La Reina Letizia que como reina es una podemita donde reina la mierda LOC, pero como modelo lo es aunque un poco menos.
No es agradable levantarse una mañana e inferir de un mensaje de la reina doña Letizia que engendraste y eres el padre profesional de una “mierda”. Ergo, eres eso: una mierda. doña Letizia escribió mensajes telefónicos a su amigo Javier López Madrid, compañero de pupitre escolar del rey Felipe VI, con el siguiente contenido: “Te escribí cuando salió el artículo de lo de las tarjetas en la mierda de LOC y ya sabes lo que pienso Javier. Sabemos quién eres, sabemos quiénes somos. Nos conocemos, nos queremos, nos respetamos. Lo demás, merde. Un beso compi yogui (miss you)”.
Si este sábado siguiera siendo director de LOC, el suplemento que cree con mis compañeros en enero de 2009, titularía así la información: “La reina Letizia y su amigo López Madrid, unidos por la mierda”. Por la mierda de LOC. Otra variante sería “… unidos por la mierda de las tarjetas 'black'", pues fue una información de la periodista Consuelo Font, publicada en LOC el 12 de octubre de 2014, lo que generó el mensaje escatológico enviado desde la casa del Jefe del Estado.
Efectivamente, LOC, desde su primer número, aparecido el 17 de enero de 2009, ha sido una “mierda” si se entiende como tal al suplemento informativo que ha publicado historias no deseadas sobre la Familia Real, sobre la alta sociedad, sobre la gente adinerada y sobre todo tipo de famosos. Y se mantuvo incólume a las presiones al más alto nivel.
La relación entre La Otra Crónica –se ve que doña Letizia es seguidora del suplemento al utilizar las siglas LOC- y la Familia Real siempre fue difícil, incluso tormentosa. Eso lo sabe bien Pedro J. Ramírez, director de El Mundo entonces, así como quien escribe esto como creador, iniciador y responsable de la publicación hasta febrero de 2014. Cuando La Otra Crónica cumplió cinco años, en enero de ese año, hicimos un breve resumen de algunos de los reportajes que jalonaron la historia de mierda, con perdón, de LOC. ¿No es esa la expresión utilizada en el mundo del teatro para desear suerte?
En dicho número aparecía, también, el supuesto viaje navideño de los aún Príncipes de Asturias a México para pasar unos días con otro amigo extraordinario de don Felipe, Ricky Fuster, casado, se decía, con una de las herederas del imperio de la cerveza Corona. Junto a esa información se contaba en la página la visita de Telma Ortiz, hermana de doña Letizia, al ayuntamiento de Barcelona, donde había trabajado hasta casarse con el empresario Jaime del Burgo.
Este tipo de seguimiento informativo soliviantaba a la actual reina de España. ¿Es despreciable contar dónde van los reyes de España, con quién se juntan, cuánto se gastan, si sus familiares prosperan o no gracias al apellido que ostentan?
Para El Mundo la aparición de LOC fue una “merde” en sentido positivo: sus ventas los sábados subieron gracias al dueto informativo formado con Yo Dona. Tan existosa fue la fórmula que competidores como El País, ABC y La Razón intentaron copiarla.
Se ve, pues, que a los españoles les gusta lo que desprecia su reina. De ser así, el Jefe del Estado y su esposa, madre de la heredera al trono, debieran respetar al menos el parecer de los ciudadanos, en otro tiempo súbditos. La Otra Crónica ha publicado informaciones molestas: desde los líos familiares en la Casa de Alba, con el testamento de la duquesa, a los devaneos amorosos del ex presidente González, o la boda millonaria de la pareja Penélope Cruz-Javier Bardem, tan solidarios ellos siempre, o el padre biológico de las hijas de Tita Cervera, que resultó ser Borja Thyssen, es decir, el hijo de su madre padre de las hijas. Dio, también, en exclusiva la consumación del divorcio de la infanta doña Elena y Marichalar, o algunas de las tontadas del infausto Urdangarin y su esposa Cristina. Por no citar que fue en estas páginas donde, por primera vez, se asoció a Corinna con el rey don Juan Carlos. En fin, mierda.
Hicimos una portada intrascedente con una foto de doña Letizia y Carla Bruni subiendo las escaleras, en una competición de “derrieres”. O aquella otra que titulamos “Doña Letizia quiere ser Rania de Jordania”, comparando la evolución física, sobre todo de cara, y su creciente parecido con la reina jordana. Por no hablar de aquellos fotomontajes gracias a los cuales doña Letizia apareció vestida con todos los trajes regionales. Relatábamos así la decisión de la Casa Real de aproximar la figura de don Felipe al pueblo, de la mano de su esposa “plebeya”.
Es lo que tiene la aproximación al pueblo: lo conoces y si no compartes sus gustos, utilizas tan soez palabra como insulto. Al menos ya sabemos lo que la reina opina de LOC y de suplementos afines, de programas de televisión donde ha existido información de “people”, como el de Ana Rosa Quintana o el de Susanna Griso, o de revistas como Hola, Semana o Diez Minutos que, sin ser a veces tan críticas, también hieren la sensibilidad de doña Letizia. A la reina le ha traicionado su exprofesión y, tan largones como somos los periodistas, se le fue la mano al escribir la susodicha palabra.
Carta abierta a Su Majestad la Reina de España del director adjunto de EL MUNDO, Iñaki Gil.
