La Constitución dice muchas cosas una de ellas en su artículo 1.2 rechaza la idea de un poder
único, instituyendo la división de poderes, característica del Estado Democrático.
Fruto de esta separación ilustrada de la antigua unidad representada en el
modelo monárquico absolutista, resulta un poder financiero establecido, al que
a su vez afecta la existencia individual de esos poderes de la siguiente
manera: si es el poder legislativo el que elabora las leyes que lo regulan
esencialmente, al poder ejecutivo le corresponde la aplicación de dichas
normas.
Las estructuras de
poder financiero y económico configuran, a través de los medios de información
y persuasión que influencian (y que en muchas ocasiones controlan), la
sabiduría convencional del país, que define cuáles son los términos y conceptos
en el discurso político-mediático que deben considerarse aceptables, y cuáles
no. En esta sabiduría convencional, el abanico de lo que es aceptable es
bastante reducido, reciclándose siempre en una narrativa sesgada y manipulada a
su favor. Un ejemplo de ello es la redefinición del abanico político, en el que
la derecha, e incluso la ultraderecha, se presentan como centro, y la izquierda
como extremista y radical.
España no
parecen existir partidos ni de derecha ni de ultraderecha. En realidad, a los
partidos conservadores (PP) o liberales (Ciudadanos) se los presenta como
partidos de centro, o como máximo de centro-derecha, acentuando más el centro
que la derecha. Y a los partidos que son de izquierda, como Podemos e Izquierda
Unida, se los presenta como radicales o extremistas, cuyas propuestas son a
todas luces irrealizables por su clara inoperancia. Este sesgo es incluso más
acentuado en los medios de información económica, que en España alcanzan unos
niveles exagerados de sesgo y discriminación.
Otro tanto ocurre con
la cobertura que los medios hacen sobre las alternativas políticas a nivel
internacional. Así, hemos visto un consenso entre los mayores medios de
información y persuasión españoles en su presentación del líder del Partido
Laborista, el Sr. Jeremy Corbyn, como un personaje radical, claramente
inelegible debido a que sus propuestas están excesivamente alejadas de lo que
las estructuras del poder económico y financiero consideran aceptable. Con ello
se le intenta marginar, atribuyendo esta marginación a que sus propuestas son
tan lejanas del sentir popular del país que hacen imposible que pueda salir
elegido en el Reino Unido.
En vista de esta situación,
es interesante analizar la propuestas del Sr. Corbyn una por una, y ver si son
tan exageradas e impopulares a nivel de calle como indican los establishments
financieros-económicos-mediáticos-políticos que ejercen una enorme influencia
tanto en el Reino Unido como en España.
Si hacemos una
lista de las propuestas supuestamente extremistas de tal político, político
que, por cierto, fue elegido como líder del Partido Laborista por nada menos
que el 60% de sus bases, muy por encima de los otros candidatos considerados
más razonableS, moderados o realistas (y un largo etcétera de adjetivos usados
en los medios para definirlos), que alcanzaron unos porcentajes muy inferiores:
Burnham 19%, Cooper 17% y Kendall 4,5% (todos ellos discípulos de Tony Blair
—fundador del socioliberalismo—, uno de los políticos menos populares hoy en el
Reino Unido).
1. Propuesta de no
renovar y modernizar los submarinos nucleares armados con el sistema Trident
(que ha creado un gran revuelo en el establishment político del Reino Unido,
incluyendo un revuelo en el mismo grupo parlamentario laborista británico). En
el Parlamento británico solo el Partido Nacional Escocés (independentista
escocés) apoya la propuesta. Este partido consiguió una gran popularidad en
Escocia, consecuencia de que estaba más a la izquierda que el Partido Laborista
(hasta que se eligió al Sr. Corbyn).
Esta oferta intolerable
para el establishment financiero, económico, mediático y político del país, ha
sido, sin embargo, apoyada por expertos militares, e incluso generales en la
reserva, por considerarse tal renovación excesivamente costosa y de escaso
valor militar. Por lo visto, algunos de los expertos y generales en la reserva
eran, en realidad, “extremistas radicales camuflados”. La mayoría de la
población británica, por cierto, parece también estar bajo la influencia de
“súper extremistas radicales”, pues también está de acuerdo en no realizar tal
inversión militar.
2. Propuesta de no
bombardear al ISIS, subrayando que tales bombardeos no conseguirán los
objetivos que se quieren alcanzar, señalando que en Irak consiguieron lo
contrario de lo que se deseaba, expandiendo considerablemente el
fundamentalismo islámico.
El establishment
político-mediático británico, sin embargo, ha presentado tal oposición como
consecuencia de un pacifismo alarmante del Sr. Corbyn. Es interesante que el
desacuerdo de tal establishment con la propuesta de no bombardear los
territorios ocupados por el ISIS ha inducido a una persona del propio grupo
parlamentario laborista, Ministro de Asuntos Exteriores en la sombra, el Sr.
Hilary Benn, presentado por el corresponsal de La Vanguardia en Londres, el Sr.
Rafael Ramos, como la “nueva estrella laborista” (La Vanguardia, 12.12.15, p.
