Teresa se llama la víctima
del marido de Mónica Oltra. Nunca se interesaron por entrevistarla ni TVE, ni
Antena3, La Sexta, ni Cuatro, ni Tele5. Durante años y siendo ya mayor de edad,
nunca la consideraron una víctima, sino una amenaza. No existía, la anularon
como menor víctima de abusos sexuales en un centro tutelado. No era la
mediática Rocío Carrasco, ni la ministra Montero se iba a enemistar con
Compromís por una niña que no era “de los suyos”. Para la ministra de Igualdad
nunca mereció ni un tweet. Para los medios, entrevistarla era enfrentarse al
poder de la Generalitat Valenciana y que te cerraran el grifo de la publicidad
institucional. Compromís reparte casi 3 millones de euros al año y Ximo Puig
otros 12 millones más.
¿Dónde está la humanidad de
esas otras 13 personas implicadas? ¿Por qué permitió el juez que la llevasen a
declarar esposada? El mismo día y a la misma hora que, Teresa declaró ser víctima
de abuso, el juez tenía que haber ordenado un rastreo total de su habitación,
así como mandar todos sus enseres a la policía científica. La directora del
centro del mismo modo.
Para el bien de España y, en este caso, de Teresa;
los medios de comunicación deben ser excluidos del reparte de subvenciones que
solo generan dudas y vicios ocultos.
juanpardo15@gmail.com
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