Seit 1959 ist sie fester Bestandteil von Kinderzimmern weltweit: Die Barbie ist unverkennbar – hat sich aber in den letzten Jahrzehnten trotzdem stark verändert. Hier sind einige Looks der berühmten Puppe.
Schönheitstrends halten
manchmal einige Jahre – manchmal sogar noch kürzer. Die Barbie mit ihren vielen
verschiedenen Looks ist ein gutes Beispiel: Sie zeigt ganz deutlich, was vor 50
Jahren als schön galt – und was heute. Die erste Barbie kam 1959 auf den Markt.
Wie viele Frauen damals trug sie elegante Ohrringe, eine Ponyfrisur und ein
sorgfältiges, edles Make-up.
Seit 1959 ist sie
fester Bestandteil von Kinderzimmern weltweit: Die Barbie ist unverkennbar –
hat sich aber in den letzten Jahrzehnten trotzdem stark verändert. Hier sind
einige Looks der berühmten Puppe.
ESPAÑOL
Desde 1959 es una parte integral de las habitaciones de los niños en todo el mundo: La Barbie es inconfundible - pero sin embargo ha cambiado mucho en las últimas décadas. Éstos son algunos de los famosos miradas muñeca.
Tendencias de belleza tienen a veces varios años - a veces incluso más corto. La Barbie con sus muchas miradas diferentes es un buen ejemplo: se muestra muy claramente lo que se consideraba hermosa hace 50 años - y lo que es ahora. La primera Barbie salió en 1959 en el mercado. ¿Cuántas mujeres en aquella época llevaban pendientes elegantes, una franja y un maquillaje elegante cuidado.
Desde 1959 es una parte integral de las habitaciones de los niños en todo el mundo: La Barbie es inconfundible - pero sin embargo ha cambiado mucho en las últimas décadas. Éstos son algunos de los famosos miradas muñeca.
Tendencias de belleza tienen a veces varios años - a veces incluso más corto. La Barbie con sus muchas miradas diferentes es un buen ejemplo: se muestra muy claramente lo que se consideraba hermosa hace 50 años - y lo que es ahora. La primera Barbie salió en 1959 en el mercado. ¿Cuántas mujeres en aquella época llevaban pendientes elegantes, una franja y un maquillaje elegante cuidado.
Desde 1959 es una parte integral de las habitaciones de los niños en todo el mundo: La Barbie es inconfundible - pero sin embargo ha cambiado mucho en las últimas décadas. Éstos son algunos de los famosos miradas muñeca.
ENGLICH
Since 1959 she is an integral part of children's rooms worldwide: The Barbie is unmistakable - but nevertheless has changed greatly in recent decades. Here are some of the famous doll looks.
Beauty trends hold sometimes several years - sometimes even shorter. The Barbie with its many different looks is a good example: it shows very clearly what was considered beautiful 50 years ago - and what is now. The first Barbie came out in 1959 on the market. How many women in those days wore elegant earrings, a fringe and a careful, elegant makeup.
Since 1959 she is an integral part of children's rooms worldwide: The Barbie is unmistakable - but nevertheless has changed greatly in recent decades. Here are some of the famous doll looks.
Beauty trends hold sometimes several years - sometimes even shorter. The Barbie with its many different looks is a good example: it shows very clearly what was considered beautiful 50 years ago - and what is now. The first Barbie came out in 1959 on the market. How many women in those days wore elegant earrings, a fringe and a careful, elegant makeup.
Since 1959 she is an integral part of children's rooms worldwide: The Barbie is unmistakable - but nevertheless has changed greatly in recent decades. Here are some of the famous doll looks.
Podemos a la deriva
Desde el mes de marzo,
Podemos ha retrocedido 12 puntos en las encuestas. En enero estaba en su
mejor momento, con una intención de voto próxima al 25%, y todo apuntaba a un
escenario como el de Italia en 2013, con tres bloques relativamente
equilibrados (izquierda, derecha y anti-establishment). El panorama hoy es muy
distinto. De acuerdo con el promedio de encuestas, la intención de voto a
Podemos ha descendido hasta alrededor del 13.5%, y en sondeos más recientes
incluso es superado por Ciudadanos. Por tanto, el escenario del sorpasso a los
partidos mayoritarios parece alejarse, y todo apunta a una política con
coaliciones alternativas a derecha o a izquierda.
