Como cada día y para no
empeorar el anterior, Maduro salta a la palestra. Hoy haciendo de economista
barato, dice: El venezolano que quiere
obtener 1 dólar debe abonar 6,3 bolívares conforme al cambio oficial. Otra cosa
es la realidad que es bien diferente, la
realidad es muy distinta, para obtener 1 dólar hay que abonar 591,8 bolívares. Esto significa que Venezuela “está arruinada”
Nicolás Maduro, como
todos los radicales de izquierda, gasta mucho más de lo que ingresa. Se dedica
a despilfarrar el dinero. Como no depende de un Banco supranacional caso de
Grecia, para hacer frente a sus derroches se entrega a la fabricación de
billetes. La máquina puede engañar a muy corto plazo a los venezolanos y de
hecho se consigue, pero en enseguida se descubre la realidad porque la
devaluación frente a las monedas fuertes se produce de forma irremediable.
No estaría de más que
Podemos, el partido del que es dueño y amo, Maduro, explicase si el procedimiento le parece
adecuado. Claro que España tendría que salir del euro y en muy poco tiempo
ocurriría con la moneda española lo mismo que con la venezolana: la inflación
se dispararía. Nada nuevo bajo el sol. Las leyes económicas son implacables.
Cuando se gasta más de lo que se ingresa hay que reducir el gasto. Fabricar
billetes para atender a los dispendios significa la devaluación de la moneda y
la ruina económica. Zapatero se dedicó a despilfarrar con sus cheque-bebé,
cheque-vivienda, patrocinios, subvenciones y otras camelancias. Pero no pudo
pagar sus derroches porque España está en la zona euro y los gobernantes europeos
no pueden imprimir billetes a su antojo. Así es que Bruselas amenazó con el
rescate y Zapatero tuvo que recoger velas, cantar la palinodia y retirar sus
excesos. Como consecuencia perdió el apoyo del PSOE y se marchó.
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