siete minutos de duración, sólo puede disfrutarlo y llevarlo a cabo un poderoso desaprensivo.
Han
llegado a denominarle Chulo del Sistema. Me escandalizo y protesto. Se
ha limitado a usar el Falcon en un vuelo transgalaico. Un vuelo urgente e
imprescindible. Desde La Coruña a Santiago de Compostela, por autopista
y respetando los límites de velocidad establecidos por Tráfico, se
cubre la distancia en apenas cuarenta minutos. De esos cuarenta minutos,
el transgalaico rebajaría, como poco, cinco minutos, porque su coche y
posterior comitiva están a salvo de una multa de la Guardia Civil, por
una circunstancia incontestable. Son los guardias civiles de Tráfico los
que abren el carril izquierdo para que Sánchez vuele sobre el asfalto.
Creo que los kilómetros a cubrir no llegan a 74. Más o menos la
distancia que separa Madrid de Buitrago del Lozoya. Sucede, y supone un
gran inconveniente para Sánchez, que no hay aeropuerto en Buitrago del
Lozoya y resulta imposible intentar un vuelo transmadrileño. El Falcon,
por hábiles que sean los pilotos del Ejército del Aire, no está
capacitado para detenerse en pleno vuelo con el fin de no dejar atrás
las pistas del aeropuerto. Y como –lo repito–, Buitrago de Lozoya carece
de aeródromo, si Sánchez desea acudir a un acto de su partido, habría
que construir previamente una pista de aterrizaje. Y ese inconveniente
es el que tiene consternados a los socialistas de Buitrago de Lozoya,
que por muchos actos que organicen, jamás Sánchez se molestará en
presidirlos, por falta de aeropuerto. Es cierto que en los entornos del
embalse del río Lozoya, hay prados planos y aprovechables para
aterrizar, si bien no recomendables por la presencia de ganaderías de
vacuno en todos ellos, y hasta ahí podíamos llegar. Pero La Coruña y
Santiago de Compostela tienen aeropuertos, y esa realidad conlleva la
posibilidad de despegar de uno para aterrizar en el otro. Por otra
parte, mis asesores en contaminación atmosférica y cambio climático me
aseguran que un avión ensucia más el aire con queroseno despegando que
aterrizando. Y que Cerdán, por teléfono, fue el que le recomendó siempre
que el avión despegara en La Coruña y no desde Santiago.
—Presidente mío. No importa contaminar el aire en una aeropuerto costero. Los vientos de la mar limpian el ambiente.
—Me tranquilizas Cerdán, que sabes muy bien lo mucho que me afecta la contaminación.
—De
haber volado al revés, presidente mío, te habría recomendado el uso de
los treinta coches que llevas en tu comitiva por la autopista. Porque el
aeropuerto de Santiago no está en la costa, y la porquería permanece en
el aire mucho más tiempo.
—No sé lo que haría sin tu apoyo, sabiduría y consejo, Cerdán.
De
tal modo que el transgalaico despegó de La Coruña y, siete minutos más
tarde, aterrizó en Santiago de Compostela. Más que un vuelo, un salto.
Más que un salto, un brinco. Más que un brinco, un sube y baja divertido
y carísimo. Pero necesario, aunque algo de motivo tienen los que opinan
que es un chulo del sistema, un hortera derrochador y un cobarde. Por
tierra puede recibir toda suerte de desprecios y abucheos, pero las
nubes no abuchean, y esa es la ventaja. Se contaminan, pero no le llaman
«traidor, sinvergüenza» y otras cosas. Las nubes son muy correctas en
ese sentido.
Un
vuelo en Falcon La Coruña/Santiago de Compostela, de siete minutos de
duración, sólo puede disfrutarlo y llevarlo a cabo un poderoso
desaprensivo. Entiendo que resulte imposible reunir 38 millones para
aliviar a los enfermos de ELA. También, con diferentes vuelos diarios
entre Madrid y Santander, Yolanda Díaz embarcó en otro Falcon porque así
le salió de sus desencuadernadas posaderas. Lo que hiciera en Santander
no me importa, porque este artículo lo escribo desde Madrid y no me
alcanzan los malos efluvios. Además, Yolanda se niega a explicar sus
derroches textiles y volanderos, y para qué llevarse una desagradable
sorpresa.
Pero de vuelta al vuelo de siete minutos del transgalaico, un último desahogo.
¿Se puede ser más chulo del dinero público y más hortera?
No.
Comentarios
Publicar un comentario