No creo que se gane el pan que se come con su atractivo. ¿Por qué se meó en Murcia? |
Desde la sede del PSOE
en Madrid, por enésima vez, comunican al despreocupado Pedro Sánchez que es
imposible “aguantar” ni un solo día más el pacto consistorial con Podemos y sus
satélites. En los Ayuntamientos no se debate nada, todos son chiquilladas y hay
que cambiar “la ruta”
La moratoria de Ada
Colau para construir hoteles en Barcelona no es la regulación que el sector
necesite o el modelo de ciudad que queremos. El problema, el drama de la
izquierda, y muy especialmente de la izquierda salvaje, es que está tan acostumbrada
a vivir de nuestras joyas que nunca ha pensado en cómo crear riqueza.
Somos nosotros los que
pagamos los derechos adquiridos y los días personales, los papeles para todos o
las operaciones de cambio de sexo. Ellos las prometen y nosotros las pagamos, y
ésta es la única dinámica que comprenden. Y aunque en sus húmedas fantasías nuestro dinero sea interminable, lo cierto es que también se acaba,
y por ello el primer interés de la izquierda, si no fueran tan lerdos, tendría
que ser permitirnos trabajar, para ganar más y poderles pagar sus chorradas.
Las opiniones de Ada
Colau, absurdas, son irrelevantes. Lo grave es que no tiene ninguna idea de
cómo patrocinarlas, y cree en su delirio que hay dinero para todo cuando en
realidad sólo hay dinero si hay libertad para trabajar, y mucho más talento que
intervencionismo.
Lo peor de Ada Colau no
es lo que quiere hacer, sino lo que por resentimiento social, y tara moral, no
quiere que hagamos. Ella será la asesina silenciosa de todo lo que se supone
que ama, porque no nos habrá dejado ganar dinero para pagárselo. Es tan
ridículo, y tan grotesco, que hasta me dan ganas de llamarla. Y decirle, muy
tiernamente: “Pero no seas tonta, Ada”. ¿Pero de qué serviría? De nada. Su
impulso es el resentimiento, el odio, el que nosotros no tengamos y no podamos,
aunque sea al precio de la escasez y la miseria de los pobres.
Su proyecto es
destruirnos, hacer pasar el tranvía -que es un transbordador de chachas- por el
corazón de la Diagonal. Y cargarse una de las grandes avenidas de Europa le
parece tolerable si a cambio arruina el nuevo motor comercial de la ciudad.
Ada Colau, que va de
austera, cree que todavía no nos hemos dado cuenta de que su postura
izquierdista es mucho más caro que los privilegios de la derecha tradicional,
aunque sólo sea porque la derecha solamente cobra una vez y en el caso de Ada
tenemos que pagarle primero la pijería revolucionaria para que se sienta
cómoda/dominadora posando ante las cámaras, y luego el coste entero y aumentado
de la solución real.
La izquierda está tan
acostumbrada a saquearnos que nunca se ha preocupado de la creación de riqueza,
ni sabe cómo se hace. Vienen como sanguijuelas a por lo nuestro y la miseria
empezará cuando lo nuestro se acabe. Y todavía hay quien se pregunta por qué la
gente normal trata de esconder su dinero en Panamá.
¿Ni te sirve el que se haya parado de robar, de mordidas?? de gurteles punicas Noos,, que contenta estoy yo mira tu.....
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