Asesor de Lehman Brothers hasta su quiebra. Le nombran las eléctricas |
Juan Rico Lenza. licenciado en
Derecho, Económicas r ingeniero de Caminos, canales y puertos. Para blog de Juan Pardo
Después de la
experiencia sufrida tras la Gran Depresión de 1929, crisis económica contada
magníficamente por J. K. Galbraith, ¿quién puede negar que no haya sido el
egoísmo de cada interviniente en aquel bum inmobiliario, el motor de tantas
desdichas? ¿Y quién de ellos resulta más de culpar cuando el voraz apetito al
dinero fácil era el estímulo preferente y engañoso de un devenir económico
desastroso? No cabe duda de que ese ánimo ciego hacia el rápido enriquecimiento
no dejaba pensar en razón, ni entender, en consecuencia, que el mercado
inmobiliario se consideraba eficiente y que los precios de los inmuebles, así
como los tipos de interés del dinero, se autoajustarían a nada que una
alteración precio-cantidad desequilibrara el mercado.
Pero nada ofrece
el mercado inmobiliario que presuma su autorregulación. Los dogmas del mercado
competitivo, dellaissez-faire,
no sirven para nada en él por ser, además, un mercado especulativo, y tal
cualidad lleva implícita el motor del egoísmo como generador. Así precisa de
retroalimentarse con precios siempre al alza. En el bum inmobiliario los
precios subían y subían tal como lo hicieron en la décadas de los ochenta,
noventa y después. Así se calentaba la economía en provecho de las ganancias de
cuantos actuaban en el sector: ayuntamientos (fiscalidad y transformación de
suelos a urbanos); leyes (solo regulando la parte de un mercado en
crecimiento); suelo (propietarios y promotores esperando a más altos precios);
viviendas (especuladores como compradores no finalistas); hipotecas (bancos y
cajas de ahorros negociando en mercados financieros internacionales paquetes subprime);
etc.
Por unanimidad le nombran el consejo asesor de los GURTEL |
Con el euro y los
tipos de interés bajos, las familias, empresas y el Estado se animaron a gastar
sobre cualquier nivel de posibilidades y necesidades. El control del crédito
hipotecario coordinado por los entes financieros privados y públicos hubiera
sido pieza clave para encarrilar el desorden de la economía, pero no se hizo.
La verdad, ¿quién corta el grifo de la abundancia cuando todos beben de ella?
De la noche a la mañana surgían nuevas urbanizaciones y edificios de viviendas;
era la nueva fiebre del oro, la pasión de la riqueza fácil y rápida, una trampa
del estímulo hecha egoísmo, monstruo pasional que devoraría a sus propios
animadores, no a todos, y a muchos otros sin culpa alguna. Los analistas
institucionales de los mercados financieros, teniendo los síntomas de la
enfermedad en sus manos, nada han hecho, o conseguido, por curarla. Todo se
vino encima al fallar la autorregulación, como en el 29.
Las familias y las
empresas sufrieron el mordisco de su imprudencia, pero los entes financieros y,
especialmente, el Estado despilfarrador no ha tenido ni un solo remordimiento y
no ha de extrañar, al ser el pueblo quien paga sus errores con solo aumentar su
sacrificio fiscal. De hecho, la España de las autonomías ni siquiera ha
adelgazado su jugosa enjundia desproporcionadamente creada en los tiempos de
abundancia. En definitiva, es el gasto público, en continuo déficit presupuestario,
el causante de nuestros males. Nos cuentan que reducen su cuantía, pero esto es
pan para hoy y hambre para mañana, porque se sigue en el endeudamiento
permanente, sin eliminar ni racionalizar el gasto generado por el monstruo del
aparato público y político que sigue viviendo del erario. El monstruo de las
autonomías pervive. Pienso que el sistema político se ha montado para esos
grupos privilegiados, que no responden de sus errores y temo que no solo sea un
problema de España, sino de esa involución de falso liberalismo hacia el monopolio
en la dominación del Estado por los partidos políticos de clase, precisamente
los que se eligen a sí mismos. Porque, ¿En verdad, quién elige a los políticos?
Y PORQUE TANTA AGRECIVIDAD ANIMO SONRIE
ResponderEliminarLas multinacionales.
ResponderEliminarLas multinacionales.
ResponderEliminarCada partido tiene su patrocinador y algunos varios
ResponderEliminarLos mismos que nosotros decimos y ellos niegan
ResponderEliminarEllos mismo junto a sus banqueros, empresarios y...
ResponderEliminarLos ánimos están demasiado caldeados y ellos no lo cree, ¡Al tiempo
ResponderEliminarPronto le veremos fin a esta tiranía, será tarde, pero la veremos.
ResponderEliminarAprieta un poco más...
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