Un de las razones es la
dificultad para sostener en el medio plazo una coalición muy heterogénea y que
agrupaba a descontentos con los partidos tradicionales desde el centro a la
extrema izquierda. Como señala José Fernández-Albertos en Los votantes de
Podemos (editorial Catarata), este partido había conseguido presentarse como
una suerte de camaleón: votantes muy heterogéneos lo veían como el más cercano
a sus posiciones ideológicas y proyectaban en él muchas de sus esperanzas de
cambio. Sin embargo, era inevitable que las contradicciones emergieran a medida
el proyecto fuera definiéndose.
Podemos ha puesto todo su empeño por mantenerse en la ambigüedad el máximo tiempo posible, sus rivales
han tenido un especial interés en arrinconarle a la izquierda del espectro
ideológico. Por un lado, el Partido Popular buscó en un inicio polarizar la
competición en torno a ambos partidos, usando el miedo para movilizar a sus
votantes y, de paso, hacer inviable al PSOE. Y del otro lado, el partido
socialista, gran damnificado por la emergencia de Podemos, tenía interés en
marcarlo como de extrema izquierda para intentar frenar su sangría de votantes. Lógico y natural.
Por tanto, más allá de
la estrategia de comunicación del partido, la biografía de sus integrantes o
los errores de Pablo Iglesias, esta debilidad estructural fue explotada por sus
rivales. Abierto el espacio y con una volatilidad alta en los sondeos,
Ciudadanos ha podido capitalizar en los últimos meses el apoyo de sectores del
electorado más templado gracias a la espita abierta por Podemos. No es
casualidad que el incremento en la intención de voto por la formación de Albert
Rivera vaya casi paralelo al abandono de Podemos por parte del electorado menos
escorado a la izquierda, aunque con Albert Riera todo es posible, hasta pactar con el diablo.
Otra de las razones tiene
que ver con el calendario político de 2015, en el que las elecciones
municipales y autonómicas de mayo eran una meta volante ineludible. No solo
sirvieron para poner a prueba las fuerzas y estructuras de Podemos sino que
conllevaban el dilema de formar gobiernos. Para su desgracia, Podemos no llegó
a ser el segundo partido en votos en ninguna comunidad. Por poco en Aragón,
justamente con Pablo Echenique al frente. La formación por tanto se vio
obligada a escoger entre facilitar gobiernos socialistas o, por omisión,
permitir que el PP continuara en el poder. Allí donde ha sido posible Podemos
ha facilitado el cambio, pero al precio de asentar el debate en el eje
izquierda-derecha, con Podemos en un lado y dando fuelle a su principal rival
en este terreno.
Este dilema
le hubiera restado apoyos cualquiera que fuese su decisión. Los votantes
emplean atajos informativos para ubicar a los partidos ideológicamente, y una
buena pista es a quién apoyan. De ahí la pérdida de credibilidad en su discurso
contra la “casta”, palabra prácticamente desaparecida del debate público. La
paradoja es que es justo en el nivel local, en el que compite diluido en
candidaturas populares, donde Podemos ha marcado sus mayores cotas de poder
institucional. Candidaturas que por otra parte ha capitalizado solo de modo
relativo, porque no olvidemos que Ada Colau o Manuela Carmena han marcado
distancia con la formación de Pablo Iglesias en varias ocasiones y en esta también.
Sus pobres resultados
en las elecciones del 27-S han supuesto que ahora tanto Barcelona en Comú como
MES en Baleares o Compromís en la Comunidad Valenciana busquen marcar perfil
propio cara a las Generales. De hecho, incluso la negativa a converger con IU,
no por imprevista, ha tenido peor acogida hoy que los amagos de hace unos
meses. Por más que organizativamente tenga sentido para no perder el control
del partido, en una situación de retroceso en las encuestas es más
controvertido renunciar a los votos que aporta la formación.
