Últimamente, todo lo contrario a los sueldos, hay palabras o términos que se están incrementando a pasos agigantados. Sostenibilidad, para mi, es, sencillamente, vivir de acuerdo a tus posibilidad. Bien para decirnos eso han hecho hasta una Ley (Ley de la Sostenibilidad). la maldita Ley que está llevando a destrozar los
derechos de los ciudadanos y el estado de bienestar del que tanto
llegamos a presumir en Europa y que tanto nos ha costado conquistar. La
sanidad tiene que ser sostenible -ya lo sabemos-, la educación tiene que ser sostenible,
los servicios sociales tienen que ser sostenibles y en las pensiones
hay que introducir también el factor de sostenibilidad. ¿Y cómo se llega
a ello? Aplicando recortes y más recortes, empobreciendo a la gente,
con un mayor deterioro social, agrandando las diferencias, generando
exclusión, acabando con la clase media, destruyendo el estado de
garantías y derechos. Eso no es sotenibilidad. Esto se llama refinanciación de pasivo, o sea, los ciudadanos tenemos que poner o ayudar al Estado para reponer el dinero que sus políticos han malversado o robado.
Como siempre, España, la primera, está iniciando el camino seguido por otros países europeos
para acabar con el sistema de pensiones tal como lo conocemos hoy.
Alemania ha sido punta de lanza con la reforma que comenzó a aplicar
hace casi diez años y que no ha servido más que para mermar las
prestaciones que venían disfrutando hasta entonces los jubilados de
aquel país, y esa estela es la que empezamos a recorrer aquí bajo la
justificación de que el modelo se irá al garete porque no habrá dinero
para atender el enorme gasto de las pensiones. De momento, el Gobierno
ha tomado medidas preliminares. Después de cargarse la revalorización
automática de las pensiones por imposición de Bruselas, que lleva a los
beneficiarios a la pérdida del poder adquisitivo y al empobrecimiento,
decide endurecer el acceso a la jubilación anticipada y a la jubilación
parcial, de tal manera que desde el próximo mes de abril aquellos que se
quieran retirar antes de la vida laboral tendrán que tener más edad y
más años cotizados para cobrar, además, menos pensión, menos dinero físico.
Para mi que es el principio de una gran reforma que cambiará todo el
sistema. En el decreto aprobado por el Consejo de Ministros se incluye
la creación de una comisión de expertos para elaborar un informe sobre
el factor de sostenibilidad. ¿Y qué quiere decir esto? Pues que teniendo
en cuenta que la población está cada vez más envejecida, que el número
de cotizantes disminuye, que la natalidad está por los suelos y que la
esperanza de vida aumenta, se tiene que actuar sobre tres variables: la
edad de retiro, el periodo de cálculo de la prestación y la cuantía de
la pensión. Y el resultado de todo ello es que cada vez nos jubilaremos
más tarde, necesitaremos más años de cotización para obtener una
prestación y, así todo, la pensión apenas alcanzará para vivir.
Y eso es lo que está ocurriendo con una buena parte de las pensiones
en Alemania, donde los jubilados tienen que complementar la prestación
del Estado con la mensualidad que recibe por el fondo que fue
constituyendo con sus aportaciones antes del retiro, aquellos que lo han
podido hacer, o con los famosos ‘minijobs’. Es decir, trabajar por
cuatrocientos euros para sumar a la paga y llegar a fin de mes. Eso los
que no tienen artrosis, porque los jubilados que no están en condiciones
físicas, cuyo cuerpo ya no aguanta un tirón, tienen que vivir en la
miseria, y los que pueden sostenidos por la familia, no por el sistema. De modo que salimos de Guatemala ynos metemos en Guatapeor.
Por cierto ¿habrá tocado el Gobierno nuestro Fondo de pensiones? ¿Para qué aquellos pactos de toledo? ¿Para cuándo la Ley de la transparencia? Anda que si le diesen a cada pensionista 15 millones de euros como al """jefe" de Bankia"""" mejor que el, lo han hecho hasta los que no han hecho nada.
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