Las elecciones de Octubre en Sudamérica, deciden el bienestar de media América..#Sisepuede Argentina, Uruguay y Bolivia irán a las urnas.
Si hay cambio en Bolivia, si
Macri gana en Argentina y Uruguay deja de ser la capital bolivariana. E cono
Sur podrá ver horizontes de bienestar. Es un octubre donde al menos dos
elecciones mostrarán, en el transcurso de una semana, una tendencia de para
dónde vamos.
El 20 en Bolivia, el 27 en
Argentina y Uruguay. Octubre será un mes de definiciones en el Cono Sur de
América Latina. Con crisis política, de corrupción y económica en la mitad de
los países de la región, las definiciones de estos países pueden ser cruciales en
inclinar América Latina hacia la recuperación de la democracia o la
profundización de su debilidad.
Venezuela, Nicaragua, Perú,
Paraguay, Colombia, Salvador, Honduras, Argentina y ahora Ecuador en crisis
económica, política de corrupción, o simplemente ya dictaduras declaradas, dan
cuenta de la miseria de una democracia en crisis del centro Sur de América..
Una larga y reciente visita
a la Argentina me deja las cosas muy claras. En la Argentina de Mauricio Macri,
primera alternancia contemporánea del peronismo, se construyó una tormenta de
proporciones.
No dejé de hablar con
colegas encuestadores, recogiendo las razones muy concretas por las cuales los
encuestadores serios están haciendo encuestas, pero no las están publicando. El
fracaso de todo tipo de sondeos no presenciales, de bajo número de entrevistas,
baratas, sin controles de rigor, consolidó la pérdida de credibilidad de ese
instrumento en la última elección primaria recién celebrada.
No son las “encuestas” las
que fracasaron, sino una política de hacer encuestas baratas y publicar todo lo
que sea número. El método sigue siendo válido y está intacto, solo que cuando
se mezcla la comida rápida con la de mantel blanco, la gente elige la comida
rápida de baja calidad. Las encuestas electorales son como los chefs de tres
estrellas, hay que tener excelencia, presupuesto y seguir el rigor científico
para acertar. Pues bien, esas encuestas que no se publican están diciendo que
no habrá segunda vuelta y que la participación electoral será de las más altas
de la historia.
El gobernador electo no
mencionó a Macri en su discurso de aceptación, si bien pertenece al
conglomerado que lo apoya. ¿Se levantará el radicalismo a nivel nacional en
este proceso electoral? Por otra parte están las otras gobernaciones, Tucumán,
por ejemplo, donde el gobernador Juan Manzur, exministro de CFK (se dice que
será la mano derecha de Alberto Fernández), ya está haciendo viajes por el
mundo para presentarse internacionalmente. Nunca hay que olvidar que Argentina
es la suma de sus gobernaciones (no un país centralista como Chile), donde los
gobernadores son reyes de su región. Sin su venia no se puede gobernar.
Así, Argentina se prepara
para una nueva reeleción con presidente no peronista y con muchas posibilidades
de sentar de una vez por todas la transparencia y el desarrollo deseado por “las
personas”.
Cristina Fernández de
Kirchner se enfrenta a una diversidad de procesos judiciales. Ella, Cristina
depositó su dinero a su hija Florencia, involucrándola en las acusaciones de
corrupción que tiene CFK. La hija hoy está con depresión, anorexia y peligro de
suicidio en Cuba, donde es atendida médicamente. Cristina a su lado se salta la
campaña presidencial. El reclamo de su hija dice que le cargó todo el dinero a
ella, y dejó libre a su hermano Máximo para que siguiera la carrera política.
No es el único hijo del Kirchnerismo que sufre la misma suerte. La justicia
argentina hoy persigue también a los hijos como consecuencia.
Cabe la duda respecto a si
todo esto que llaman “peronismo” es peronismo o, simplemente, la utilización de
un nombre para una izquierda muy diversa y personalista. Si eso fuera así,
estamos ante el nacimiento del “fernandismo”, que sin duda intentará quedarse
con el imaginario del pueblo, para lo cual tiene que desmantelar el
“cristinismo”. Perón ha sido instrumental en la perpetuación de una política de
personalismos, que a lo mejor dejaron de ser peronistas para ser ellos a su
favor hace mucho tiempo. Solo que no se ha declarado como tal.
Eso nos lleva al
personalismo de Bolivia, que tiene al presidente, que perdió el plebiscito para
ser reelecto, corriendo para ser reelegido por cuarta vez. ¿Otro presidente más
de la región que cree que solo él puede gobernar bien su país, y que no se
puede ir porque se descubrirá todo lo ilícito que ha hecho? ¿Acaso no es la
élite latinoamericana la que con sus egos y personalismos malogra a la
democracia? ¿Es posible que la democracia persista con ese nivel de
personalismo donde un presidente le pide a las cortes que le den la
autorización de reelegirse incluso después de haber perdido un plebiscito? Evo
Morales dicen que ganará en la primera vuelta, pero perderá segunda.
En Uruguay, el país más
democrático de la región y con la menor cantidad de conflictos, están a punto
de elegir a Luis Lacalle, un político parlamentario, hijo del expresidente
homónimo, de una familia política de larga data. Una elección competitiva como
ha habido pocas en ese país, muy reñida.
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