La vicepresidenta electa de
Argentina denuncia que Mauricio Macri, el mandatario saliente, armó una
"mesa judicial" para meterla presa
Aunque no logró que fuera
transmitida en directo, Cristina Kirchner utilizó su declaración indagatoria en
el juicio por corrupción en la obra pública para dar un fuerte alegato político
que tuvo como principales apuntados a los jueces, los medios y,
particularmente, al círculo íntimo del presidente argentino, Mauricio Macri.
La vicepresidenta electa
convirtió su acto de defensa en un acto político, a pesar de que no logró que
el Tribunal Oral Federal 2 acepte la transmisión. Minutos antes de que llegara
a los tribunales de Comodoro Py su abogado presentó un nuevo escrito
solicitando autorización. Fue denegado. Los jueces mostraron un celo muy fuerte
y mandaron a cortar la trasmisión de un canal que tomaba la señal interna.
La ex presidenta marcó
cierta contradicción en el tribunal ya que en anteriores instancias, cuando
todavía no había ganado las elecciones, su participación "tuvo una
difusión mediática en vivo y en directo inédita".
Cristina no dudó en ubicar
al presidente de Boca Juniors, como parte central del
dispositivo de operación sobre la justicia que según denunció buscó la prisión
de dirigentes opositores. Angelici tiene excelentes relaciones con dirigentes
cercanos a Alberto Fernández
"Hubo cinco audiencias
completas que fueron transmitidas en vivo y en directo y en los pasajes mas
escabrosos del guión fiscal apuntaban a mi cara", recordó. Y aseguró que
todo el proceso es parte del "lafware", como se denomina a la
doctrina que postula la utilización de sectores de la justicia y los medios de
comunicación para inviabilizar políticamente a los líderes de izquierda de la
región, siendo el ex presidente brasileño Lula el caso más emblemático.
"¿No les parece que
tiene impacto que la vicepresidenta de la Argentina está acusada de asociación
ilícita, de ser la jefa de una banda? ¿En serio les parece que no?, ¿en
serio?", les dijo a los jueces que negaron la transmisión de la
indagatoria.
Cristina afirmó en todo
momento que la causa por el presunto direccionamiento de la obra pública a
empresas de Lázaro Báez es parte de un "plan" del gobierno de Macri
para perseguirla, lo mismo que otras causas en su contra que mencionó durante
su extenso discurso. Y se encargó de apuntarle directamente a los operadores
judiciales del actual gobierno.
"El gobierno que se va
tenía una mesa judicial que decidía quién iba preso, quién no iba preso, a qué
empresario había que apretar para sacarle la empresa o para que diga algo en
los medios", dijo.
El mensaje de Cristina
Kirchner tiene como destinatarios a Fabián "Pepín" Rodríguez Simón y
José Torello, los principales asesores judiciales de Macri, pero también
mencionó al ministro de Justicia, Germán Garavano y al secretario Legal y
Técnico e histórico abogado de Macri, Pablo Clausellas. Como también mencionó
al que aparece al tope de ese esquema de poder, nada menos que el presidente de
Boca Juniors, Daniel Angelici. "El presidente de Boca, es un escándalo,
una vergüenza", dijo.
Angelici tiene excelentes
relaciones con un sector del entorno del presidente electo, Alberto Fernández,
y acaso preveía salir indemne de un contraataque del kirchnerismo. Este lunes,
la ex presidenta pareció evaporar esa ilusión. "De la banda esa de la mesa
judicial sí puedo dar testimonios a través de periodistas, de reuniones
públicas", disparó.
En el kirchnerismo los
tienen en la mira y, como reveló LPO, ellos mismos temen terminar presos. Una
de las maniobras que les atribuyen es la detención del ex secretario legal y
técnico de la presidencia Carlos Zannini, que ahora volvería como Procurador
del Tesoro.
Cristina Kirchner también
mencionó a Laura Alonso y Mariano Federici, otros dos de los apuntados en su
círculo más cercano. "El gobierno utilizó la Oficina Anticorrupción y la
UIF para impulsar las causas judiciales", dijo la ex presidenta.
"Federici viene del HSBC, una entidad financiera que ha sido internacionalmente
perseguida por lavado de dinero. Y el HSBC tiene una causa en la
Argentina", recordó.
En otro tramo, pareció
sugerir la citación de Alberto Fernández, presidente electo y antiguo jefe de
Gabinete, al afirmar: "En el año 1994 se introduce la figura del jefe de
gabinete, el responsable de la ejecución del presupuesto, sin embargo acá no
está citado ningún jefe de gabinete y no digo que tengan que estar acá. El que
ejecuta el presupuesto es el jefe de gabinete, no el presidente o presidenta de
la nación. Si es así, van a tener que citar al presidente de la República, que
fue jefe de gabinete de 2003 a 2008".
La vicepresidenta electa
también mencionó los jefes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo
Arribas y Silvia Majdalani, por el armado de causas y la difusión de escuchas
ilegales (dijo al respecto que Macri tiene un voyeurismo con escuchar
conversaciones privadas). Son los otros nombres del circuito de apuntados por
el kirchnerismo, a los que se suman Germán Garavano y Daniel Angelici.
No parece casual que el
kirchnerismo parezca dispuesto a cederle un lugar de relevancia en la AFI a
José Luis Vila, un hombre que fue ninguneado por Arribas y Majdalani y tuvo que
mudarse a Defensa, como reveló LPO. Cerca de Cristina hay quienes creen que
acercarlo serviría para facilitar el contragolpe contra el jefe de espías de
Macri.
La ex presidenta también
apuntó a un nervio sensible del macrismo al hablar de "Nicky" Caputo,
el mejor amigo de Macri, al que comparó con Lázaro Báez. "El hecho de que
una persona sea amigo y tenga empresas no es delito. Si no, cómo lo llamarían
al amigo del alma del Presidente que se quedó con las empresas energéticas y
nos saqueó a todos", dijo en referencia al cónsul de Singapur.
"El plan fue ideado
para una feroz e inédita persecución para quien fuera dos veces presidenta de
la República. Primero, multiplicidad de procesamientos. Soy jefa de cuatro
asociaciones ilícitas, la verdad que no se cómo tuve tiempo para gobernar
porque me la pasaba haciendo asociaciones ilícitas", ironizó Cristina en
su indagatoria.
Este es un tribunal del
lawfare. Y seguramente tiene la condena escrita. No me interesa, no me
interesa. A mí me absolvió la historia. Y a ustedes seguramente los va a
condenar la historia
La ex presidenta, además,
sugirió que el gobierno de Macri operó para armarle las causas pero que nunca
se concretaba su detención. "¿Cuándo dictan la primera prisión preventiva
contra quien había sido presidenta? Estuve dos años sin fueros por voluntad
propia. Bastó que fuera electa senadora. La construcción mediática del Gobierno
buscaba decir que no podía ir presa porque tenía fueros", apuntó.
Para el final, Kirchner se
guardó dos advertencias para los jueces. "Este es un tribunal del lawfare.
Y seguramente tiene la condena escrita. No me interesa, no me interesa. A mí me
absolvió la historia. Y a ustedes seguramente los va a condenar la
historia", dijo al cierre de su discurso. Luego, cuando ya se retiraba, el
presidente del tribunal le insistió sobre si respondería preguntas. Cristina
volvió, tomó un micrófono y lanzó: "¿preguntas? preguntas tienen que
contestar ustedes, no yo."
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