La sentencia del Supremo -política- a los rebeldes independentistas es light. Vila, Mundó y Meritxell quedarán libres el Lunes.
El tribunal que ha juzgado
la causa del procés ha acordado por unanimidad condenar a sus principales
responsables por delitos de sedición y de malversación y descartar la acusación
de rebelión que formuló la Fiscalía. Fuentes jurídicas han confirmado esta
decisión de los siete magistrados de la Sala de lo Penal del Supremo que
componen el tribunal, que inicialmente tenía previsto comunicar el fallo el
próximo lunes 14, aunque no se descarta que ahora la sentencia pueda
retrasarse. A falta de que se concreten las penas individualizadas -que irán
escalonadas en función de la participación de cada uno de los acusados en el
procés-, los magistrados han decidido que no se han cumplido los requisitos
para condenar por rebelión.
Su conclusión se acerca a
las tesis de la Abogacía del Estado, que en sus escritos de acusación sostuvo
que los hechos ocurridos en Cataluña en otoño de 2017 no acarrearon la
violencia suficiente para encajar en el tipo de rebelión. Esa es la diferencia
clave entre el delito de rebelión? por el que apostó la Fiscalía- y el de
sedición, que castiga con penas de hasta 15 años de prisión a quienes, sin
estar comprendidos en el delito de rebelión, se alcen pública y
tumultuariamente para impedir, por la fuerza o fuera de las vías legales, la
aplicación de las leyes. Para la Fiscalía, el procés fue un «golpe de Estado»
que buscó liquidar la Constitución con violencia suficiente, pero la Abogacía
cree que ésta no fue «elemento estructural» del plan. La Sala también ha
decidido condenar al exvicepresident Oriol
Junqueras y a los exconsellers presos (Joaquim Forn, Josep Rull, Jordi Turull y
Raül Romeva) por malversación de caudales públicos. No así a los otros tres
acusados, los exconsellers Santi Vila, Carles Mundó y Meritxell Borràs, que
previsiblemente serán condenados solo por desobediencia, un delito que no
acarrea pena de cárcel.
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