Merkel, CDU, con el triunfo asegurado, inicia la campaña electoral para asegurar su cuarta legislatura.
De acuerdo con el último
barómetro de la televisión pública alemana ARD publicado esta semana, un 49% de
los ciudadanos se decanta por que sea la CDU, junto a su partido hermanado de
Baviera, la Unión Cristiano social, quien lleve las riendas del país. Esta
cifra supone dos puntos más que en mayo.
La canciller Angela Merkel
comenzará este sábado la campaña electoral alemana en la que luchará por su
cuarto mandato. Dortmund, en el oeste de Alemania, ha sido el lugar elegido por
la líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) para su primer mitin de cara a la
importante cita en las urnas del próximo 24 de septiembre. Merkel saldrá a la
palestra con la tranquilidad que ofrece saberse prácticamente ganadora de
acuerdo con todos los sondeos elaborados hasta la fecha. "Angela Merkel ya
no se mueve. Sus valores en las encuestas recuerdan a los de un dictador
africano", "Se muestra junto a pandas y parejas reales, así como
junto a su marido en Bayreuth. Son citas para los fotógrafos. El único que
habla aún es el Partido Socialdemócrata alemán (SPD)", agregó la
prestigiosa publicación.
El último barómetro de la
televisión pública alemana ARD publicado esta semana, un 49% de los ciudadanos
se decanta por que sea la CDU, junto a su partido hermanado de Baviera, la
Unión Cristiano social, quien lleve las riendas del país. Esta cifra supone dos
puntos más que en mayo. Mientras, un 38% señalaron que prefieren un Gobierno
con el SPD al frente liderado por Martin Schulz, informó DPA.
Asimismo, la Unión entre el
partido Unión Demócrata Cristiana de Alemania, CDU y la Unión Social Cristiana
de Baviera, CSU, se haría, según esta
encuesta, con un 39% de los votos (mismo valor que en julio), frente al 24% que
obtendría el El Partido Socialdemócrata de Alemania, SPD. La Izquierda y Los
Verdes tendrían un 9% y un 8%, respectivamente. El Partido Liberal (FDP)
volvería al Parlamento alemán con un 8% y los ultraderechistas de Alternativa
para Alemania (AfD) entrarían por primera vez en el Bundestag con un 8%.
Estas cifras, unidas a la
fuerza económica del país, auguran una campaña electoral en la que los
conservadores intentarán convencer al electorado defendiendo los grandes logros
pasados y alzando a Merkel como un ancla de estabilidad en tiempos
internacionales revueltos desde que Donald Trump asumiera la presidencia
estadounidense a principios de año.
En concreto, pleno empleo en
2025, rebajas fiscales de cerca de €15.000 millones ($17.000 millones), aumento
del número de policías y más dinero para las familias son los pilares del
programa electoral que los conservadores presentaron a principios de julio.
"Es un programa que une
al país y que no lo divide. Nuestro proyecto de futuro para Alemania se centra
en el bienestar y la seguridad para todos. Queremos que al final de la
legislatura a la gente le vaya mejor que al principio de ella", señaló
Merkel durante la presentación.
Las críticas no se hicieron
esperar y desde el SPD lo calificaron de "poco serio, injusto e
irresponsable" sin "ideas para el futuro". Mientras, otros la
acusaron de dejar de lado temas importantes como la pobreza en la tercera edad
o la proliferación de trabajos precarios.
"¿Cómo cambiará el
papel de Alemania en el mundo?¿Qué papel quiere seguir jugando en un futuro?
¿Cómo se podría fortalecer una Europa golpeada por las crisis?¿Cómo mantener a
Alemania como el país líder en el sector automotor?¿Qué debemos hacer ahora
para que también los trabajadores actuales puedan recibir pensiones suficientes
en un futuro?", se preguntó el diario alemán Süddeutsche Zeitung.
"En lugar de ocuparse
de estos grandes temas en el programa electoral y en los carteles, la Unión
lanza un par de caramelitos a muchas personas. Algo más de dinero en las ayudas
por niño para las familias, un ligero ahorro fiscal para los contribuyentes y
algo más de policías para una mayor seguridad", criticó. "Lo peor:
que funciona", agregó. Casi nadie ni dentro ni fuera del partido duda de
que Merkel dirigirá el país los próximos cuatro años. "Es difícil
imaginarse a otra persona que gobierne el país", reconoció Der Spiegel.
"Cuando el líder del
SPD, Martin Schulz, se pregunte el 25 de septiembre por qué no ha podido lograr
la victoria electoral del SPD ante la canciller de hierro, se podrán encontrar
excusas: la economía alemana va viento en popa, el superávit de las
exportaciones es obscenamente alto, la tasa de desempleo se encuentra en su
nivel más bajo desde hace 25 años", escribió Der Spiegel.
"Por otro lado, estas
mismas cifras habrían podido servir para cazar a Merkel y compañía. Se podrían
haber formulado un par de antiguas cuestiones de los socialdemócratas",
indicó la publicación sobre temas como el hecho de que no se invierta más en
mejorar las infraestructuras del país o los servicios sociales en un momento en
el que las arcas públicas rebosan.
A pesar de que las cifras
están de su lado, Merkel, curtida en la batalla política, ya auguró desde
finales de 2016, que éstas serán las elecciones "más difíciles" que
haya vivido el país desde la reunificación en 1990, dada la gran polarización
que reina en la sociedad germana.
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