La pajas mentales de Pedro Sánchez, socialista en la agonía.

El titiritero de la formación de Gobierno en España es más propio de Circo Romano  que de hemicirco de San Jerónimo. Aun así es condenable, que los líderes de Podemos, Ciudadanos y  PSOE, que hoy protagonizan las negociaciones para la investidura eventual de Pedro Sánchez, siguiesen tomándonos el pelo. La inevitables urnas deberían pasarles factura.

Ocurre, claro, que a diferencia de otras épocas, en que el salto de información y formación entre los líderes políticos (pensemos en Churchill, Adenauer o De Gaulle) y la generalidad de la población era sustancial, aquel se ha reducido hoy al mínimo o no existe en absoluto: Sánchez, Iglesias y Rivera son tres hombres corrientes y molientes, que solo sobresalen de la media porque han vivir de la política.

Pedro Sánchez que nunca ha sido ni concejal electo ha confundido su papel con el del jefe del Estado, consulta con todos los grupos del Congreso, en lugar de comprobar si es capaz de conformar, en el menor tiempo posible, una mayoría que lo invista presidente; sin hacerse a la idea que no le  votarían ni los propios socialistas. Pero dado que Iglesias y Rivera han proclamado por activa y por pasiva que no gobernarán juntos jamás, que el intento de Rivera de impulsar un Gobierno presidido por Sánchez con la abstención del PP –que no se va a abstener, votará “NO, Pedro”y el apoyo de Ciudadanos resulta un disparate (¿dónde se ha visto que el ganador facilite al perdedor la presidencia?) y, en fin, que Sánchez no podría gobernar con el único apoyo de Rivera (¡es imposible hacerlo con 130 escaños!), solo hay dos fórmulas para la investidura: que Sánchez logre el apoyo de Podemos y algunas minorías que necesita para superar el voto en contra de Ciudadanos y el PP, o que Rivera permita con su abstención un Gobierno de coalición entre Podemos y el PSOE  -imposible-.

Si, Podemos/Ciudadanos –por lógica- nunca estarán de acuerdo Y PP, por  lógica de la evidencia nunca facilitará el Gobierno de Pedro Sánchez, ¿Qué coño hace el tarugo de las saunas gais. Pedro vete a mariconear y deja que España progrese más o menos despacio. Es  triste, pero a Pedro Sánchez el  grupo  socialista de logística le ha dicho que PI se está riendo de él y nunca le facilitará el acceso a Moncloa. Podemos le daría antes el  voto a  Rajoy que a Sánchez.

Lo saben los que negocian y todos los españoles, lo que convierte el juego de los partidos en una ofensa y una irresponsabilidad, pues mientras tratan de engañarnos, el país está ya harto de títeres no tiene más objeto que retrasar lo inevitable: o la elección de un presidente que no podrá gobernar o la convocatoria de unas elecciones en las que muchos electores castigarán el lamentable comportamiento de unas élites que solo merecen ese nombre en un sentido figurado. Demasiado figurado.

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