La cometa. Goya, 1778. ¿Volverá? |
Con hacer la vista gorda o mirar para otro
lado no se resuelven los problemas y si es social, con mayor motivo han de
buscarse fórmulas que permitan solucionarlo; el silencio es hacerse cómplice de
esa situación".
El mejor termómetro para la crisis son los
juzgados. Embargos, despidos, suspensiones de pagos -procedimientos concursales-,
demandas por deudas, impagos... forman parte del actual día a día en los
juzgados. Es muy triste lo que se ve ahora en un aposento judicial. Las
ejecuciones hipotecarias y desahucios que llevan a los ciudadanos a perder sus
casas o negocios forman también parte de esta realidad diaria. Y sobre ello es
lo que advierten los jueces ante el constante aumento de desahucios, se plantea
una revisión del sistema y se proponen alternativas ante una situación tan
"caprichosa" como la actual. Hay que abrir un debate, no se puede
pasar página, siempre la parte más débil es el deudor, aunque no existan
pruebas o, sencillamente, haya actuado dentro de la legalidad humana. Víctimas
de la situación somos todos, pero el mayor perjudicado siempre es el ciudadano
dañado por la ineficaz gestión gubernamental.
El actual procedimiento de
ejecución hipotecaria está pensado para una situación distinta a la de ahora y
hay una desigualdad de armas en beneficio de las entidades bancarias.
Los jueces no son "inhumanos". Por
tanto, no están al margen de una situación tan dramática como es la pérdida de
la vivienda, lugar de morada y sustento de la unidad familiar. Poco o nada
pueden hacer ellos, solo trasladar propuestas para mejorar la situación. Aunque
el Gobierno a sotto voce conteste “pensad, pensad que sino pensáis lo que
nosotros pensemos de poco o nada valdrá
lo que vosotros penséis”.
Los derechos adquiridos sobre una propiedad
fueron conquistados con mucho trabajo.
No vienen de la nada. Y, curiosamente, pasan a ser derechos adquiridos por los
banqueros a golpe de justicia poco o nada transparente, subjetiva y con total
favoritismo por parte del Gobierno. La justificación es que como no hay dinero,
no hay derechos, sin más. La pregunta es, en una situación de crisis, dónde
está el límite, hasta donde se va a llegar con esta suspensión temporal de
derechos, porque se corre el riesgo de que quedarse para siempre. Está en juego
la disolución del Derecho y las formas de ejercer la Justicia. La judicatura
debe adaptarse al contexto social. En materia de desahucios hay qu que dar
facilidades a los afectados. La Justicia tiene que favorecer la resolución con
un componente de humanidad.
Las personas falsas en el poder crean
estados corruptos, deficientes y sin
sentido común que arruinan la justicia y hasta la moralidad de quienes la
imparten.
Hi Juan,
sí, y la justicia se necesita con urgencia. En España, en Grecia y en toda la Unión Europea.
No puede ser que las personas pierden sus hogares, sólo porque eran desempleados.
Tener una buena noche, me gustaría ahora y muchos queridos saludos de Tom
Perfecto. Gracias, Juan Pardo
ResponderEliminarMuy cierto, y esto pasa en Europa, Asia, América etc. etc.y todo por la mala interpretación de lo que es el PODER de un servidor publico más la corrupción.
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