Pedro Sánchez cree que está debilitando al sabio, Rajoy cuando lo está llevando en volandas a la mayoría absoluta.
Nada más salir elegido SG de los socialistas, Pedro Sánchez,
se puso en contacto con Mariano Rajoy, para hacerle saber que su partido (PSC) estaría «en defensa de la
legalidad y de la Constitución en Cataluña, siempre en contra del referéndum anticonstitucional». Por aquellos días escribía que Rajoy haría
bien al no admitir que Sánchez iba a ser
un aliado frente al órdago
independentista, todo lo contrario. Es más utilizará el desmadre catalán para
debilitar al PP culpando a Rajoy de todos los males.
No han pasado ni 15
días para que mi presagio se vuelva realidad. Pero, además, la estrategia ha sido más tonta que
llamativa, la alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet, Núria Parlón, advirtió
de que si el Gobierno de Rajoy intentaba aplicar el artículo 155 de la Constitución
como respuesta a la consumación del referendo ilegal de independencia en
Cataluña, el PSOE apelará «a la comunidad internacional» para impedirlo.
Conviene saber que a lo único que faculta al Gobierno el artículo 155, y con
numerosas cautelas previas, es a «obligar» a cumplir la ley a las comunidades
que las incumplan. Para llorar de impotencia, la alcaldesa socialista de Santa
Coloma de Gramanet, Núria Parlón, advirtió de que si el Gobierno de Rajoy
intentaba aplicar el artículo 155 de la Constitución como respuesta a la
consumación del referéndum anticonstitucional de independencia en Cataluña, el PSOE apelará
«a la comunidad internacional» para impedirlo. Hay que hacer saber a Parlón que a lo único que faculta al Gobierno de la
Nación, el artículo 155, es a «obligar»
a que cumplan la Ley aquellas comunidades que la incumplan.
Se trata por ello de
unas declaraciones gravísimas que atentan contra la Constitución, debilitan el
Estado de derecho y refuerzan a quienes violan la ley y atropellan la
democracia. Unas palabras que deberían haber supuesto la destitución inmediata
de Parlón como miembro de la ejecutiva y que, sin embargo, no han merecido un solo
reproche de Sánchez ni de ningún dirigente socialista. El PSOE se limita a
señalar que Parlón -miembro de la ejecutiva, recuerden-, habla «a título
personal». Es solo una muestra más de la falta de claridad y el relativismo del
PSOE de Sánchez en torno al desafío secesionista y de su pertinaz posición de
equidistancia entre un Gobierno que apela al cumplimiento de la ley y aquellos
que la incumplen de manera sistemática. La insistencia de Sánchez, de Parlón y
de muchos otros socialistas en que hay que dar una solución «política» y no
legal al anhelo de independencia de muchos catalanes es una irresponsabilidad
manifiesta. Un Estado de derecho es un edificio sólido porque todas sus piezas
encajan. Y si se retira una de ellas, el resto se desmorona sin remedio. Por si
había dudas, la presidenta de Navarra, Uxue Barkos, nos anuncia ya que está a
la espera de que se dé esa «solución política» a Cataluña para plantear la
anexión de Navarra al País Vasco. El lendakari Urkullu aguarda también la
solución política a Cataluña para pedir idéntico trato para el País Vasco. Y lo
mismo harán los independentistas gallegos. Lo siguiente será que León se quiera
independizar de Castilla, igual que La Mancha, igual que Andalucía y así, hasta
hacer desaparecer España. Y a ver
entonces quién, y con qué argumentos, les dice que no. El Gobierno está
obligado a hacer cumplir la ley y la Constitución en Cataluña. Y debe saber
que, cuando llegue el momento, tendrá que hacerlo no solo sin la ayuda del PSOE
de Sánchez, sino en su contra.
Juan Pardo.
juanpardo15@gmail.com
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