La única misión de la Ministra de Justicia y su dueño, Garzón es inhabilitar a Pablo Llarena, para liberar a los presos políticos….




El Juez Llarena no merece la venganza política de Garzón utilizando a su amiguísima Ministra de Justicia.

A tantos errores de tanto estruendo y en tan poco tiempo como ha cometido Dolores Delgado, Ministra de Justicia se le denomina VENGANZA con dádiva....restablecer en la carrera judicial a su demasiado amiguismo, Baltasar Garzón. La exigencia moral y jurídica de amparar al juez Llarena y a las instituciones españolas ante las fraudulentas estrategias secesionistas son incompatibles con la justa justicia. Lola Delgado no solo está exhibiendo una ausencia de criterio desasosegante en el reto de mayor calado de su cartera, sino que parece no medir las consecuencias que sus irresponsables actos pueden acarrear. Ya que no a la ingenuidad, solo a la perversidad cabe atribuir la falsa transparencia con la que el Ministerio de Justicia ha filtrado el coste previsto por la contratación de la defensa de Llarena.

Creo haber leido que el Ministerio de Hacienda ha librado un dinero absurdo para contratar la defensa jurídica al bufete belga Liederkerke Wolters & Waelbroeck Kirpatrick. De primeras, hay que felicitarse de que la desautorización de Pedro Sánchez a Delgado ayudara a cambiar de opinión a la ministra, quien hasta hace poco consideraba la demanda contra Llarena fruto de sus "actos privados". Sin embargo, la forma en la que se ha publicado el coste del bufete levanta, cuando menos, algunas suspicacias. "El valor de la adjudicación asciende a 450.413,22 euros, a los que hay que sumar 94.568,78 en concepto de impuestos, lo que supone un total de 544.982", se lee en la nota. 

Pero, en realidad, el montante ahí desglosado no es el pago efectuado, sino el presupuesto máximo del que dispone el Ejecutivo. Así, la defensa se retribuirá en función de las horas trabajadas y, en el caso de que el juez belga no admita la demanda, el importe caería a una cifra muchísimo menor. ¿Cuál es el objetivo de la ministra con esta maliciosa transparencia? Confundir al  pueblo. 

¿Cómo puede haber políticos tan ruines, sectarios e ignorantes como  Alberto Garzón: "Se le mete una querella por bocazas y ahora pide amparo". De una fiscal de vasta experiencia que conoce bien el funcionamiento del Estado de derecho, como se le presume a Delgado, se espera un escrúpulo ejemplar en el ejercicio de su cargo; no la astucia desleal propia de un político vengativo, capaz de disfrazar de honestidad la filtración demagógica de una cantidad de dinero público destinada a un asunto de justificada naturaleza.

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