Pablo Iglesias se corta la coleta. Podemos desaparece y se integra en el Partido Socialista Unificado que lidera, Yolanda Díaz.

 

Iglesias, nunca ha sido inteligente, pero tampoco ha dejado que le asesoren doctos en materia política. Ahora, si tiene claro que si abandona el barco de Pedro Sánchez tendría serios problemas con la justicia.

Definitivamente, los nacionalistas catalanes y vascos han retirado su apoyo a Sánchez. En Canarias, donde los dos diputados de Cs se han pasado al PP y, por tanto, habrá moción de censura en los próximos días, el gobierno socialistas de las islas pasará a manos de CC-PNC. El panorama que se le presenta a Pedro Sánchez no es para nada esperanzador y por ende a Iglesias solo le queda fugarse o irse de España.

Decía Galdós que lo peor de lo malo es lo peor. Su libre intención es seguir la carrera de Begoña Gómez, esposa del Jefe de Gobierno, conferenciante, catedrático extraordinario en la Complutense y velador de tertulias en la Sexta. Es cierto que José Carrillo en UCM le ayudaría y García Ferreras en la Sexta también. Pero será más acertado que el Claustro de la Complutense y el Grupo Planeta, no permitirían tal fechoría.

Preguntaba un preso a un procesado a su abogado ¿Cómo va mi caso?  Tu caso va bien, pero fúgate. Iglesias se suele orientar por su picha, donde huele acude y su matrimonio es inexistente. A Irene, solo le imputarían cuestiones civiles que con dinero son fáciles de pactar. Ella seguiría en el Casoplon y el en Venezuela donde las  mujeres se caracterizan por su belleza, su buen cuerpo y un estilo sensual.

Lo peor de este viaje sería que le intentase mover los cimientos a Maduro y apareciera en la barriga de un tiburón caribeño. El problema para la fuga de Iglesias y Ábalos es que PLUS ULTRA no opera y la CIA tiene una enormidad de chivatos cibernéticos, desde España no pueden huir y desde cualquier otro país, no le negarían el desvío del avión a territorio estadounidense. No todo es coser y cantar, tendrían que hacer varias  cuarentenas en Rusia y eso es peligroso.

Quien mal anda mal acaba y Pablo Iglesias tiene el futuro bastante jorobado.