Qué los votantes de los políticos tienen
la mayor parte de culpa del mal que nos aqueja es incuestionable.
Indisolublemente todos éramos conocedores del aminoramiento de se viene
padeciendo tanto en el bien estar individual como en la economía en general. Salvo
la regla que confirma “su” excepción, o sea, la raza política y sus “jefes” o
mandatarios.
Siendo conocedor de la polémica que va a
general este ejemplo, pero he de decir que siempre he cuestionado la necesidad
o conveniencia de tener muchísimas normas que lo regulen todo, sobre la
necesidad de cumplir estrictamente la normativa hasta sus últimas consecuencias
y si debe existir un cierto “margen de maniobra” en el cumplimiento de
las mismas. ¿Hasta dónde regular? Son dudas existenciales que tras largos años
como aplicador del derecho, no alcanzo a aclarar. Y, ¿realmente hay que cumplir todo? Recordemos el viejo
dilema filosófico: Las leyes nazis obligaban a denunciar a los judíos y
todo el mundo sabía que el destino de un judío era el campo de concentración y
su posterior exterminio. El
buen alemán ¿qué debía hacer? La ley imponía la denuncia, pero sabía que ésta,
injusta, suponía la muerte del denunciado. Así que a veces no está tan claro si se debe aplicar la literalidad de las
ordenanzas.
¿Qué pasaría si cada
ciudadano estafado por las preferentes, después de exigir “su dinero” al
estafador y este, evidentemente, no se lo diese, le diese un pescozón y un
hasta la próxima? No pasaría nada del otro mundo, ya que se supone que los
administradores de justicia habrían tomado la medida cautelar, ante el
desconcierto y la alarma social de privar de libertad a los estafadores
individualmente y aislados. Tengo la TOTAL y plena seguridad de que sin
necesidad de cámaras de gas y más pronto que tarde se recuperaría más del 80%
del capital estafado. El mismo modus
operandi habría que hacer con los golfos, asesores y gente de mal vivir que
gestionaban las cajas.
No todos son
gilipollas en el gobierno y ante la más que posible adopción por parte de la
ciudadanía de la anterior medida, se están ACORAZANDO. Lo que en la actual ley son faltas,
pasarán a ser delitos. Manifestarse sin autorización –viendo el anteproyecto
nunca serán autorizadas las manifestaciones de disconformidad- o los escraches
pasaran a ser infracciones graves
o muy graves con la correspondientes sanciones que establece el también
reformado código penal de Gallardón, con lo que supondría la posible privación
de libertad. Con todo ello, desde el ministerio se pretende amordazar a los
ciudadanos, silenciando las protestas y empujarnos al conformismo y la
docilidad. Por ejemplo, mostrar tu apoyo de disconformidad a un desahuciado
conllevará una sanción de 30.000 euros. Llamar “golfo” a un político en
público………directamente a la cárcel. No estar de acuerdo con las, a veces,
injustas sanciones de tráfico, se considera delito quedando a libre criterio del
agente el grado de aplicación de la sanción.
¿Sabe el Gobierno que los agentes de
seguridad en España (Guardia civil, policía nacional, policía local y otros…)
superan en un 280% en índices delictivos al de la ciudadanía. En el 82% de los
casos de narcotráfico hay uno o más agentes del orden implicados.
Ni se puede poner la zorra a guardar
gallinas, ni las leyes nazis eran justas, ni el gobierno debe proteger a los
estafadores y, por descontado, los políticos se pueden acorazar con unas
medidas tan tiranas e inconstitucionales.
El nuevo Código Penal que
impulsa el Gobierno prohibirá que los políticos implicados en juicios orales
por corrupción figuren en las listas electorales, según ha anunciado este
martes el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.
La nueva Ley Gallardón/PP dice: “Los imputados
por corrupción cuyos juicios no hayan empezado sí podrán formar parte de las
listas electorales. De esta manera, el extesorero del Partido
Popular, Luis Bárcenas, Blesa, Rato, la tremebunda lista de
sindicalistas, socialistas y comunistas, perfectamente, podrían formar parte de
otro corrupto pacto de gobierno. ¡Manda
huevos¡
Estoy de acuerdo, la ciudadania esta tomando conciencia del problema que tenemos... Necesitamos luchar por una justicia independiente, una prensa libre y no subvencionada, y que las instituciones del estado no esten en manos de los partidos politicos. SI ENCIMA SE HACE UNA REFORMA DEL SISTEMA ELECTORAL CON LISTAS ABIERTAS Y UNA CIRCUNSCRIPCION UNICA YA SERIA MARAVILLOSO.
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