Odón Elorza, al que a todos nos suena como fuente de inspiración del socialismo vasco e incluso lugarteniente del universal, nunca ha sido nada en política, solo alcalde de San Sebastián bajo la supervisión de Eusko Alkartasuna y Herri Batasuna o lo que era lo mismo el socialismo al servicio de ETA.
Ahora se dedica a pasar notas de inserción y aquí la tenéis:
Somos el socialismo patanegra. (El de hace dos años era un socialismo de derechas, ¡Manda huevos¡)
Debe ser la militancia quien
gane con el ejercicio de su voto en las Primarias del PSOE. Algo que no
resultará posible si las élites del aparato, los Generales y la vieja guardia
alcanzan un pacto de poder que lleve a desvirtuarlas
ODÓN ELORZA
Va a ser necesario todo el
entusiasmo de las convicciones y un pensamiento democrático y crítico frente al
sistema y los sectores inmovilistas de todo color para contribuir a un debate
clarificador sobre la alternativa socialista que necesita este país. Si lo
hacemos bien es posible que nos permita recuperar la credibilidad del PSOE y su
unidad tras unas obligadas Primarias abiertas.
La clave en el PSOE está en
cambiar la forma de sentir y hacer política, desde Ferraz hasta las Casas del
Pueblo. Se impone actuar con ética y reforzar los mecanismos de la democracia
interna en el Partido Socialista para evitar un cierre en falso del capítulo de
errores continuados que nos ha llevado a la actual confrontación. Sin asegurar
estas premisas, las teorizaciones de sabios y expertos de laboratorio no
servirán de nada.
De ahí la exigencia
democrática a la Gestora interina de cumplir con su única función, consistente
en la convocatoria de Primarias y Congreso Extraordinario sin más dilación ni
tutelas sobre las bases. Es un paso imprescindible para devolver la voz y la
capacidad de decidir a la militancia. Solo así se podrá apostar por la unidad y
salir de la situación de anormalidad democrática en la que han instalado al
PSOE desde el 1 de octubre.
SE IMPONE REFORZAR LOS
MECANISMOS DE LA DEMOCRACIA INTERNA PARA EVITAR UN CIERRE EN FALSO DEL CAPÍTULO
DE ERRORES CONTINUADOS QUE NOS HA LLEVADO A LA ACTUAL CONFRONTACIÓN
Las Primarias para la
elección de la Secretaría General no son un fin en sí mismas. Representan la
mejor oportunidad para abrir, ante la sociedad española, un debate entre
socialistas que ha de ser ejemplar y respetuoso en las formas. Un debate
transparente entre las candidaturas que concurran sobre el proyecto que
necesita España, el relato del PSOE para afrontar las incertidumbres que nos
angustian --sobre todo en materia de empleo, derechos sociales, desigualdades y
pensiones--, el modelo de liderazgo y la estrategia a seguir en la que juega un
papel decisivo la búsqueda de alianzas.
Serán ideas y propuestas a
debatir para hacer posible la reconstrucción del PSOE y la recuperación tanto
de la credibilidad del socialismo entre la ciudadanía como de la vocación del
PSOE de ser una fuerza de gobierno y mayoritaria en la izquierda. Para ello,
trabajamos en un proyecto dirigido a una mayoría social, que pueda ser
identificado como una alternativa socialista real y diferenciada de las
políticas neoliberales de la derecha que encarnan Rajoy y el PP.
Tras el desgaste del PSOE,
anterior a la gestión fallida de la crisis por el Gobierno de Rodríguez
Zapatero y que tiene mucho de acomodación al poder y de desconexión con los
nuevos problemas de la ciudadanía en el mundo global del capitalismo salvaje y
las tecnologías, no será tarea fácil reforzar nuestras señas de identidad.
Hacerlo nos permitirá un rearme ideológico para participar en la refundación de
la Socialdemocracia europea que dé respuestas a los retos del siglo XXI.
