Pedro Sánchez y el resto de “LA MANADA” dispuestos para entregar su España balcanizada a Venezuela.



Como bajado de los cielos y no, precisamente, en nombre de Dios, Pedro Sánchez encuentra su colaborador destacado, por deseo de uno y necesidad del otro. Es decir, un matrimonio en apariencia, bien avenido. Ahora bien, aunque no recuerdo como se llaman este tipo de matrimonios en la modernidad, si sé que son infieles y de una ruindad propia del nacionalsocialismo.

Pedro y Pablo, Pablo y Pedro mantuvieron una reunión secreta en la Moncloa de la que por Ley, los españoles tendíamos que estar al corriente nada más terminar la misma. Pero por lo ilógico y temerario de los temas tratados nos enteramos cinco días más tarde.

En principio, todos y cada uno de los acuerdos llevan más mala leche que un mosquito aterrizando en un ojo. Pero el resumen general de la misma es que Pablo Iglesias sea presidente del Gobierno de España, pero en la Moncloa “vivirá” Pedro Sánchez cuya única misión será contentar al resto de “LA MANADA”, independentistas, etarras y gente de mal vivir.

Hace pocos minutos,  ante el comunicado oficial de   Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España y por orden de Pablo Iglesias: Nuestro  ejecutivo “está dispuesto a revisar la política penitenciaria de los presos etarras porque ETA está derrotada”. La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC): comunica “gracias, Pedro; gracias, Pablo por acercar a los etarras a sus hogares, las víctimas siguen en el mismo sitio hasta que decidáis exhumar sus cadáveres por exceso de victimismo. Si EEUU ordenó incinerar y arrojar las cenizas a un  mar sin determinar de Osama bin Laden, ante el temor de la oleada del victimismo de la víctima, por qué no lo haréis vosotros, así o empeorado. 
  
Por lo que vimos después, de esa cita pudo haber salido un acuerdo general de colaboración por parte de Iglesias y una cesión desconocida de poder por parte de Sánchez. Recuerden más: en la sesión de control del pasado miércoles, Iglesias estuvo cordial con el presidente, le hizo una pregunta cómoda y su intervención sonó a la frase preferida del líder de Podemos: «Juntos podemos hacer grandes cosas». Antepenúltimo recuerdo: en sus primeras declaraciones el señor Sánchez no tuvo pelos en la lengua: «PSOE y Podemos sabemos que para transformar el país tenemos que entendernos». Y último, Iglesias visitó a Torra en la Generalitat, y la portavoz Elsa Artadi dejó esta definición: «Hay un Gobierno en minoría y la gran fuerza le viene a través de Podemos». Estos son los datos para el diagnóstico. Impresiones: el entendimiento Sánchez-Iglesias funciona, para disgusto de los socialistas que echaron a Pedro de la secretaría general del PSOE porque este se estaba bananizando.
El afán de colaborar entre ellos es común y además confesado por ambos. Cuando Iglesias se entrevista con Torra, no sabemos muy bien si lo hace únicamente como secretario general de Podemos o es una especie de embajador de Sánchez, que acude en su nombre a hacer una prospección del terreno ante la reunión del próximo día 9. Y finalmente, se abre una importante incógnita de futuro, porque una cosa es un Gobierno del PSOE, que fue la promesa inicial de Sánchez, y otra muy distinta un Gobierno de PSOE y Podemos, como una coalición secreta y solo descubierta por la necesidad de Iglesias de demostrar influencia y poderío. Y no es lo mismo, entre otras razones, por una fundamental: el PSOE que conocemos es claramente constitucionalista y Podemos prometió un proceso constituyente en su último programa electoral.

La alianza me importa un cero. Exijo el derecho como español a saber cuál de los dos programas se va a poner en marcha. Además quiero saber r, realmente, quién gobierna gobierna mi país.

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