![Así es Javier Milei, presidente de Argentina: sus peculiares gustos sexuales, su novia Fátima Florez, sus charlas con su perro muerto y sus problemas de niño](https://media.vozpopuli.com/2023/11/Asi-es-Javier-Milei-presidente-de-Argentina-e1700503719836.jpg)
Su moneda es papel mojado. El comunismo siempre fracasa económicamente. Y Milei es la gran esperanza
Vapulear
al peronismo comunista en Argentina tiene mucho mérito. Prueba de ello
es la consternación del periodismo subvencionado en España. Yo conocí
el peronismo a distancia. Los argentinos de izquierdas, que son muchos,
son filósofos de baratija. No se han dado cuenta en decenios que sus
políticos han sido unos desalmados ladrones. Han conseguido que la carne
no se venda en los supermercados siendo los mayores productores de
carne en el mundo. En un precioso texto publicado en Sábado Gráfico, Antonio Gala describía sus sensaciones cuando visitaba en la provincia de Santander a su gran amigo Mario Camus.
«Cuando
estoy en Santander, y me veo rodeado de sus verdes diferentes y
jugosos, siempre me asalta un temor. Que si respiro fuerte, me tragaré a
una vaca». Y seguía con sus temores. «Que si me siento en un prado, me
crecerá la hierba a mí también». En Argentina si respiras fuerte te
tragarás diez vacas, y si te sientas en las infinitas praderas pampeñas,
te convertirás en un manojo de hierbas comestibles. Argentina,
ganadería aparte, lo tiene todo.
Es una de las naciones más ricas y
despobladas del mundo. De no haber sido administrada por ladrones, todo
niño argentino, por ver la primera luz en su patria, nacería rico. Y en
Argentina hay pobreza, miseria y hambre. Y todo esto es consecuencia del
peronismo comunista. Escribí al principio que conocí a distancia el
peronismo. En la urbanización de Puerta de Hierro, la más exclusiva de
Madrid, vivía Juan Domingo Perón con su esposa Isabelita, y el brujo
López Rega, el Rasputín de Isabelita o María Estela Martínez de Perón.
La casa de Perón en Puerta de Hierro se vació cuando el gran ladrón
retornó a Argentina para robar aún más en un segundo –y brevísimo–
mandato. Y le sucedió en la presidencia su mujer, Isabelita o María
Estela, cuya desastrosa gestión provocó la brutal dictadura militar
liderada por el general Videla.
Muerto Perón, la viuda y López Rega
regresaron a su humilde refugio madrileño. Y en el Hipódromo de La
Zarzuela no faltaba ningún día Jorge Antonio, multimillonario,
propietario de la yeguada más extensa del «turf» español, ministro de
Perón, el «hombre que sabía demasiado», peronista fiel y favorecido, si
bien en Madrid sus relaciones fueron más distantes. Curiosa la
costumbre en Argentina de heredar la presidencia de la nación las viudas
de los presidentes. Ahí tenemos a María Estela y a Cristina Fernández
de Kirchner, el Pingüino, multimillonaria, condenada por la Justicia y
principal sospechosa del crimen del fiscal Alberto Nisman, que tuvo el
valor de investigar sus manejos económicos y delictivos con ella en la
cumbre del poder. El peronismo desembocó en el kirchnerismo, más ladrón
que el primero y falto del populismo demagógico de Evita Perón, la santa
de los descamisados.
Argentina
es una nación fabulosa que se encontraba a un paso del suicidio. Milei
ha vencido al candidato del comunismo Massa, responsable de la inflación
galopante de Argentina. Y Milei, personalmente, no me convence. Pero no
existía otra solución para Argentina que derrotar a los herederos de la
farsa populista y comunista. Y prueba de la importancia del triunfo
apabullante de Milei es la reacción de ira histérica que ha generado su
triunfo en el periodismo sanchista y la ultraizquierda española.
¿Conseguirá Milei su sueño y promesa de recuperar el prestigio y el
poder de Argentina? Si se ciñe a un primer empeño, lo hará. Que dejen de
robar los dirigentes al pueblo que no quiere enterarse de lo que
sucedió, sucede, y dejará de suceder.
Amo
profundamente a Argentina. Y Milei es la esperanza. Me resulta chocante
su personalidad, pero no merece ser condenado cuando ha sido votado con
abrumadora mayoría. Los ladrones, fuera. La viuda de Kirchner,
probablemente, a la cárcel. Y el niño también. Sueñan los argentinos con
los supermercados repletos de la carne que hoy no pueden comprar. Su
moneda es papel mojado. El comunismo siempre fracasa económicamente. Y
Milei es la gran esperanza.
Curioso
el dato. De los argentinos residentes en España, el 69 por ciento ha
votado a Milei y el 31 por ciento a Massa. No obstante, las televisiones
públicas y subvencionadas no han conseguido encontrar a ninguno de los
primeros, que casi doblan el número de los perdedores. En fin…
Echenique se queda en España. No hay bien que por mal no venga.
¡Suerte, Argentina!
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