Puigdemont y su banda utilizarán a niños como «escudos humanos», para presionar la apertura del colegio

Resultado de imagen de niños en las escuelas de Cataluña

La Fuerzas de Seguridad informan que los independentistas quieren colocar a menores en las puertas de los colegios como medida de presión para evitar que los agentes cierren los centros donde la Generalitat ha llamado a votar. Ya hay más de 200 colegios “repletos 3 de nenes con sus padres e incuso alquilados.

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, recibió ayer en el Palau a los representantes de la comunidad educativa dispuestos a abrir colegios el domingo

La prohibición de abrir los centros escolares para usarlos como colegios electorales ha llevado a los promotores del referéndum ilegal del domingo a activar una estrategia que comprende el uso de niños y jóvenes como «escudos humanos», según las investigaciones que ha llevado a cabo la Guardia Civil. El objetivo es impedir la actuación de las fuerzas policiales y que los independentistas puedan acceder al interior de los recintos para emitir su voto en la consulta en marcha.

La estrategia pasaría por romper los precintos que, a partir de hoy, serán colocados por los Mossos d’Esquadra en los colegios. Cuando los agentes autonómicos trataran de restablecer la legalidad se encontrarían con unas filas de niños y adolescentes contra los que, en lógica, tendrían que actuar, situación difícil de imaginar porque un funcionario policial es, antes de esa condición, un ser humano.

Otros independentistas podrían estar ya en el interior, pues hay una invitación a padres y familias para que «acampen» dentro durante la noche de hoy y la de mañana. Se trataría del mismo problema e incluso agravado. Los Mossos, si no se aperciben de la presencia de estas personas, mayores y menores, precintarían los colegios, en los que quedarían, también como «escudos humanos», las familias con sus hijos. En caso de darse cuenta, habrían de ser desalojados antes del precinto en iguales circunstancias y menores por medio.

Semejante perversidad, sólo equiparable a las que se han realizado los grupos más despiadados en conflictos bélicos (para que después el portavoz de la Generalitat compare a España con Corea del Norte) provocaría una situación en la que tendrían que actuar conjuntamente los tres cuerpos implicados para evitar el referéndum: la Guardia Civil, la Policía Nacional y los propios Mossos.

La Benemérita y la Policía cumplen, de momento, salvo modificaciones de última hora tras el auto dictado el miércoles por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, funciones de «disuasión y refuerzo». En el caso de que el domingo se diera la situación descrita, la de proteger una vulneración de la legalidad, con filas de niños y adolescentes, tendrían que pasar a la fase de apoyo directo a los Mossos ante una situación de tanta gravedad.

Unos centenares de representantes de la comunidad educativa ocuparon parte del Pati dels Tarongers del Palau de la Generalitat y recibieron al presidente catalán con aplausos y con las proclamas de «abriremos» y «votaremos».


«No habéis retrocedido ni un milímetro en los derechos fundamentales; muchas gracias por el esfuerzo, por todo lo que habéis hecho y haréis para acompañar a la ciudadanía» hacia lo que se ha convertido en un ejercicio «ético y heroico», afirmó en alusión al hecho de tratar de votar en el referéndum, suspendido por el Tribunal Constitucional. El president dijo que «entiende las angustias» que puedan sufrir directores de escuelas que quieren abrir centros y, en este contexto, dejó claro que «la responsabilidad es del Govern».

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