En el congreso del PSOE en Valencia, la LEY estrella ha sido la prohibición de la prostitución. Ya prohibida.
PSOE y Podemos se dan
tortazos por atribuirse la prohibición de la prostitución que, por cierto, está
penalizada. Lo que significa que, electoralmente, las feministas son un fracaso…Igual
votan a Vox.
La prostitución en España no
está regulada por una ley concreta, pero existen algunas actividades
relacionadas como el proxenetismo que son ilegales, si bien la prostitución en
sí no es ilegal. Además existen leyes que protegen a los menores de este tipo
de actividades o las personas con discapacidad mental.
Una de las principales
aportaciones del debate del 40 congreso socialista, que se clausuró este fin de
semana en Valencia, fue la apuesta por la prohibición de la prostitución. Un
paso más en la lucha por los derechos y la dignidad de la mujer. Fue de las
pocas cosas que el feminismo clásico sacó de esa cita después de ver cómo
decaían las enmiendas que reclamaban cambios profundos a la ley LGTBi a su paso
por el Congreso de los Diputados.
El propio líder del PSOE,
Pedro Sánchez, reelegido para el cargo con una mayoría abrumadora, hizo alarde
de la propuesta contra la explotación sexual de las mujeres. Y este lunes lo
volvió a hacer en la entrevista preparada en la SER donde explicó que había
hablado con la ministra de Igualdad, Irene Montero «y creo que ella tiene
también alta sensibilidad y empatía con esta causa. Además, hay una gran
mayoría parlamentaria que estará a favor de eliminar la esclavitud de las
mujeres».
Lo cierto es que Montero ya
defendió la lucha contra el proxenetismo en el debate parlamentario el pasado
jueves de la ley orgánica de garantía de la libertad sexual, comúnmente
conocida como ley del «sí es sí». Durante el debate de totalidad de la ley, la
ministra de Igualdad defendió «otra importante medida dirigida especialmente a
acabar con la impunidad de una industria que mueve 5 millones de euros en negro
al día y cuya actividad lucrativa es la explotación sexual de mujeres y niñas».
Aludía a la lucha contra la
explotación sexual y las recomendaciones que, en este sentido, han trasladado
las Naciones Unidas, que «nos instaba a adoptar una definición amplia de
proxenetismo para hacer posible el enjuiciamiento adecuado de los que explotan
la prostitución”. La reforma, entre otras cosas, recoge la «tercería locativa»
para poder perseguir de forma eficaz a quienes utilizan sus locales o pisos
para lucrarse con el ejercicio de la explotación sexual de las mujeres.
Pero en el PSOE replican que
«nosotros ya lo llevábamos en nuestro programa electoral antes de que se
firmara el acuerdo de coalición», por lo que se inaugura una pugna por ver
quién se atribuye un compromiso que no parece terminar de arrancar. Bien es
cierto que en Unidas Podemos hay sectores no abolicionistas que prefieren una
regulación del ejercicio de la prostitución para dar seguridad laboral a las
mujeres que ejercen esta actividad.
No se cierra así la lucha entre
los socios por la agenda feminista, sobre todo tras el toque de atención de la
ex vicepresidenta Carmen Calvo en el congreso socialista de este fin de semana
en Valencia. Entre los aplausos de los suyos, que la recibieron con una gran
ovación, dijo que el PSOE «se la juega con el feminismo» para pasar a advertir
que era necesario que «nos os gane nadie en la defensa de los derechos de todos
y todas», con la menta quizá puesta en Unidas Podemos.
Malestar de las feministas
socialistas
Pero la intervención de
Calvo no pudo evitar el malestar de las feministas socialistas al ver como eran
derrotadas sus enmiendas en Valencia para que se modificara la ley trans a su
paso por el Congreso. Defendieron que el PSOE debería ser un partido «alejado
de los postulados identitarios de género» y que otra cosa supondría «la ruptura
con la agenda feminista» y una falta de respeto al «legado de las feministas».
Además, Pedro Sánchez ha
optado para la secretaría de Igualdad por un perfil muy distinto al de Calvo
acaso buscando a alguien que no vaya a al confrontación directa con Irene
Montero. Se trata de Andrea Fernández, de 28 años, la diputada más joven del
Grupo Socialista y acaso más próxima a las nuevas tendencias queer que su
antecesora.
Comentarios
Eso lo saben muy bien los socialistas andaluces …