A priori, el FMI vio la
propuesta y no le encontró objeciones, solo aclaró que como acreedor
privilegiado corresponde que sea el primero en cobrar 44.500 millones de
dólares que le dio al país entre 2018 y 2019 o pagar una prima de riesgo del
250%. En el caso de que hubiese ganado Macri sería del 0% y a pagar en diez
años.
Los megafondos BlackRock y
Pimco lideran la propuesta, que han entregado esta semana al equipo económico
del presidente electo Alberto Fernández
El peronista Alberto
Fernández, ya tiene una primera propuesta de renegociación de la deuda en manos
privadas, con una masa crítica capaz de empujar una adhesión que imponga la
solución. Los mega fondos de inversión Blackrock y Pimco -dos de los tres
grandes inversores en el país sudamericano de los últimos cuatro años- junto
con Templeton, lideran la iniciativa y que ya han hecho llegar a los equipos
técnicos de la Casa Rosada la semana pasada.
La propuesta de Blackrock y
Pimco fue elaborada con la participación del JP Morgan y plantea postergar el
pago de capital por cinco años, pero no imponer quitas ni bajadas de tasas.
También mantiene el pago al día de los intereses de la deuda, pero con una
salvedad importantísima: estarían dispuestos a prestarle al nuevo gobierno al
menos unos 5.000 millones de dólares -que podrían estirarse hasta 10.000
millones-, para que pague los intereses durante los primeros años.
La propuesta tiene cuatro
grandes atractivos para Alberto Fernández: por un lado, no tiene quita sobre el
capital y va en línea con lo que postula el futuro ministro Martín Guzmán. Esto
permitiría cerrar el acuerdo más bien en el corto plazo. Buscar una quita de
capital que golpee los balances de los fondos implicaría una negociación con
más fricción y más larga, tal como advirtió Susan Segal del Council of Americas
este martes. Un alargamiento en los plazos dejaría durante más tiempo al sector
privado sin acceso al financiamiento. Por eso la fecha límite que se puso
Guzmán es marzo del año próximo.
La propuesta de darle cinco
años de gracia a Argentina para el pago de capital, permitiría a Alberto Fernández
transitar todo su mandato sin esa carga. Sólo en 2020 se ahorraría el pago de
unos 9.300 millones de dólares.
Por otro lado, le daría
cinco años de gracia para el pago del capital, y no dos como en la propuesta de
Guzmán; de esta forma Alberto Fernández no debería pagar capital de deuda
durante todo su mandato con los bonistas privados. Solo en 2020, de capital se
ahorraría el pago de unos 9.300 millones de dólares.
Sin embargo, los pagos de
los intereses de deuda no se postergarían. Y en caso de que los funcionarios
argentinos señalaran que tampoco hay dinero para cubrir los aproximadamente
3.900 millones de dólares que hay que pagar en 2020 por bonos bajo ley
extranjera (y los 4.500 millones de dólares de intereses por deuda bajo ley
argentina), los fondos estarían dispuestos a poner sobre la mesa 5.000 millones
de dólares que en 2020 sería 7.500, solo para cubrir los intereses.
Sin acceso a los mercados,
que los fondos aporten "dinero fresco" es un incentivo interesante
para el gobierno. Como esta propuesta es para el inicio de la negociación, es
factible que los fondos de inversión estén dispuestos a ampliar esa
financiación para el pago de intereses. Las fuentes consultadas por LPO no
descartaron que el aporte se estire hasta los 10.000 millones de dólares.
Y el cuarto atractivo
consiste en que estos dos fondos, junto con una serie de fondos más pequeños
que ya respaldaron la propuesta, reúnen al 65% de los bonos, lo que dejaría a
Guzmán cerca del piso necesario en cada serie de bonos para que el resto de los
bonistas se vean compelidos a aceptar la propuesta.
De todos modos, el primero
que deberá aceptar la propuesta es Guzmán y seguramente tenga sus objeciones
porque con este esquema de reestructuración, la deuda sigue creciendo.
"Dudo que Guzmán acepte este tipo de step-up porque esto patea el problema
para más adelante y agranda la deuda, cuando el tema de la deuda hay que
resolverlo de raíz", opinó un importante analista bancario de Wall Street.
.
En este sentido, el analista
consultado dijo a LPO que duda que el FMI respalde una propuesta de
reestructuración sin antes conocer el plan macroeconómico del gobierno para que
la deuda vuelva a ser sustentable. Aunque cabe aclarar que Alberto Fernández
confirmó en la presentación de su gabinete que "ya venimos trabajando
silenciosamente con el FMI
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