Sondeo electoral objetivo, sin la colaboración de Perro Sánchez y el CIS de Tezanos. El PP roza la mayoría absoluta.
Perro Sánchez, líder social/comunista del Reino de España colocó como presidente del CIS a José Félix Tezanos Tortajada, miembro de la Comisión Ejecutiva Federal Socialista que con 72 años y miles de trampas en su haber dirige, además del CIS en general a un equipo de 109 sociólogos para subjetivamente manipular los datos que una empresa privada, por descontado, socialista aporta “”individualmente”” ni un solo miembro puede saber que baremos se aplicarán para realizar el cálculo determinante. Quiere esto decir que los aplica Tezanos tal y como le sale de los huevos.
Tramposo es desde que nació,
pero inteligente ni un solo día a lo largo de sus 72 años. Por cierto cobra el
triple que Perro Sánchez. Ni un solo español puede creer que, después de las
tropelías de Garzón y su amiga, la Ministra, Lola Delgado hayan
beneficiado al partido.
Cuando se avistan elecciones,
inevitablemente, llegan los sondeos y cuyos resultado son sin temor al más
mínimo favorables en consonancia con los intereses de quien las paga.
A pesar de que, elección tras elección, se demuestra la inexactitud de las encuestas -en unos casos más que en otros-, los votantes, en general, les prestan gran atención y veneración. Las televisiones y las redes sociales, perfectamente manipuladas por el Gobierno, colaboran decisivamente a que traguemos pronósticos bastante falsos. Los sondeos en busca de la intención de voto no sólo predicen unos resultados sino que alegran o motivan a unos mientras desmotivan a otros, es decir: condicionan los votos hasta conseguir, incluso, que lo que pronostican con mentira, se convierta en una verdad relativa. Los beneficiados por las encuestas entran en una fase de cierta euforia que contagia a los posibles indecisos. A quienes les resultan adversas, no se les invita adecuadamente a que venzan a las encuestas y a que no admitan unos resultados cocinados o envenenados. Que conste que no tengo nada en contra de las encuestas hechas con métodos científicos y que ofrezcan resultados no manipulados. Aunque tiene un margen de error que la propia encuentra debe señalar, si la muestra utilizada es suficientemente amplia y estratificada, puede señalar en qué dirección se moverá el voto.
Ahora bien, cuando en una provincia el número de indecisos alcanza al 40%, los diagnósticos de las encuestas se transforman en manipulaciones interesadas o en profecías casi gratuitas. Las mejores encuestas para unas elecciones, son otras elecciones próximas en el tiempo.
A pesar de que, elección tras elección, se demuestra la inexactitud de las encuestas -en unos casos más que en otros-, los votantes, en general, les prestan gran atención y veneración. Las televisiones y las redes sociales, perfectamente manipuladas por el Gobierno, colaboran decisivamente a que traguemos pronósticos bastante falsos. Los sondeos en busca de la intención de voto no sólo predicen unos resultados sino que alegran o motivan a unos mientras desmotivan a otros, es decir: condicionan los votos hasta conseguir, incluso, que lo que pronostican con mentira, se convierta en una verdad relativa. Los beneficiados por las encuestas entran en una fase de cierta euforia que contagia a los posibles indecisos. A quienes les resultan adversas, no se les invita adecuadamente a que venzan a las encuestas y a que no admitan unos resultados cocinados o envenenados. Que conste que no tengo nada en contra de las encuestas hechas con métodos científicos y que ofrezcan resultados no manipulados. Aunque tiene un margen de error que la propia encuentra debe señalar, si la muestra utilizada es suficientemente amplia y estratificada, puede señalar en qué dirección se moverá el voto.
Ahora bien, cuando en una provincia el número de indecisos alcanza al 40%, los diagnósticos de las encuestas se transforman en manipulaciones interesadas o en profecías casi gratuitas. Las mejores encuestas para unas elecciones, son otras elecciones próximas en el tiempo.
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