Quim Torra, führer de Cataluña: “La nación catalana resucitará con sangre.”Nosotros juzgaremos a la justicia española.

JP Logística
Con la sangre de los españoles, resaltaremos nuestra estelada y con el amarillo más lazos.


Torra es una persona con aspiraciones fracasadas, sin principios, sin valores, come y caga por la boca, o sea, un ruin identificado. Unos de sus referentes fundamentales de Quim Torra son los fascistas hermanos Badía, a quienes el presidente homenajea cada año junto a políticos como Junqueras, Comín, Puigdemont o Forn.

Pero Torra tiene otros referentes, siempre ultranacionalistas, como el racista Heribert Barrera y el nazi Daniel Cardona. El 27 de enero de 2014 Torra pública en el subvencionado Punt Avui un artículo titulado “Pioneros de la independencia” donde levantaba el brazo cada 3 palabras. Allí explicaba que el fascista Daniel Cardona era un "pionero de la independència" con un "pequeño pero fidelísimo número de seguidoras" que "advertían que España nos expoliaba", y que tenían como "meta final la liberación de toda la nació catalana". 

Por eso recomendaba que "hoy, que la mayoría del país defiende lo que ellos defendían desde hace tantos años, Me parece justo recordarles y agradecerles tantos años de lucha solitaria. Todavía necesitamos que sume esperanza, sume ilusión y sume juventud. Ya no están solos". Esto es lo que escribía en 1982 "el fidelísimo número de seguidoras" de Nosotros Solos, el partido de Daniel Cardona homenajeado por Quim Torra, en súper folleto Fundamentos científicos del racismo:
“En España (…) mestizaje se reconoce por unos caracteres morfológicos externos (cabellos más oscuros y rizados y color de la piel más oscuro y que es debido a mayor poder pigmentario y no al sol), además el ángulo anterior mandibular es inferior al del catalán.

Se puede considerar al español como un elemento de la raza blanca en franca evolución hacia el componente racial africano-semítico (árabe). El coeficiente de inteligencia de un español y un catalán según las estadísticas publicadas por el Ministerio de Educación y Ciencia español da una clara ventaja a los catalanes.

La progresiva degradación racial española puede contagiarse a los catalanes debido a la fuerte inmigración, los frutos se pueden ver si observamos la diferencia carácter y lógica entre el hombre del campo, no contaminado por el linaje español, y el de las ciudades.

El carácter trabajador y europeo del catalán es un factor anímico bien contrario al gandul español.

Por todo esto tenemos que considerar que la configuración racial catalana es más puramente blanca que la española y, por tanto, el catalán es superior al español en el aspecto racial“.

El nacionalismo es una religión que sustituye al cristianismo: la posición de la mujer Recuerda a la crucifixión de Cristo. Pero ahora no es Dios quien está muerto, sino una mujer que representa la nación catalana, pobrecita.

Nacionalismo es victimismos, resentimiento y odio. La nación está desnuda, se inocente, pero está aherrojada y sangra por los castigos del captor. Ya sabe: nos quieren aplastar, nos quieren violar, nos quieren borrar, culpa de Madrid, España nos roba, etc. Y el malo es España, claro.

Nacionalismo se violencia, como se viene en la frase que titula la sangrienta ilustración: "La nación catalana ha muerto en sangre. Será con sangre como resucitará ". Porque Cataluña es dios, una especie de Jesucristo pero repartiendo bofetadas.

Como proclamado caracteres morfológicos en súper discurso de 1939 en Reus celebrando el centenario del nacimiento del pintor Mariano Fortuny, " 'Nosotros sólo' nos envenenamos como se envenena el organismos que no respira sino aires viciados de corrupción. Así se profanó a Cataluña y de por eso que sobre Instrumentos de cultura no puedo aprovechar momentáneamente".

Pues este es el ídolo y esta es la ideología de los "pioneros" de Torra, a quién hay que "agradecerles tantos años de lucha solitaria (...) Todavía Necesitamos sume esperanza, sume ilusión y sume juventud. Ya no están solos ". No, los de Nosotros solos ya no están solos; en Torra los acompaña en su fanática obsesión. ¿Entiende ahora por qué el nacionalismo siempre acaba saliéndose el hitlerito?

El filo nazi, Daniel Cardona publicaba su revistita, “adherida a la Unió Catalanista”. En una librería de viejo de Barcelona hemos encontrado un ejemplar cuya portada ilustra muy bien la esencia del nacionalismo que practica a Torra, donde se ve a una mujer en pelota encadenada y sangrando.
Quim Torra no ha ocultado su devoción por cuatro personajes del independentismo de la década de 1930: Josep Dencàs, Daniel Cardona, y los hermanos Badia, Miquel y Josep. A cada cual más violento y racista. Torra escribió que habían sido tiroteados por anarquistas de la FAI pagados por Falange «simplemente por querer ser catalanes». Eliminaron a Miquel Badia, según él, porque eran la representación del verdadero catalanismo frente a la tibieza de algunos nacionalistas y el obrerismo castellanizante de otros. Es la historia oficial del nacionalismo catalán, muy dado a la tergiversación y a la ocultación.