15), la esperanza para el deseado relevo al Sr. Corbyn. Tal señor es nada menos
que el hijo de Tony Benn, que fue uno de los dirigentes más a la izquierda que
haya tenido el Partido Laborista y al que, por lo visto, el hijo le ha salido
rana. Por cierto, algo parecido ocurrió con los hijos de mi buen amigo Ralph
Miliband, uno de los politólogos más críticos con el laborismo británico, cuyos
hijos, Edward y David, fueron los herederos políticos de Tony Blair. El Sr.
Benn hijo también había apoyado la invasión de Irak, que el mismo Blair ha
indicado recientemente que fue un error.
El Sr. Benn hijo no ha
dicho que lo fuera. Y ahora se lo está promoviendo como la gran esperanza del
Partido Laborista, sustituyendo al muy odiado (por el establishment) Sr.
Corbyn. La mayoría de la población británica, por cierto, está también en
contra de los bombardeos, supuestamente influenciados por “extremistas
camuflados en las redes sociales”.
3. Propuesta de poner
fin a todos los recortes en los servicios públicos del Estado del Bienestar,
oponiéndose también a las reformas de los servicios de asistencia a las
poblaciones vulnerables, que el gobierno conservador quiere eliminar, afectando
a veinte millones de personas que viven bajo el umbral de la pobreza en el
Reino Unido. Por lo visto, la mayoría de la población británica ha sucumbido
también a las voces supuestamente extremistas que se oponen a tales recortes y
tales reformas.
4. Propuesta de
deshacer la reforma laboral impuesta por el gobierno conservador, que está
dañando enormemente el bienestar de la clase trabajadora británica.
5. Propuesta de
defender a los sindicatos frente a los ataques del gobierno Cameron, que quiere
destruirlos. La mayoría de la población no favorece las reformas laborales del
gobierno Cameron.
6. Propuesta de
reintroducir políticas fiscales progresivas que disminuyan las desigualdades de
renta tan acentuadas que se han registrado durante los últimos años. El nivel
de renta del 0,01% de la población en el Reino Unido ha pasado de ser
equivalente a 28 veces el salario promedio nacional en 1975, a 70 veces en 1990
y 120 veces en 2014. Los salarios han bajado durante el periodo conservador,
mientras que los ingresos de los dirigentes empresariales han crecido un 151%.
La mayoría de la población británica desaprueba el enorme crecimiento de las
desigualdades en el Reino Unido.
7. Propuesta de
renacionalizar el Servicio Nacional de Salud, las compañías energéticas, de
transporte ferroviario y la compañía de correos (que fueron privatizados por
los gobiernos conservadores y laboristas anteriores, y que, cada uno de ellos,
ha significado un gran deterioro de tales servicios). El 84% de la población
está a favor de renacionalizar el Servicio Nacional de Salud, y el 68%, el 67%
y el 66% están a favor, respectivamente, de renacionalizar las compañías
energéticas, la de correos y la del transporte ferroviario.
Ni que decir tiene que
los medios de información y persuasión españoles han reproducido las mismas
acusaciones de extremismo hacia el nuevo dirigente del Partido Laborista. Estos
son los mismos medios que señalan las propuestas de Podemos e IU como extremistas.
¿Se dan cuenta de quiénes son los actuales extremistas? Estos medios fueron los
mismos que apoyaron las políticas neoliberales que han causado un enorme daño a
las clases populares, políticas que han sido un desastre.
Estas políticas
(impuestas, pues no estaban en las ofertas electorales de los supuestos
partidos de centro) han causado el mayor daño conocido durante el periodo
democrático al bienestar de estas clases, sin que ninguno de los grandes medios
de información y persuasión considerados como moderados y razonables (donde la
sabiduría convencional se reproduce) dijera nada. ¿Quiénes son, pues, los
extremistas?
Una última nota. Es más
que preocupante que la dirección del PSOE, bajo el liderazgo del Sr. Pedro
Sánchez, haya caído también en la reproducción de la sabiduría convencional
sobre el Sr. Corbyn, indicando que no es el tipo de socialdemocracia que
favorecen, identificándose más con Hollande, el Presidente socialista francés.
Esta postura es preocupante, pero
predecible. No se dan cuenta —pues nunca han hecho una autocrítica— de lo que
está ocurriendo, ni en España ni en Europa. Hollande ha sido una enorme
decepción. Y hoy, en Francia, la juventud y la clase obrera están votando a Le
Pen. Pero la imposibilidad de la dirección del PSOE de entender lo que está
pasando en España es un componente muy negativo, no solo para tal partido (que
hizo mucho en el pasado), sino para todo el país.
Vicenç Navarro
Catedrático de Ciencias
Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra
Los cuatro últimos presidentes de España son unos impresentables y éticamente son absolutamente reprobables...... Han subordinado el bien común a los tejemanejes de la banca y de las grandes empresas y han aprovechado su paso por el gobierno para tejer una excelente red de contactos que les garantizara un buen puesto en la empresa privada a la que beneficiaron................. El único presidente de la democracia que se salva es Suárez, que al menos intentó y en parte logró atar a algunos de los demonios que afligían este país.... Y salió por la puerta de atrás....... Aparte de que las relaciones con el monarca, fueron bastante complejas porque nunca supimos si el rey emérito iba o venía (probablemente iba a distintas alcobas y a sus negocios privados).
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