Carles Puigdemont, Presidente
–no electo- de la Generalitat, sigue asegurando que el jefe
del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene que sufragar a Cataluña a través del Estado,
mediante las correspondientes transferencias económicas, hasta tres años
después de que se independice. El primer año el 100%. Según hagamos el engaño,
así recibiremos el daño.
Carles tiene en mente acudir
en las próximas semanas a una reunión con Rajoy en Madrid con las firmas del
Pacto Nacional por el Referéndum y sin fecha ni pregunta por determinar para
mostrarle su “flexibilidad”, según cuentan fuentes del entorno del presidente
catalán. Sin embargo y desde Moncloa, confirman que el presidente del Gobierno
“sigue con la mano tendida” para hablar de todo menos del referéndum. Desde el
Ejecutivo aseguran que no hay fecha para esa reunión.
Los jefes de la Generalitat
se acercan estos días a los periodistas con la intención de contarles los
próximos pasos del Gobierno catalán con la puesta en marcha del referéndum. Son
conscientes que pactar la pregunta y la fecha con el Ejecutivo de Rajoy puede
retrasar la consulta y enemistarse con la CUP, que les exige consensuar estos
aspectos con urgencia.
Las mismas fuentes sostienen
que ya cuentan con el “boicot” de las instituciones españolas para “atemorizar”
a los catalanes y que no acudan a las urnas. Por ello, exigen a los suyos
máxima “discreción” sobre las acciones que llevarán a cabo e insisten que irán
hasta el final a pesar de los anuncios que haga la Justicia y el Gobierno.
En esta vía unilateral,
dirigentes de la Generalitat señalan que no están preocupados con el aviso de
la Fiscalía de no permitir la compra de urnas porque el decreto es “igual” al
de Andalucía, que tiene urnas en propiedad, aseguran. La vicepresidenta del
Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, advirtió de que si hay querella es porque
su homólogo catalán, Oriol Junqueras, indicó que la compra de urnas era para
hacer el referéndum.
Los de Puigdemont alientan a
la ciudadanía y promoverán, con un gran acto la semana que viene, la
movilización porque consideran que no es lo mismo un gran apoyo a una consulta
unilateral que obtener un mínimo porcentaje en un referéndum acordado con el
Gobierno. Señalan que todo dependerá del porcentaje pero si obtienen sólo un
20% a favor de la independencia deberán de convocar elecciones autonómicas
cuanto antes.
En caso de que ganase el
‘sí’ a la independencia, se abriría un horizonte de dudas. El presidente de la
Generalitat ya avanzó que el Parlamento catalán tendrá que promover un proceso
constituyente y decidir si Cataluña será república, como busca ERC, o no.
“Tenemos previstos todos los
escenarios”, señalan. Puigdemont también tiene pensados un ‘plan B’ o un ‘plan
C’ guardados en la recámara. En caso de que el Estado aceptase negociar,
fuentes de su entorno contaron a los periodistas que la negociación alargaría
las fechas en el calendario de celebración de la consulta y no descartan
celebrar reuniones privadas con el Gobierno y más actores, que no tendrían por
qué ser políticos, para consensuar la independencia.
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