El hermano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, nos cuesta a los españoles más que 10 ministros.
Investigación
El hermano de Sánchez teletrabaja desde Portugal para la Diputación de Badajoz alegando productividad
El Debate localiza a David Sánchez Pérez-Castejón residiendo en una colonia portuguesa de chalets
La Diputación de Badajoz subió el sueldo al hermano de Sánchez y triplicó su presupuesto justo antes de las municipales
La ópera del hermano de Sánchez que costó 130.000 € de fondos europeos sólo ha recaudado 2.000 € en entradas
David Sánchez Pérez-Castejón, hermano del presidente del Gobierno,
Pedro Sánchez, solicitó a sus jefes de la Diputación de Badajoz, donde
gobierna el PSOE, la posibilidad de teletrabajar desde su domicilio
alegando razones de productividad. Tal y como ha podido saber El Debate
en exclusiva, la corporación provincial dio luz verde a su solicitud
hace varios meses y, desde ese momento, el hermano de Sánchez reside en
la ciudad portuguesa de Elvas, próxima a la frontera española.
«Sí,
este es su sitio, sí. Pero no está aquí». Así responde al teléfono una
funcionaria del área de Cultura de la Diputación de Badajoz. En su lugar
debería de haber descolgado la persona a la que está asignado ese
dispositivo móvil, David Azagra, el pseudónimo que utiliza el hermano de
Sánchez. Desde hace varios meses cuenta con despacho propio en la
planta noble del palacio de la provincia, aunque hace tiempo que sus
compañeros no le ven por allí. El habitáculo, de cinco metros cuadrados,
está con la luz apagada. Cuenta con una ventana que está con la
persiana echada pero desde fuera, al ser la puerta de cristal, se puede
observar un escritorio totalmente vacío. No hay papeles ni carpetas. Tan
sólo un ordenador apagado.
A
metro y medio del despacho de David Sánchez hay desplegado un cartel
con el logo de la oficina musical pública que dirige. En él se puede
leer: « . La ópera está más cerca de lo que piensas». En
cambio, nadie sabe nada de él. «Desde antes de verano ya no le vemos por
aquí. Viene puntualmente a alguna reunión pero suele teletrabajar. Se
ha pasado varios meses centrado en una ópera que ha estrenado hace
poco», nos cuentan. La obra en cuestión es La paz perpetua que, como ha publicado El Debate, ha sido financiada con fondos europeos. Costó 128.080 euros y tan sólo reportó 2.000 euros en entradas.
En
2017, cuando el hermano de Sánchez aterrizó en Badajoz tras ser
contratado como personal de alta dirección por la diputación, en manos
de los socialistas extremeños, se alquiló un apartamento de 120 metros
cuadrados en el caso histórico de la ciudad. La fachada del edificio, de
tan sólo cuatro viviendas, es de color naranja. La vivienda se
encontraba muy próxima al lugar donde en aquel momento tenía su puesto
de trabajo, el Conservatorio Superior de Música Bonifacio Gil, ubicado
en la Plaza Soledad. En septiembre de 2020 pidió una excedencia de un
año y al volver planteó a sus jefes la posibilidad de trabajar desde su
nuevo domicilio.
Durante
su retiro aprovechó para mudarse. Lo hizo fuera de España.
Concretamente Elvas (Portugal). Allí ha sido localizado por El Debate
residiendo en una pequeña colonia de chalets adosados de reciente
construcción. En ese lugar, a diferencia de lo que ocurría en Badajoz,
pasa totalmente desapercibido. Antes de su cambio de residencia apenas
se dejaba ver en sitios públicos. Pero cada vez que eso ocurría se hacía
notar. Quienes han coincidido con él alguna vez lo describen como una
persona discreta y poco habladora. Sin embargo, todos sabían que es el
hermano del presidente del Gobierno.
El hermano ruso de Sánchez
Durante
el tiempo que trabajó en el Conservatorio, cada mañana, al mediodía,
visitaba una cafetería cercana de estilo dadaísta. Accedía al local a
media mañana, pedía un té y se sentaba en una mesa que hacía esquina
entre una pared del local y el escaparate del café. Sacaba su portátil
de un maletín y se ponía a hablar por Skype «en un ruso fluido», tal y
como cuenta un testigo de muchos de esos desayunos a El Debate. David
Sánchez no tenía fibra óptica en el apartamento del casco histórico y
aprovechaba el té mañanero para hacer las tareas digitales que no podía
hacer en su casa. La capacidad de hablar ruso del hermano del presidente
le viene de lejos. Como ha contado el propio jefe del Ejecutivo en su
último libro, Tierra firme.
«He
tenido la ocasión de conocer Rusia de cerca gracias a mi hermano. Es
músico profesional y habla ruso con fluidez, porque de muy joven tomó
una decisión valiente que siempre he admirado. Él estudió Económicas,
pero, al acabar la carrera, estando ambos sentados a la mesa con mis
padres, un buen día nos dijo que quería dedicarse a la música y que iba a
marcharse a San Petersburgo a estudiar. Nos contó que había decidido
apostarlo todo a la música. Dicho y hecho. No conocía a nadie y no
hablaba el idioma, pero no se arredró por ello. Desde Madrid, contactó
con el conservatorio de la ciudad y consiguió que lo admitieran», afirma
Sánchez. Su hermano vivió en el país de Putin durante ocho años.
A
pesar de la experiencia internacional que Sánchez atribuye a su
hermano, al regresar a España no logró que ninguna compañía musical lo
contratara. Por este motivo, se presentó a una plaza que licitó la
Diputación de Badajoz. La corporación sacó el puesto en 2017 a concurso y
lo ganó él. Las bases de la plaza no exigían ni siquiera el título de
profesor de música y no llegó ni a conformarse un tribunal para su
evaluación, tan sólo una entrevista personal que se llevó a cabo en el
despacho de una diputada provincial del PSOE.
Este
periódico ha desvelado durante la última semana que el Gobierno ha
firmado un acuerdo para inyectar fondos europeos en la oficina musical
que dirige el hermano del presidente. También que, en los últimos
presupuestos provinciales, el presidente de la Diputación, el socialista
Miguel Ángel Gallardo, ha acordado triplicar el presupuesto
de la oficina musical de David Sánchez –que ha pasado de 100.000 euros
anuales a los 350.000 euros al año–, subirle de categoría profesional al
pasar de coordinador a jefe y aumentarle el sueldo un 22 %.
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