Si el Gobierno niega la realidad económica, el pueblo tiene derecho a negarle el oxígeno fuera de la cárcel
El apego popular con que
parece ser acogido la protesta o manifestación de un grupo de ciudadanos es
cuando menos sospechoso. Es evidente que hay muchas razones para protestar y
que muchas o la gran mayoría de protestas son justas. Pero no lo son todas, ni
es admisible la forma en que se producen algunas de ellas. A veces, se siente vergüenza
ajena por impropia. Ver como un politicucho
de pueblo, no puede salir a tomar un café con la familia es triste, porque siempre
hay alguien que le increpa y hasta incluso le escupe el exceso de razones
motivadas por su mala gestión. Pero si ellos, no tienen la culpa, la tenemos
nosotros que les votamos, ahora lo que hay que hace es dejar de votadles e
incluso “”””exigirle”””” el estado de cuentas de su gestión. Fuera de su
despacho, su único refugio es el coche oficial y la policía. Es una realidad
que no tiene buena pinta. Es la vía democrática, la única que garantiza estos
relevos de un modo ordenado, representativo y condicionado. Aun reconociendo
que el 100% de nuestros políticos, no tienen derecho ni a oxígeno para
respirar.
Por ejemplo, ¿Quién de
vosotros sabe el estado de cuentas del Ayuntamiento de vuestro pueblo? ¿Sabía Rajoy
el déficit, al menos nominal del Estado cuando era Pte. Zapatero? Seguro que lo
sabía, porque las derivaciones o ampliaciones presupuestarias del Gobierno solo
se pueden aprobar en el congreso. En cambio, en cualquier pueblo con el cuento
de la contabilidad presupuestaria “””INALTERABLE” no lo saben ni ellos. Pero si
sabemos que cualquier alteración del presupuesto
aprobado en pleno presupuesto es malversación de caudales público, delito: La
autoridad o funcionario público que, en provecho propio o de un tercero,
recibiere o solicitare, por sí o por persona interpuesta, dádiva, favor o
retribución de cualquier clase o aceptare ofrecimiento o promesa para realizar
en el ejercicio de su cargo un acto contrario a los deberes inherentes al mismo
o para no realizar o retrasar injustificadamente el que debiera practicar,
incurrirá en la pena de prisión de tres a seis años, además de reparar de su
propio patrimonio el daño causado.
Justo lo que ha pasado en
el Gamonal de Burgos. El dichoso bulevar no estaba aprobado en los presupuestos
anteriores y argumentan que “””una empresa privada””” los haría a cambia de
capullos en vinagre –aparcamientos y diversas gestiones que, al final, las
pagamos nosotros y con demasía. No, precisamente, está España para bulevares.
En definitiva todo aquel
que haya malversado fondos públicos, por Ley, debe estar en la cárcel. Si se
actuase de acuerdo a Ley y el poder judicial fuese lo que siempre ha sido
¿Cuántos políticos se atreverían a robar, escamotear o malversar “euros del
pueblo?. Seguro que ninguno.
Pero si sabemos que cualquier alteración del presupuesto aprobado en pleno presupuesto es malversación de caudales público, delito: La autoridad o funcionario público que, en provecho propio o de un tercero, recibiere o solicitare, por sí o por persona interpuesta, dádiva, favor o retribución de cualquier clase o aceptare ofrecimiento o promesa para realizar en el ejercicio de su cargo un acto contrario a los deberes inherentes al mismo o para no realizar o retrasar injustificadamente el que debiera practicar, incurrirá en la pena de prisión de tres a seis años, además de reparar de su propio patrimonio el daño causado.
ResponderEliminarTenia que ser contagioso haber si espabilabais
ResponderEliminarJuan, SAR..........
ResponderEliminarA la cárcel, no; pero a la miseia si iremos nosotros, Juan.
ResponderEliminarMe tiene asustada esto de la gripe A
ResponderEliminarTE DIRÉ MI ESTIMADO JUAN, QUE NADA DE ESTO ME SORPRENDE , YA QUE EN MI ARGENTINA SE CUECEN LAS MISMAS HABAS . UN DÍA LAS COSAS SERÁN DE OTRA MANERA ...Y PREGUNTO , LO VIVIREMOS A ESE DÍA NOSOTROS ???..
ResponderEliminarDE LOS BESOS EL MÁS GRANDE, PARA EL MEJOR DE LOS LUCHADORES SOCIALES .