El PSOE ha muerto,
sencillamente, por dejar de ser socialista. No obstante, La elección del
Secretario General por votación directa de sus militantes es un paso
positivo en la renovación del partido socialista. Más allá de las críticas al
proceso, especialmente a la influencia que pudo tener la estructura del partido
en la toma de la decisión por las bases, las elecciones primarias son una
primera respuesta a la demanda de la ciudadanía de transparencia y
democratización de los partidos políticos que todos deberían tomar buena nota.
Todo esto tiene un valor añadido, el pucherazo de la lozana andaluza, Susana
Díaz y la ya más que sobrada imputación de sus vacas sagradas, Chaves y Griñán.
Aunque no deberían
perder demasiado tiempo en conmemoraciones. Solo ha hecho lo fácil. Lo difícil
viene ahora: presentar un proyecto ilusionante y creíble a su base
social, recuperar la confianza de sus votantes, en especial a los que ha
ido perdiendo en los últimos años, cambiar la percepción negativa que dejó su
gestión de la crisis. Después de el traspiés de Pedro Sánchez en la CM, con el
cese de Tomás Gómez, que ha divido, no en dos, sino en tres el electorado, su
agonía es evidente.
Va a resultar difícil
olvidar el giro copernicano del 2010, cuando Zp rompió con sus
compromisos y empezó a aplicar la política de austeridad impuesta por la UE a
las órdenes de Ángela Merkel. La socialdemocracia europea en su conjunto,
y la de los países del sur en particular, han sido incapaces de ofrecer una
alternativa de gestión de la crisis diferente a la de los conservadores. Han
compartido un único discurso, el de los recortes de los derechos laborales y
sociales, aunque con acentos diferentes
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Primero hay que
reconocer dicho error y después presentar una propuesta
diferente y creíble tiene que ser el primer paso para reconstruir un proyecto
político que está gravemente amenazado. No son estos tiempos fáciles para nadie
y menos para el PSOE. Las legitimidades históricas se han roto y ahora cada
partido, cada organización, cada institución, se la tiene que ganar día a día,
acertando con sus decisiones.
Deben de tener en cuenta que si se
vuelven a equivocar no hay más maniobras posibles. Ya hemos visto como en
Grecia un Partido Socialista lleno de historia se ha convertido en poco más que
una comunidad de vecinos. Lo mismo que en Cataluña donde el PSC, prácticamente
no existe en el mapa político. La nueva dirección del PSOE ofrece pocas
garantías, mediocres y confundidos. Al que le parezca esta idea un exageración
sin sentido, que piense en un más que posible escenario en las próximas
elecciones municipales y autonómicas. Por ejemplo en Madrid, con el PP como
primera lista y una candidatura de Izquierda Unida? Podemos con más diputados o
concejales que el PSOE. ¿A quién le daría Pedro Sánchez el gobierno de la
comunidad o del ayuntamiento, al PP o a la izquierda bolivariana que lo
acaba de derrotar?
Estamos en un cambio de ciclo político, en
una nueva época. Tiempos atrás en el PSOE era habitual que gobernase con
el apoyo de los votos de la izquierda, pero eso ya es historia, ahora la
izquierda es su rival político.
Amigo Juan que estos sujetos reconozcan el más mínimo error es una quimera. Que el socialismo no sirve para nada una realidad. Un abrazo.
ResponderEliminarAmigo Juan que estos sujetos reconozcan el más mínimo error es una quimera. Que el socialismo no sirve para nada una realidad. Un abrazo.
ResponderEliminarEs verdad,, hemos estado muy juntos, de hecho tengo amigos buenas personas con los que a veces me reuno y hablamos, no voy a quejarme, ya que nadie tiene la culpa de tener dirigentes que no lo hacen bien, las personas normales se reunen por algo por..por empatía. por ser curiosos o interesados en temas, por el sentido del humor, por humanidad, y nadie se merece que le mientan...
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