La palabra “casta”
prácticamente ha desaparecido del debate público
Podemos ha conseguido
algo inédito al abrir brecha en el cartel político español y romper el
predominio de los dos grandes partidos. Tras su abrupta emergencia en las
elecciones europeas llegó Ciudadanos y ambos partidos son, desde coordenadas
distintas, los que capitalizan el descontento con nuestra tradicional oferta
política. Es verdad que para Podemos gestionar las expectativas cuando se ha
pasado de estar en cabeza a una posición entre la tercera y la cuarta fuerza es
un reto. Sin embargo, aún dispone de margen para remontar sus previsiones. Al
fin y al cabo los próximos dos meses serán cruciales dada la gran volatilidad
del electorado.
Podemos busca nueva estrategia, probablemente, pasará por buscar el equilibrio entre remachar que son
imprescindibles para el cambio, pero sin caer en la posición subalterna del
PSOE que tradicionalmente ha atrapado a Izquierda Unida. Su baza es insistir en
que la izquierda solo gobernará la próxima legislatura si Podemos es decisivo
para formar una mayoría parlamentaria fuerte. Y cuanto antes reubique sus
coordenadas, antes podrá ser efectivo su mensaje. No tiene mucho tiempo y sus
rivales le llevan ventaja.
Yo le haría alguno otra crítica a Podemos. Creo que a Pablo Iglesias le daña mucho esos guiños que envía, de una forma irracional, a las formaciones relacionadas con etarras y separatistas. En gran medida lo que le ha ocurrido en Cataluña está relacionado con ese tema que tanto molesta crea a la gran mayoría de españoles. No hay que olvidar que el tal Rabel ha declarado su simpatía y deseo de votar independencia sólo por joder a los que no entran en ese juego.
ResponderEliminarLa segunda crítica que les hago a Podemos es esa división por el protagonismo de Pablo Iglesias que empieza a estar por encima del objetivo del 15M hace algún tiempo, o quizás siempre lo estuvo. En este caso les ha pasado como le pasó al PSOE con la ruptura de Felipe González y Alfonso Guerra que hizo tanto daño al PSOE. El distanciamiento de Monedero e Iglesias les está pasando factura (a nadie se nos escapa, guste o no, que Monedero es el cerebros gris y que Pablo Iglesia habla demasiado de cosas que no interesan al electorado). No estoy seguro de que Pablo Iglesias pueda remontar la caída tan tremenda que está teniendo. Eso lo veremos en las próximas elecciones, pero es una lástima que no sea capaz de aglutinar a todas esas plataformas que han aparecido para producir el cambio que necesita el país. Ya sé que para ti (si no fuera así me lo comunicas y cambiaré mi opinión) los comunistas son el diablo con cuernos, rabo, martillo y hoz pero, créeme, yo desconfío mucho más de las dos sectas mafiosas PP – PSOE que de cualquier partido emergente a pesar de su inexperiencia en la gestión de Instituciones, esos sinvergüenzas no arruinan el país, ya lo han arruinado para varias generaciones. Lo mejor que podemos hacer es echarlos de las Instituciones a patadas, que es lo que se merecen y para ello necesitamos tanto a Podemos como a Ciudadanos, eso sí, libres de demagogia, aspecto muy difícil de lograr en un país que lleva cerda de 40 años gobernado por demagogos, mafiosos e hipócritas. No es tarea fácil.
Desde mi punto de vista no hay que tener miedo a los partidos y plataformas emergentes, hay que aprender a convivir con ellos de la forma más democrática posible, pues no vamos a impedir su expansión. El cambio ya está en macha. Los sinvergüenzas que hay en las instituciones se lo han buscado, ahora que no se quejen y si se quejan es igual, porque si a los españoles, de a pie, nos queda algo de dignidad el bipartidismo actual debe morir cuanto antes.
Europa está en crisis profunda por los malos estadistas que tiene al frente al servicio del poder financiero pisoteando la dignidad de los países del sur. Eso de que España no sería nada sin Europa lo pongo en cuestión y no soy yo sólo el que lo pone en cuestión, hay muchos economistas y otros profesionales preparados que así lo manifiestan.
Finalmente yo pienso que España no tiene un problema de izquierdas o derechas, el problema que tiene España es que lleva 40 años que gobiernan dos sectas mafiosas apoyadas por otro par de sectas periféricas destructivas y la ciudadanía aún no ha perdido la confianza en esa gentuza.
Ŕþ
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