El paripé de a lucha interna
de Errejón/Iglesias es sangre de una “papa cocia”. Los podemitas quieren chupar
cámara a toda costa para oscurecer el Congreso del Partido Popular. Han cambiado
la fecha de celebración de su Congreso para que coincida con el del PP y, desde
hace varias semanas, han conseguido que sus teóricas disputas por el poder
ocupen lugares preferentes en los diarios impresos, hablados, audiovisuales,
digitales y lunáticos.
Hoy han dejado filtrar que
Íñigo Errejón podría pasarse con armas y bagajes al PSOE. Eso dañaría
gravemente a Podemos, es decir, al Partido Comunista, y devolvería al partido
que engrandeció Felipe González a las cotas de votantes que nunca debió perder.
Es difícil aventurar una
opinión fundada entre tantas convulsiones. Parece razonable pensar que Podemos,
como todos los partidos comunistas en la Historia, está experimentando el
periodo de purgas que permita al líder alzarse con el poder absoluto. No sería
entonces un paripé el encontronazo entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón.
Sí está claro que la fecha
fijada por Pablo Iglesias para el Congreso del partido se ha decidido con el
fin de chupar rueda del PP y oscurecer el Congreso del partido que lidera
Mariano Rajoy.
En una democracia pluralista
plena como la española, las añagazas audiovisuales pueden sorprender en los
primeros envites. Luego, la gente se da cuenta de la falacia y la
trapisondería. Veremos qué ocurre, en fin, con la purga leninista dentro del
partido y con la tentación audiovisual de desplazar al partido rival. Tal vez
el tiro le salga por la culta a Pablo Iglesias y, aunque afiance su liderazgo,
tal vez se deje en las alambradas de la superchería muchos miles de votos.
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