Los jugadores FC Barcelona mantiene intactas las opciones de su equipo, pese a los actuales 15 puntos de diferencia con el Madrid, mucho más cuando el Barça tiene un partido menos y se tiene que enfrentar entre ellos, justo el fin de semana ente la eliminatoria contra el Galatasaray turco. El Madrid estará más descansado puesto que ya estará eliminado de la champions y el Barça, hoy por hoy, es muy superior a los merengues.
El Barça arrasó al Nápoles
en el Stadio Diego Armando Maradona y ratificó su condición de favorito en un
segundo partido en el que volvió a ser muy superior al equipo italiano. Por
primera vez se vislumbró un proyecto de Barça sin Messi. Fue ante un equipo
potente de la Liga italiana y en un partido fuera de casa en Europa. No fue en
Champions, sino en la segunda competición europea, pero quedó claro que es
posible superar el fútbol que dependía del mejor jugador del mundo. El Barça de
ayer evidenció registros ilusionantes, que ya se habían apuntado en otros
partidos, pero sobre todo hizo una declaración de independencia para moverse
sin los tics, muy positivos y, a veces, algo negativos, de la presencia del
mago del fútbol vestido de blaugrana.
Xavi ha trabajado y ha
conseguido varias cosas, pero dos cuestiones fundamentales: que le trajeran a
cuatro fichajes que le han cambiado la cara a la plantilla y que los
futbolistas apliquen con disciplina y continuidad una presión impresionante que
permite robar el balón en campo contrario y ser directos y letales en la
ofensiva. La intensidad de este vestuario hace mucho tiempo que no se veía. Con
Messi todos los jugadores sabían que al final el 10 podía decidir los partidos
y ahora se ven movimientos más verticales, un sacrificio mayor en la presión,
sobre todo delante, una defensa adelantada sin miedo a dejar muchos metros en
la espalda y nadie está pendiente de nadie.
La época de Messi fue la más
gloriosa de la historia del FC Barcelona, pero había que vislumbrar un futuro y
ayer se dio un paso, que necesita ratificación, pero que apunta alto. Después
de jugar a Messi, ahora el Barça quiere jugar a algo más que a la posesión. Es
posible que todavía no esté a la altura de los grandes de la Champions, pero ha
tomado una vía en una temporada mala. Ahora no vale el Dragon Khan. Es
necesario consolidar el tono de un equipo con jugadores que ya concentran todas
sus fuerzas sin autorregulaciones ni relajación. Ese es el camino, pero hay que
ratificarlo. El proyecto sin Messi empezó en el Diego Armando Maradona.
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