El Barça vivió ayer su último día de mercado con la tranquilidad de saberse con la plantilla cerrada a plena satisfacción de Luis Enrique. El entrenador tiene dobladas todas las posiciones y además con futbolistas jóvenes y de su gusto. Donde tiene más efectivos es en el centro del campo con Busquets, Rakitic, Iniesta, André Gomes, Denis Suárez yRafinha, y con otros como Sergi Roberto y Mascherano que, partiendo desde la defensa, también pueden jugar en la medular.
Uno de esos futbolistas, concretamente un ‘peso pesado’, ha tenido opciones de marcharse este verano al menos a tres clubs de primer nivel. Es el caso de Ivan Rakitic (28 años), al que han tentado la Juventus, el Manchester United y el Chelsea. Sin embargo, el croata ha decidido quedarse para cumplir su contrato con el FC Barcelona (firmó hasta 2019), un compromiso que tanto el centrocampista como el club desean ampliar.
Rakitic tiene un enorme ‘caché’ en el mercado internacional. Es un jugador contrastado en la alta competición y sus características (es tan potente como técnico) y su buena llegada a portería (ya lleva 18 goles desde que llegó al Barça en 2014) le convierten en objetivo de las grandes secretarías técnicas europeas.
Tres de estos clubs decidieron sondearle para intentar ficharle viendo que la pasada temporada Luis Enrique decidió sustituirle en muchos partidos (25). Algo de lo que el croata nunca se ha quejado pero que, obviamente, no es de su agrado. No obstante, dada su profesionalidad nunca ha hecho de ello un ‘casus belli’ ni contra el entrenador ni contra el club.
En cualquier caso, intuyendo que podría haber un resquicio por donde atacarle, Juventus, United y Chelsea le tentaron. El club italiano ya sabía que Pogba acabaría saliendo y buscaron un medio con empaque para poder suplirle con garantías. A Rakitic lo conocían de sobras y además lo habían sufrido en sus carnes: el 1-0 en la final de Berlín conquistada por los azulgrana llevó el sello del croata.
A ese interés se unió el de un United en el que Mourinho buscaba calidad y garra para su medular (al final logró llevarse a Pogba pero quería más), así como el de un Chelsea en que Conte también deseaba revitalizar la media.
De entrada, la respuesta de Rakitic a su agente, Arturo Canales, fue negativa, pero tocaba hacer una consulta al club. Las ofertas eran importantes tanto en lo económico como en lo deportivo y no era cuestión de cerrarse en banda sin conocer la postura del Barça. Existían tres posibles escenarios: que el club azulgrana le dijese a Rakitic que quería retenerle y ampliarle su contrato; que se abriesen a venderle buscando un buen negocio para las dos partes; o que le dijesen que querían que siguiese pero que todavía no tocaba hablar de una renovación porque había otras prioridades.
Además, el Barça se estaba moviendo en el mercado para traer más medios como Denis Suárez y André Gomes. Pero la respuesta del club fue nítida y clara: no querían vender a Rakitic y además mantenían su interés en ampliarle el contrato y la promesa de mejorar su ficha para premiar su rendimiento.
Como ni Rakitic ni su familia querían dejar Barcelona y como el Barça deseaba retenerle y premiarle, la historia acabó como se sabe: no a las ofertas y presente y futuro en azulgrana.
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