En el marco de un Congreso,
ya con la Comisión Ejecutiva del PSOE, deberemos dar respuestas claras desde la
Socialdemocracia a problemas de envergadura como: las consecuencias de la
globalización y la soberanía compartida; la economía digital, la robótica y las
tecnologías que inciden en el empleo; las migraciones y el respeto a los
derechos humanos; la desfiguración del espíritu europeo; la defensa de la
democracia frente al avance del populismo y la amenaza de la extrema derecha;
la supervivencia del planeta y las políticas de sostenibilidad; el combate
contra los paraísos fiscales y un capitalismo financiero desregulado y
especulativo; el terrorismo yihadista y las guerras regionales; la fragilidad
del Estado de Bienestar y el aumento de las desigualdades; la prevención de la
corrupción y la regeneración de las instituciones internacionales; y los
problemas de la demografía y la pirámide de edad.
Ha sido una democracia
interna débil, en la que no han funcionado los mecanismos de reflexión, diálogo
y debate a tiempo en instancias como el Comité Federal y el Comité Territorial,
la que ha permitido el choque de trenes entre sectores del aparato del partido,
las actitudes de deslealtad y la fractura final del PSOE tras la conspiración
orquestada contra Pedro Sánchez por los poderes nostálgicos del bipartidismo.
Deberá ser ahora la militancia quien gane, en todo caso, con el ejercicio de su
voto en las Primarias. Algo que no resultaría posible si las élites del aparato,
los Generales y la vieja guardia alcanzan un pacto de poder que lleve a
desvirtuarlas.
SE TRATA DE PONER
EN VALOR EL PAPEL DE LA MILITANCIA PARA QUE RECUPERE LA ILUSIÓN EN TORNO A UN
PROYECTO QUE CONSIGA SUMAR A LA GENTE JOVEN Y, CON ELLO, DERROTAR A LA DERECHA
Leemos estos días que
diferentes Generales (secretarios) y líderes territoriales dicen querer
consensuar las diferencias y pactar entre ellos para que haya una sola
candidatura a la Secretaría General porque así se preserva mejor la unidad del
partido. Me parecería un error soslayar ante la militancia un debate que ya
está abierto, dando un portazo a las Primarias al "ofrecer" una solución pactada. En
todo caso, no tendría ninguna lógica que quienes abogan por una tercera vía
sumarán sus fuerzas con la Gestora y Susana Díaz.
Esta crisis no se puede
resolver en los despachos, pretendiendo predeterminar mediante un pacto el
resultado de las Primarias para inducir luego el voto de la militancia
socialista. O lo que sería peor, impedir el voto de la militancia en unas
Primarias que no se celebrarían si echan de la carrera a Pedro Sánchez. Son
comportamientos que van contra el cambio que defendemos en el interior del PSOE
y contrarios al espíritu de regeneración política en los partidos.
Soy partidario de una
democracia que promueva los debates y empodere a las bases del PSOE mediante un
pacto con la militancia que conlleve una nueva concepción de la delegación del
poder en los dirigentes. Quiero que se reconozca, sin complejos, el papel que
corresponde a la militancia socialista en los debates, en la elección de los
dirigentes y cargos públicos y a la hora de ser consultada en situaciones
excepcionales. Defiendo, en consecuencia, la rendición de cuentas y la
aplicación de procesos que forman parte de una democracia participativa.
Se trata de poner en valor
el papel de la militancia socialista para que recupere la ilusión en torno a un
proyecto que consiga sumar a la gente joven y, con ello, derrotar a la derecha.
Frente a la desmotivación que propician algunos aparatos del PSOE, la
militancia tiene que sentirse unida por sus convicciones y trabajar con formas
innovadoras, proyectando esperanza y a la vez cohesión hacia una sociedad
expectante.
Es innegable que el PSOE
arrastra una crisis de liderazgo. Ante ello, nuestra solución consiste en un
modelo de liderazgo integrador del pluralismo existente en el PSOE, incluyente
con una metodología de trabajo abierta a
la interacción con los movimientos y sectores de progreso de la sociedad,
inclusivo de las demandas y de la lucha contra los recortes de derechos básicos
que afectan a las clases populares y compartido --delimitando con claridad los
papeles de liderazgo-- con otros dirigentes territoriales.
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