Es cierto que Miquel Badia, como jefe del Servicio de Orden Público y de los «escamots», los camisas pardas de las Juventudes de ERC y Estat Català (Jerec), se ensañaban con los anarquistas, y que éstos tenían ganas de venganza. Pero quien odiaba a Miquel y se puso en contacto con los anarcosindicalistas para ajustar cuentas fue Lluis Companys. El rumor en Barcelona sobre la implicación del entonces president en el doble asesinato se extendió rápidamente, aunque la guerra y la confrontación entre el CNT/FAI, ERC, PCE y POUM cerró en falso el asunto. Luego vino la mitificación de Companys, y todo se tapó. Tarradellas siempre dijo que «había mucha niebla» en aquel suceso.

Miquel Badia había nacido en 1906, en Torregrosa (Lérida) y llegó a Barcelona en 1922, donde residía su hermano Josep desde hacía tres años. Su propósito era estudiar Náutica para ser marino mercante, pero ambos quedaron deslumbrados por la organización y el discurso del nacionalismo catalán, que imitaba al fascismo de la mano de Cardona. La exaltación de la «raza catalana» y su vínculo con el paisaje natural llevaban a aquellos jóvenes al excursionismo y al culto al cuerpo. Badia, con 19 años, ingresó en el grupo «Bandera Negra» para preparar un atentado a Alfonso XIII en mayo de 1925 para dar un golpe de Estado, pero una delación permitió su detención y Miquel pasó un tiempo en los penales. Años después, el terrorista Badia escribió que planeó el acto para «librar y vengar su patria». Una amnistía lo puso en la calle, y Francesç Macià lo reclutó para que organizara institucionalmente a los «escamots» de los Jerec como fuerzas de choque y actuaran como policía política.

Macià murió el día de Navidad de 1933, y Companys fue elegido su sustituto. En diciembre, Miquel Badia fue nombrado secretario de Orden Público y en marzo de 1934 empezó como jefe superior de la policía en Cataluña. Manejaba a su antojo a los «escamots», especialmente a la sección femenina, y tenía como centro de operaciones la sede central de las Jerec. En un viaje a Manresa para una manifestación de exaltación independentista, acompañado por Carles Durán y dos guardaespaldas, sufrió un accidente de coche. Salieron ilesos, pero alguien llamó a la mujer de Durán, Carme Ballester, de la que se estaba separando por su promiscuidad. Cuenta el historiador Ucelay-Da Cal que en el hospital, sin Durán delante, «la situación se calentó y Carme “tocó la flauta” a los tres espabilados»; es decir, a Badia y a sus dos pistoleros. No eran los únicos. Companys conoció poco después a Carme en la oficina central de los Jerec, y alguien los sorprendió en un despacho «en plena flauta».

Companys cesó a Badia en septiembre de 1934 por asaltar un juzgado y detener a un fiscal. El enfrentamiento entre el republicanismo del primero y el independentismo del segundo hizo que el Estat Català, integrado en ERC, que funcionaba como un movimiento nacional-populista, persiguiera al president, a quien llamó «españolista» en la celebración de la Diada. Badia se presentó entonces en el despacho de Companys a reclamar su antiguo puesto, pero éste le dijo que no tenía buena reputación. Miquel contestó que quien no tenía reputación era Carme Ballester. Companys enfureció y Badia le contó con sorna el episodio en Manresa y se marchó. La ruptura fue completa y la animadversión se vio en la descoordinación del golpe del 6 de octubre, que obligó a Badia y a Dencàs a huir por las alcantarillas.

La amnistía de 1936, tras la victoria fraudulenta del Frente Popular, les permitió regresar del extranjero, a donde habían huido para eludir la justicia. El 28 de abril, Miquel y Josep salieron del número 52 de la calle Muntaner, a pocos metros de la Universidad de Barcelona. Vivían con su madre, su hermana y un cuñado. Eran las tres y media de la tarde. Caminaban hacia el centro de la ciudad. Cuando llegaron a la altura del 38 oyeron a su espalda que alguien les llamaba. Al volverse, recibieron cinco disparos a bocajarro. Los asesinos, Justo Bueno y Lucio Ruano, huyeron en un Ford rojo que les estaba esperando. No pudieron hacer nada por los Badia en el Dispensario de la calle de Sepúlveda. Los cadáveres no fueron trasladados al depósito judicial, sino al Casal d’Esquerra de Estado Catalán para que fueran velados por los militantes.

Con una guerra civil en Cataluña, en 1937, dentro de la propia Guerra Civil, y proyectos disparatados de conquistar Baleares para construir la «Gran Cataluña», o las gestiones con Reino Unido para firmar una paz separada con Franco, el gobierno de Juan  Negrín no tuvo más remedio que intervenir en la Generalitat. Los independentistas como Quim Torra aseguran que de haber vivido Miquel Badia, el terrorista, racista, torturador, golpista, guerra civilista y fascista, Cataluña habría logrado su lugar entre las naciones superiores del planeta.

Comentarios