Estimada Señora:
Permítame que me dirija a Usted con el tratamiento que como Reina de España merece. Además, no gozo del favor de pertenecer a su círculo de amistades como para llamarla simplemente Letizia, menos aún para apocopar en Ltzia. Y, en ningún caso, osaría dirigirme a usted como "compi yogui". Porque no hago yoga. Y porque no soy su compañero. Ni su colega.
Me alegra conocer, Señora, que se encuentra Usted entre los más de seis millones de personas que leen cada mes La Otra Crónica en el sitio web elmundo.es. Quizá también se encuentre Usted entre los miles de lectores que disfrutan cada sábado del suplemento en papel del diario EL MUNDO o, como persona de su tiempo, se lo baje a su tableta desde Orbyt.
Respeto, por supuesto, su opinión sobre nuestro trabajo. Nosotros también opinamos sobre Usted. Aunque nunca hemos llegado a escribir de ninguna prenda que usted vista, de ningún comentario suyo, de ningún mohín que es "una mierda". Cierto es que su desprecio fue un mensaje privado. Incluso habiendo difundido su comentario eldiario.es y siendo reproducido por numerosas páginas web no espero de Usted una nota de disculpa. Quizá una aclaración. Al menos, un 'whatsapp'.
A mi juicio, las disculpas son lo de menos. Son gajes del oficio, del mío digo, no del suyo. Un rifirrafe entre periodistas. Lo de más es lo que sigue en su desafortunado mensaje a Javier López Madrid, empresario, consejero delegado del Grupo Villar Mir, al que la Fiscalía le pide un año y medio por apropiación indebida en el caso de las tarjetas black de Caja Madrid. Sorprende que, cinco días después de conocerse la lista de beneficiarios del plástico opaco, usted se solidarice con él. Contrasta esta actitud con la salida fulminante de la Casa Real de otro beneficiario de las dádivas negras de la caja rescatada, Rafael Spottorno, consejero privado de su esposo, el Rey Felipe VI, que fue apartado del cargo.
En esos cinco días, ¿nadie a su servicio llamó al señor López para preguntarle si era verdad la acusación y qué pensaba hacer? ¿Acaso no fueron informados? ¿No dieron credibilidad a una noticia que la propia Caja confirmó? Porque su mensaje parece dar a entender que usted se enteró por LOC de los problemas de su compañero de yoga: "Te escribí cuando salió el artículo de lo de las tarjetas en la mierda de LOC y ya sabes lo que pienso Javier. Sabemos quién eres, sabes quiénes somos. Nos conocemos, nos queremos, nos respetamos. Lo demás, merde. Un beso compi yogui ('miss you!!!')"
¿Sabemos quién eres? Pues, Señora, espero que no. Que su augusto marido y Usted no conocieran las andanzas del señor López, al que un juez ha interrogado para saber si financió con 1,8 millones de euros de dinero negro al PP en el marco de la 'operación Púnica'. Espero que tampoco estuvieran al corriente de las tormentosas relaciones de su compañero de yoga con la doctora Pinto, que darían para algún capítulo castizo y sombrío a lo Grey.
Confío en que, ahora que se conocen mejor y, pese a la vieja amistad del señor López Madrid con su esposo, que se retrotrae a sus tiempos de compañeros de colegio en Los Rosales, ya no se quieran tanto y se respeten lo justo. Y que el presunto no sea invitado a su mesa. Lo demás, efectivamente, 'merde'. Me sorprende en todo caso la imprudencia de Usted, Señora, y de su marido al intercambiarse mensajes, más prudentes, cierto, los de Don Felipe. Acaso no conoce su Majestad que este tipo de comunicaciones están expuestas a la indiscreción de cualquiera, empezando por el receptor y siguiendo por cualquier servicio exterior. O no tiene noticia de que los correos de la canciller Angela Merkel fueron leídos por los americanos.
Es cierto que cualquiera tiende a confiarse hablando o chateando con sus amigos y creo que esos comentarios pertenecen al dominio de lo privado. Pero una Reina no puede dejar de comportarse como tal ni un segundo. Ni permitirse confidencias que puedan perjudicar la reputación de discreción de la institución. Ni confianzas de "compi yogui" con alguien que se ha demostrado poco de fiar. Ni escribir de forma despreciativa de una publicación. De humanos es errar y de sabios, rectificar. Por eso, todos los compañeros del diario EL MUNDO y muy especialmente los que hacemos La Otra Crónica, no esperamos sus disculpas. Nos basta con que nos permita seguir haciendo libremente nuestro trabajo, que fue el suyo, y con que nos siga leyendo.
El enemigo está en casa, decía el político alemán Karl Liebknecht, y parece que tenía toda la razón, al menos en el caso de la Reina Letizia. Tras la revelación el pasado miércoles de unos SMS que se intercambiaron los Reyes con López Madrid en los que puede leerse cómo Doña Letizia lo llama "yogui amigo" o cómo Don Felipe asegura que "vivimos en un país muy difícil", la situación se puso un poco tensa para los soberanos. Aunque la mayoría de los políticos no han querido pronunciarse acerca del asunto ni tampoco las principales cadenas de televisión han tocado el tema, las redes sociales estallaron en contra de Don Felipe y de Doña Letizia y entre los más de mil usuarios que lograron convertir a '#compiyogui' en 'trending topic' se encuentra alguien muy cercano a la Reina.
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