Arturo Mas, lo tiene en catalán, o pacta con los anticapitalistas de CUP o pasta con los capitalistas de CDC -Para irse a Canadá-
No es grave que la CUP sea antisistema, sino que Convergencia Democrática de Cataluña, CDC (Artur Mas) le mendigue su apoyo. Por descontado será el final de Convergencia. No olvidemos que CUP es la secta más radical de la izquierda """española"".
Como era de esperar la CUP, la formación anticapitalista que tiene la llave para constituir un
gobierno con mayoría absoluta en Cataluña, ha dejado una conclusión: la
inconcreción de las propuestas será clave para que el acuerdo con Convergencia Democrática de Cataluña CDC
(integrante de Junts pel Sí) sea posible. CUP, nunca pierde.
A falta de algunos detalles el plan de mínimos del partido que lidera Antonio Baños sea una de
las partes más criticadas de la conferencia, supone también una rendija de
esperanza para Artur Mas y CDC, el clavo ardiendo al que agarrarse para
construir su gobierno.
Pero Junts ganó las
elecciones. Su mayoría es política y numéricamente precaria, contra la victoria
presuntamente rutilante que propagan sus portavoces.
Así lo demuestra el
hecho de que tantos días después del 27-S no solo no se ha forjado una mayoría
en torno al candidato semitapado para la presidencia de la Generalitat, Artur
Mas, sino que esta operación se revela en el mejor de las hipótesis ardua,
procelosa y larga, cuando no imposible. Amén de que la incertidumbre amenaza
con paralizar importantes decisiones económicas. Y de que la crónica pasividad
del Gobierno de Mas vuelve a brillar por su silencio en la crisis de
Volkswagen, frente al activismo, mediación y celeridad de la nueva presidenta
de Navarra, la otra comunidad española donde el grupo alemán mantiene fábrica.
Por si todo eso fuera
poco, resulta preocupante, sobre todo para los electores moderados del
nacionalismo catalán, la esotérica deriva de su jefe. Mas no solo rompió la
federación con Unió y se unció a la yunta y exigencias programáticas y de
calendario de Esquerra. Culmina ahora esos desaguisados mendigando su
investidura nada menos que a la CUP, a la que presiona como si su debilidad le
permitiese reeditar la táctica de ultimátums que usó para lograr la lista
unitaria con Esquerra que enmascaró su debacle el 27-S.
La CUP es un grupo
inobjetable en punto a su representatividad, y que ha prestado servicios en la
lucha contra la corrupción. Pero resulta más que inquietante (sobre todo para
el ideario y trayectoria de CDC) por su perfil socioeconómico anarco-comunista,
nacionalmente extremo y contrario al Estado de derecho.
El programa de la CUP
propone salir del euro, de Europa y de la OTAN, nacionalizar bancos y grandes
compañías, una economía planificada, la progresiva colectivización, el impago
de la deuda, actuar contra las importaciones e intervenir contra la libre
opción lingüística de los medios privados. Es un machihembrado antisistema de
la antigua Albania, el populismo bolivariano y la tradición anarquista
barcelonesa. Propuestas que pueden formularse en una democracia liberal, pero
refractarias a las grandes corrientes europeas.
Que un descorbatado Mas
apueste por pender de ese hilo antes que por reconsiderar su estrategia
desestabilizadora de independentismo exprés, tras el fracaso de reducir sus 62
escaños a la mitad, no desmerece al objeto de su repentino afecto, la CUP.
Revela que bajo su corrección formal se esconde un aventurero al que parece no
importarle quebrar la sociedad catalana con tal de mantenerse al timón. El
riesgo no radica en la minoritaria CUP, sino en quien bracea para ser elegido
por ella y gobernar bajo su patrocinio. El dislate lo pagará caro Mas. O
Cataluña. O todos sin excepción.
Si tuviéramos un gobierno con un par de guevos estos mamones se iban. ,a reír de su.......? Perros NAZIS.
ResponderEliminarInmejorble, Juan Pardo Navarro
ResponderEliminarCuando miro mi plato de sopa también lo veo
ResponderEliminartoda esta banda de chorizos lo unico que buscan es ese sillon donde estar 4 años mas
ResponderEliminarQUE SE PIRE YAAAAAAA ESTE FANTOCHE
ResponderEliminarPero una gran verdad. Nadie quiere reconocer haber sido engañado y se opondrán a ello con todas sus fuerzas
ResponderEliminarEso, para probar la maquina
ResponderEliminarBien,nos dejais empezar con vosotros???.
ResponderEliminarArtur I Malaparte.
ResponderEliminarUn poco de humor ,,,no estemos tanserios jejejej
ResponderEliminarEs patetico!!!!!
ResponderEliminarEste muerto que sencillo.este al talego pero ya la cup tambien todos para dentro repudios
ResponderEliminarEL MAS ESTE QUIERE GOBERNAR HA CUALQUIER PRECIO.QUE MAS DA CON QUIEN PACTE, ES UN ARRASTRADO.
ResponderEliminarojalá sea verdad y que vayan todos a la puta cárcel cadena perpetua
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