El argentino concedió una
entrevista a France Football en la que asegura que no se hubiera imaginado
nunca ganar siete Balones de Oro
A ojos de mucha gente, Messi
es un extraterrestre. Él niega esa idea con esa sonrisa introvertida que le
caracteriza, pero consciente de que su séptimo Balón de Oro le coloca en un
lugar inalcanzable para el resto: “No me importa si soy el mejor o no. Ser considerado
entre los más grandes de la historia es más que suficiente”, ha asegurado en
una entrevista a France Football en la que agradece el premio que recibió el
pasado lunes en París
Inevitablemente apareció el
nombre de Cristiano, con quien ha mantenido una gran rivalidad que hizo mejores
a ambos: “Hubo una competencia dura durante muchos años en España y fue
maravilloso porque nos sirvió a los dos para crecer en nuestras respectivas
carreras. Pero no creo que tuviéramos un ojo puesto en el otro. Yo solo quise
superarme a mí mismo para ser el mejor y no mejor que los demás”, puntualiza el
ahora futbolista del PSG.
A su llegada a la capital
francesa, Neymar le ofreció el 10. Fue una muestra de respeto a alguien a quien
admira desde hace mucho: “Fue un gesto extraordinario por querer darme ese
número aunque era suyo y me pareció justo que se lo quedara. Me quedé con el
30, que también me gusta”, subrayó Leo en una entrevista en la que recalcó que
el PSG tiene todo para soñar en grande. Para la Champions, sin embargo, tiene
que mejorar el cuadro de Pochettino.
A Messi no le gusta perder.
Ni ahora, mucho más maduro, ni cuando era un adolescente y jugaba en el Barça:
“Siempre me duele. Aún me cuesta acostumbrarme, y a veces puede durarme el
enfado, pero trato de convencerme que habrá otra oportunidad más adelante”. Una
entrevista en la que también habló de Maradona y la comparación que ha tenido
que soportar toda su carrera: “Nunca presté atención a eso, pero lo pasé muy
mal en la selección por cosas que van más allá del fútbol”
Comentarios
Publicar un comentario