Pedro Sánchez aumenta el gasto público hasta el 25%, máximo histórico en la UE. ""Dinero electoral""
Por otro lado somos el
cuarto país con peores servicios.
Los expertos aconsejan bajar
los impuestos y revisar la eficiencia de las Administraciones Públicas para
bajar su coste sin perder servicios
El presidente del IEE, Íñigo
Fernández de Mesa, la vicepresidenta del CGE, Amelia Pérez Zabaleta, el
presidente del CGE, Valentí Pich, y el exministro Jordi Sevilla. Consejo
General de Economistas de España.
España es el país de la
Unión Europea que más ha elevado el gasto público en porcentaje de PIB, según
los últimos datos de la oficina estadística europea, Eurostat. Junto con
Grecia, nuestro país tiene el amargo récord de ser la economía que más aumenta
sus desembolsos pese a que el Gobierno renuncia a bajar los impuestos. El
incremento ha sido del 24% en ambos países en el último año del que existen
datos oficiales (2020).
Por este motivo, crece el clamor
de los economistas para repasar la eficiencia del gasto público y contener los
impuestos, máxime en un contexto de inflación récord (8,7%), incertidumbre por
el impacto de la guerra en Ucrania, y con un pacto de rentas detenido.
En este sentido se
pronunciaron este martes los expertos del Consejo General de Economistas de
España. Apuntaron los analistas su preocupación por las elevadas cifras de
déficit -que en su componente estructural ya rebasa el 4%- y deuda pública, en
el 117,7% del PIB a cierre de marzo.
Subida del gasto superior a
la media
Si bien España no es el país
con más gasto público de la UE, sí es el que más lo eleva. En Francia asciende
al 61,6% del PIB frente al 52,4% español. Pero Francia lo ha incrementado en un
11% y España en un 24% en 2020, último dato disponible. La media de aumento del
gasto en la Unión Europea y en la eurozona es del 14%, diez puntos inferior, y
en ella se sitúan Bélgica y Países Bajos. Por debajo están los aumentos de
Francia, Italia, Alemania, Irlanda y Portugal, entre otros.
El exministro de
Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, y el presidente del Instituto de
Estudios Económicos (IEE) y vicepresidente de CEOE, Íñigo Fernández de Mesa,
departieron en el encuentro sobre la política fiscal que más conviene al país
en esta tesitura de crisis de precios.
Ambos remacharon la
necesidad de evaluar la eficiencia del gasto público al margen de la situación
coyuntural. De hecho, según un estudio del IEE, España puede ahorrarse 60.000
millones de gasto -lo que supone una bajada del 14%- revisando las fugas
ineficientes y sin afectar en modo alguno a servicios como la Sanidad y la
Educación.
El gasto en pensiones
alcanza en mayo la cifra récord de 10.810 millones, un 4,8% más
El presidente del Consejo
General de Economistas, Valentí Pich, ha recalcado que es necesario adecuar los
Presupuestos Generales del Estado a la realidad actual y establecer sistemas de
evaluación y control del gasto para evitar desvíos hacia partidas superfluas y
acometer de manera realista la disyuntiva sobre la revalorización de las
pensiones.
Jordi Sevilla fue
especialmente claro en sus manifestaciones sobre la necesidad de replantear el
gasto público, como el Banco de España ha recomendado al Gobierno y como la
Comisión Europea ha advertido que ha de hacer el gabinete económico de Pedro
Sánchez.
Las empresas privadas del
sector turístico español apenas reciben el 0,92% de los fondos europeos
«Mejorar la eficiencia del
gasto público no significa reducirlo», proclamó Sevilla, sino asignarlo mejor y
eliminar partidas improductivas. De hecho, ejemplificó cómo el Ingreso Mínimo
Vital (IMV) no llega a sus beneficiarios potenciales por mala comunicación de
la posibilidad de obtenerlo.
Subir impuestos no es el
camino
Fernández de Mesa conminó a
mejorar la eficiencia del gasto público y señaló que «las subidas impositivas
no son un mecanismo adecuado de consolidación fiscal, ya que -en muchos casos-
terminan suponiendo un efecto contrario al deseado, con un mayor incremento del
déficit y la deuda, así como una pérdida de competitividad de la economía».
En este sentido, apuntó que
la mejora de la calidad del gasto público provee de mayores recursos para el
sector privado, mejora las condiciones de financiación para la inversión,
favorece menores niveles de economía sumergida y reduce la desigualdad.
La vicepresidenta del
Consejo, Amelia Pérez Zabaleta, apunta que el gasto desplegado en España a
consecuencia de la Covid ocasionó que la partida superara el 50% del PIB, es
decir, la mitad de la riqueza anual generada por empresas y trabajadores. Y
Pich destaca que es preciso realizar un ejercicio de reflexión sobre los
riesgos que puede suponer para la economía nacional en su conjunto mantener
altas tasas de gasto de manera persistente.
Comentarios
Publicar un comentario