Anna Gabriel y Puigdemont no soportan el olor a pescado podrido de los españoles.

 



El miedo es un sistema de control que alarma de nuestro cerebro y se activa cuando detecta una posible amenaza real o supuesta, presente, futura o incluso del pasado. Se trata de una respuesta útil y adaptativa que conlleva cambios en el funcionamiento de nuestros comportamientos, pensamientos y cuerpo. La sensación de miedo en personas con las neuronas dañadas es la pérdida total del control en sus acciones.

Un día, Carles Puigdemont, que no piensa mucho, pero en este caso pensaron por él. Solo tenía dos opciones cárcel o fuga y sin más, con la rapidez del rayo y la chispa eléctrica le metieron en el maletero de un coche y apareció en centro Europa deambulando como un perro callejero.  O sea, Carles el exhonorable Presidente de la Generalitat se fugó de España y hoy, así  consta, es subalterno adjunto de un parlamentario catalán en Bruselas y prófugo de la justicia española.

La curiosa por rebelde, Anna Gabriel, ama y dueña de las CUPs catalanas tenía menos opciones que el honorable, cárcel por rebeldía y más cárcel por enaltecer el terrorismo. Es curioso, pero esta artista del terrorismo vive en Suiza La vida capitalista de Anna Gabriel en Suiza: casa propia, médico privado y extra de "la caja de resistencia"

A la comunista de la CUP le va de maravilla en Ginebra, la ciudad más cara del mundo, ciudad que ella calificaba  como "cueva de ladrones y empresarios explotadores".

Al unísono, ambos catalanes aterrados de miedo y que un día se fugaron de España, dicen que no soportan el olor a pescado podrido de los españoles. El soporte del texto es de Pilar Rahola, siempre a los pies de Puigdemont.

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