Decía mi abuela, nene
solo hay dos partidos, el de los pobres
y el de los ricos. Pero mi abuela murió hace más d 20 años, porque nunca hubo
tantos ricos en España como para dar el poder a su partido, que por lógica
tiene que ser el conservador. Tampoco el teórico partido de los pobres ha sido
consecuente con esa idea, porque ni los pobres han disminuido durante sus
mandatos, ni los ricos han dejado de enriquecerse. Pero sobre ese principio
bipartidista y social, tan simple como genérico, se escribió una buena parte de
nuestra historia política. Lo reflejó Nicolás Redondo en una frase que hizo
época: “No hay nada más tonto que un obrero de derechas”.
Ahora hay una
corriente de opinión empujada desde hace meses por las encuestas de intención
de voto: el bipartidismo se agota. Está en franca decadencia. El sistema de
alternancia sobre el que se sustentó la restauración monárquica está en crisis.
No es que el PP gobernante se desgaste en el ejercicio del poder. No es que el
PSOE sufra una falta de conexión ideológica con la sociedad. Es que caen los
dos, y en la misma o muy parecida proporción. Entre ambos pierden más del 20 %
del respaldo popular que tuvieron en las últimas elecciones generales. No es un
drama, pero abre grandes incógnitas sobre la futura gobernabilidad del país. Se
alumbra un cambio de cultura política de imprevisibles consecuencias.
Yo os digo: no
deis por fenecido el bipartidismo. Por ahora solo sufre una enfermedad de
cabreo y decepción, porque se ha mostrado incapaz de resolver los grandes
problemas nacionales, desde el empleo al sentimiento de unidad nacional. Y por
ahora solo es un debilitamiento en las encuestas, y falta por ponerse en
funcionamiento el voto útil. Cuando pasen las elecciones europeas, con sus
componentes de ausencia de riesgo y de necesidad de castigar a los
mayoritarios, vendrán otras elecciones, autonómicas y generales, y en ese
momento la gente se preguntará para qué sirve su voto, y ahí es cuando renacen
los auténticos partidos de gobierno.
Pero hay una cosa
que los señores Rajoy y Rubalcaba y sus respectivos equipos deben saber: aunque
no haya una muerte decidida, sí existe un ambiente de despedida del sistema. Y
ellos son en parte los culpables. Si se dedican a destruirse, lo conseguirán.
Si son incapaces de cooperar en las grandes soluciones que requiere el país, el
votante tendrá todo el derecho del mundo a buscar otras alternativas. Y si
estas alternativas suben a costa de PP y PSOE, nuestra democracia será mucho
más abierta y emocionante; aunque difícil de de gobernar, solo hay un partido
con base sólida y capacitado para gobernar aun en minoría. Solo un comparativo,
Inglaterra, Dinamarca, Holanda, Alemania, Japón, Suecia, Bélgica……………ese
partido en España es
juanpardo15@gmail.com
https://blogdejuanpardo.blogspot.com.es/
les sans culotte, eso decían en Francia, yo digo los sin esperanza y sin creer en nada
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